Crisis sanitaria

China aprueba el uso para el público de su segunda vacuna

El inyectable de Sinovac ha recibido este fin de semana la luz verde para su administración general

Los ensayos clínicos en Turquía han mostrado una eficacia superior al 91%. En Brasil, en cambio, las primeras estimaciones fueron del 78%

Vacunación contra el coronavirus en Banda Aceh (Indonesia), el pasado sábado.

Vacunación contra el coronavirus en Banda Aceh (Indonesia), el pasado sábado. / CHAIDEER MAHYUDDIN / AFP

Adrián Foncillas

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China ha sumado la segunda vacuna a su arsenal contra el coronavirus mientras apaga los esporádicos incendios que perturban el disfrute de la vieja normalidad. El inyectable de Sinovac ha recibido este fin de semana la luz verde para trascender de los grupos de riesgo al público en general después de que la de Sinopharm, también de fabricación nacional, fuera aceptada en diciembre. 

La vacuna de Sinovac, utilizada en China desde julio en un contexto de emergencia, acumula hoy órdenes de compra de una decena de países y ha sido testada en Brasil, Chile, Turquía e Indonesia. La Administración Nacional de Productos Médicos le ha concedido la aprobación condicional, que obliga a la farmacéutica a proseguir los estudios y enviar datos de seguimiento y posibles efectos secundarios. La especificación persevera en el escrutinio de una vacuna sobre la que hay diferentes veredictos. Los primeros resultados llegados desde Turquía, donde se realizaron los ensayos clínicos de la fase 3, arrojaron una eficacia superior al 91%. En Brasil, en cambio, las primeras estimaciones del 78% fueron recortadas a poco más del 50 % tras sumar las infecciones leves. Influyó, según fuentes citadas por la agencia Reuters, la desbocada epidemia en el país y el foco del estudio en el personal médico. 

Las autoridades sanitarias globales señalan ese umbral como suficiente para la utilidad de una vacuna (la eficacia de la de la gripe común es del 50%) y subrayan que son recomendables porque, aún en el caso de contagio tras la inoculación, los síntomas son menos serios. 

Mil millones de dosis al año

La farmacéutica con sede en Pekín ha abierto una segunda línea de producción para alcanzar los mil millones de dosis anuales y ha recurrido a fabricantes extranjeros de jeringuillas para suplir la demanda. Las vacunas chinas de Sinovac y Sinopharm contemplan dos dosis de 0,5 miligramos que deben ser inyectadas con un intervalo de entre dos y cuatro semanas. Contienen virus inactivos, una técnica tradicional y conservadora que no exige la ultracongelación de algunas alternativas occidentales. Para su almacenamiento y transporte bastan temperaturas de entre -2 y -8 grados, lo que las hace más viables para el mundo en desarrollo. China aportará diez millones de dosis a la iniciativa de la Organización Mundial de la Salud para asegurar el abastecimiento en todo el globo. 

China fue el primer país en sufrir el virus y también va camino de ser el primero en domarlo. Ya en junio empezó a vacunar a sus sectores de riesgo y era previsible que liderase también la inmunización de la población. El ritmo, sin embargo, es más lento de lo esperado. Recientemente anunció que había vacunado a 30 millones de personas y que alcanzaría los 50 millones antes de las vacaciones del Festival de Primavera que empiezan esta semana. En términos porcentuales son una minucia en un país con una población de 1.400 millones: suponen dos por cada cien habitantes, en contraste con los tres millones de la Unión Europea, los 10 de Estados Unidos o los 60 de Israel, según cuentas del medio Bloomberg.  

A China no le aprieta la urgencia. Suma meses disfrutando de lo más parecido a la vieja normalidad que se despacha en el mundo, los rebrotes no suelen superar el centenar de casos y este lunes ha certificado el fin del que había castigado a Pekín y a las provincias vecinas del norte. Las autoridades no han informado de ningún contagio local por primera vez en dos meses. China ha relajado las estrictas normas de distanciamiento social pero persisten los testeos masivos, la monitorización electrónica, las cuarentenas quirúrgicas y las recomendaciones de abstenerse de viajar en las inminentes vacaciones. 

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