Algunas voces trans

"Esta ley va mucho más allá de la mención de sexo"

El activista 'trans' Pol Galofre valora el borrador como un "súper paso adelante" por la despatologización y el reconocimiento de derechos a menores y personas extranjeras.

Pol Galofre

Pol Galofre / Ferran Nadeu

Helena López

Helena López

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando se aprobó la anterior ley ‘trans’, en el 2007, Pol Galofre tenía 20 años y fue muy crítico por muchas razones, que iban mucho más allá de la rebeldía intrínseca a la edad. La criticaba porque implicaba la obligatoriedad de un diagnóstico psiquiátrico y tratamiento médico y porque no cubría a las personas menores de edad ni a los extranjeros que no tuvieran la nacionalidad. Una posición que entonces no se entendió demasiado, "ni siquiera dentro del propio movimiento ‘trans’, en el que había personas que nos decían que no nos quejáramos tanto y valoráramos todo lo que se había conseguido", recuerda convencido de que el borrador de nueva ley es "un súper paso adelante”. Motivo por el que, pese a dormir un máximo de tres horas seguidas por su reciente paternidad, se muestra contento. “El discurso de la necesidad de despatologizar era muy minoritario entonces, pero por suerte ya no”, señala Galofre, cuya opción de vida siempre ha estado vinculada al activismo, por lo que, al quedarse embarazado, le pareció importante visibilizarlo; generar referentes.

"Por suerte el mundo se ha ido moviendo y la nueva ley va en esa línea. Necesitamos avanzar para mejorar la vida de las personas trans", resume Galofre, quien insiste en que va mucho más allá a la mención de sexo en la que se ha centrado el debate. "Propone, por ejemplo, una solución para las personas extranjeras. Hoy el NIE depende de su documentación en el país de origen. No puede ser que tengamos a personas en asilo que han tenido que dejar sus países por su condición y no les permitamos modificar su nombre", defiende.

"Tanto durante el embarazo como ahora, en la crianza, la gente que ha interactuado conmigo en persona ha sido maravillosa. Nadie me ha dicho nada. Durante los días de ingreso posteriores al parto, yo estaba haciendo piel con piel con mi bebé y nadie nunca me trató de ninguna manera que no fuera en masculino. El trato que yo he recibido ha sido espectacular", relata inmensamente agradecido con el personal del Germans Trias i Pujol.

Cuando se quedó embarazado, Galofre lo notificó en Trànsit, el servicio catalán de atención a la salud de personas trans y allí le recomendaron a comadronas que le allanaron el camino. Ya es suficientemente duro un embarazo en pandemia como para encontrarse con desagradables dificultades añadidas. La única vez que notó algo fue el día de la primer eco, cuando dijo que era él el embarazado. "Y yo lo entiendo, que te sorprenda que quien viene a hacerse la eco sea la persona con patillas, pero ya está. El trato recibido ha sido siempre exquisito", expone consciente del camino que queda por delante. Tras la pedagogía hecha durante todo el embarazado queda la de toda la crianza. "Iremos haciendo día a día, procurando darle a nuestra criatura un entorno saludable en una realidad plural", concluye.

Suscríbete para seguir leyendo