Centros de salud saturados

Médicos de primaria alertan del "descontrol" de los enfermos no covid

Avisan de un empeoramiento de los pacientes crónicos y de los retrasos en los diagnósticos, a veces con desenlaces fatales

Con agendas inabarcables, los facultativos de familia asumen con “desgaste físico y emocional” el colapso de la tercera ola

Pacientes hacen cola en el punto de información del CAP de Sant Martí de Provençals de Barcelona, este viernes.

Pacientes hacen cola en el punto de información del CAP de Sant Martí de Provençals de Barcelona, este viernes. / Manu Mitru

Patricia Martín

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La estadística sobre la pandemia tiene lagunas y errores pero cada día se sabe cuántos contagiados y cuántos fallecidos ha provocado el covid, así como la presión sobre hospitales y ucis. Pero esas cifras no reflejan ni el colapso que sufren los centros de salud, que son el primer punto de atención a los infectados, ni tampoco cómo la epidemia está afectando a los enfermos de otras patologías, que muy a menudo sufren cancelaciones de citas y retrasos en las pruebas y en los diagnósticos, lo que puede agravar su situación, con desenlaces fatales para muchos de ellos.

No hay apenas datos pero médicos de familia de diversos puntos de España coinciden en denunciar que los centros de salud sufren una saturación similar o mayor que en anteriores olas, dado que aunque la epidemia dura ya meses apenas se han hecho inversiones o nuevas contrataciones, lo que está provocando una preocupante menor atención de miles de enfermos no covid, que podría tener consecuencias trágicas.

Y el problema es que llueve sobre mojado y los pacientes crónicos, esos que necesitan de supervisión continua de sus médicos de cabecera, van poco a poco empeorando. “En marzo se podría asumir que dejáramos de estar tan pendientes de patologías estables para centraros en la pandemia, pero ha pasado un año y estos enfermos han ido empeorando, por lo que se van a disparar las enfermedades cardiovasculares o la diabetes, pero no podemos desdoblarnos”, lamenta el director del CAP Sant Martí de Provençals, David Martínez.

"Ha pasado un año y los enfermos de otras patologías han ido empeorando", lamenta el doctor David Martínez

Los que no van

A su vez, David Arribas, del CAP Manso en Barcelona, reconoce que hay “descontrol” en la patología no covid, especialmente de aquellos enfermos que no acuden al centro de salud, o bien por miedo a contagiarse, o bien porque infravaloran su dolencia, dado que su preocupación se centra en no infectarse.

Uno de cada cinco pacientes con cáncer no ha sido diagnosticado o el diagnóstico ha llegado tarde

Según datos de la Asociación Española contra el Cáncer, desde que llegó la pandemia uno de cada cinco pacientes con cáncer no ha sido diagnosticado o ha sido diagnosticado tarde. Además, se han duplicado las listas de espera para operaciones y citaciones en el especialista. Y, para todo ello, la puerta de entrada es la atención primaria, que no se ha recuperado nunca de los recortes de la crisis económica, que se hacen ahora más palpables.

Por ejemplo, en Extremadura la doctora Ana Arroyo lleva atendiendo en las últimas semanas a un centenar de pacientes en un solo turno, entre atención telefónica, presencial y domiciliara, cuando los estándares marcan que no debería ocuparse de más de 30. “La situación es extrema por el covid y por el déficit estructural de recursos humanos, dado que en mi centro somos ocho médicos de familia, faltan cuatro y nadie les sustituye”, explica. Y es una constante en toda España, en verano y Navidades, hubo profesionales de vacaciones, a los que hay que sumar las bajas, y sus pacientes son atendidos por el resto de profesionales, añadiéndolos a sus ya inabarcables agendas.

Alargar jornadas

El centro de salud de Arroyo, situado en Mérida, “sobrevive gracias a los médicos residentes” y a que la labor altruista de sus profesionales sanitarios, “que se dejan el pellejo”, según esta facultativa, cuyo horario es de 8:00 a 15:00 horas pero casi todos los días alarga la jornada más allá de las cinco, sin una pausa para comer y con un volumen de trabajo muy superior al que hubo en la primera y segunda ola.

En Extremadura algunos facultativos atienden a más de 100 pacientes en un turno

Arroyo lamenta que en esta situación no les hayan liberado de la “carga bestial y tediosa” que suponen tareas burocráticas como dar la baja a los enfermos covid, que suponen el 70% de sus pacientes. “Me siento desperdiciada, es un tiempo que podría estar destinando a la asistencia sanitaria”, lamenta.

Y en Madrid, José María Molero, portavoz de infecciosas de la Sociedad de Medicina de Familia Semfyc pone el acento en el “cansancio físico y desgaste emocional” con el que los facultativos de esta especialidad afrontan el actual pico de contagios. En su caso, atiende alrededor de 40 o 50 pacientes al día, gracias a que la Comunidad de Madrid ha implantado mejoras organizativas que han aliviado un poco la ingente carga de trabajo que los médicos de familia sufrieron en la segunda ola.

Pero aún así, las tareas de investigación y docencia se limitan “a lo imprescindible” y la atención de pacientes covid es tan “protocolizada”, dado que el diagnóstico ya viene dado por las pruebas y los facultativos solo pueden seguir su evolución, mandarles alguna placa o derivarlos al hospital, que “se ha perdido el protagonismo en la toma de decisiones”. “La atención covid es casi como una rutina, pero que te quita tiempo para otras tareas importantes”, denuncia.

Las citas telefónicas

“Colapso, frustración, rabia y desesperación”, añade su compañero Arribas desde Barcelona. En su caso, en el CAP Manso, atiende unos 40 pacientes por turno, a los que habría que añadir las urgencias, la agenda común del centro, etc. Se trata de un volumen similar al de la segunda ola, pero no porque haya una cifra similar de contagios, sino porque ahora hay menos profesionales ausentes.

Y todos los médicos consultados destacan que las citas telefónicas, al contrario de lo que pudiera parecer, no suponen menos tiempo y esfuerzo. “Rara es la que se resuelve en menos de cinco minutos”, explica Arroyo.

"Abundan las patologías emocionales", explica un médico catalán

Y todo ello en un ambiente en el que abundan “las patologías emocionales, de quienes han perdido su trabajo, a sus seres queridos o tienen mucho miedo”. “Está siendo muy complicado”, concluye Arribas. 

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