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Italia clama contra Astrazeneca y Pfizer por retrasar vacunas

La campaña para inmunizar a los mayores de 80 años se retrasa en cuatro semanas

Vacunación anticovid en Nápoles, el 22 de enero

Vacunación anticovid en Nápoles, el 22 de enero / CIRO FUSCO

Irene Savio

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Los retrasos y recortes en el suministro de vacunas contra el coronavirus de las farmacéuticas Pfizer y AstraZeneca causarán un daño mayor al inicialmente previsto en Italia. En concreto: generarán una demora de al menos cuatro semanas en el inicio de la vacunación de mayores de 80 años -que había empezado y fue suspendida- y de 6-8 semanas para el resto de la población, ha informado este domingo el viceministro de Salud, el cirujano Pierpaolo Sileri. 

“A partir de mañana las dosis a disposición será usadas para aplicar la segunda dosis a quienes ya recibieron la primera, es decir, sobre todo los sanitarios”, ha dicho Sileri. “Espero que este retraso pueda ser compensado más adelante", ha añadido.

La decisión italiana llega tras una semana en la que el Gobierno del abogado Giuseppe Conte ha amenazado primero a la estadounidense Pfizer y ahora a la británico-sueca AstraZeneca con emprender acciones legales. Para que AstraZeneca cumpla con lo pactado, “recurriremos a todas las herramientas y a todas las iniciativas legales, como ya lo estamos haciendo con Pfizer-BioNTech”, ha avisado el primer ministro, tras un encuentro el sábado en el que la farmacéutica británico-sueca confirmó que reducirá en un 60% las entregas iniciales a la Unión Europea en el primer semestre del año.

Estos incumplimientos de los fabricantes de vacunas constituyen una "grave violación contractual que está causando un daño enorme en Italia y en otros países europeos”, ha acusado el mandatario italiano, al repetir que los retrasos "van a tener consecuencias directas en la vida y la salud de los ciudadanos y en nuestro tejido económico-social”. La intención, según han explicado fuentes gubernamentales a este diario, es que, en caso de que Italia finalmente opte por procedimientos de tipo civil o penal, la Unión Europea (UE) “haga su parte" en calidad de subscriptora de los contratos.

Ayuda para acelerar la producción

Pero Italia también ofreció su ramita de olivo. Sileri, de hecho, sugirió que, para evitar problemas de producción, se podría llegar a un acuerdo, válido para la Unión Europea, que permita a compañías terceras de ayudar en la fabricación de estas vacunas. "Esto podría aumentar de manera significativa la rapidez de producción", ha estimado el ministro, en un mensaje claramente dirigido a sus socios europeos. "A partir de la próxima semana el suministro volverá a la normalidad", matizó la tarde del domingo un portavoz de Pfizer en Italia, en declaraciones al canal Sky.

La información se produce en un momento delicado para el país, en la actualidad inmerso en una crisis política de desenlace aún incierto —el Ejecutivo de Conte empieza el lunes otra semana difícil, en la que deberá luchar por sobrevivir— y cuya curva de contagios recién está empezando a bajar. Los últimos datos lo reflejan: en total, Italia registró el domingo 444 nuevos contagiados y 299 fallecidos (sobre un total de más de 85.000 desde que empezó la pandemia), mientras que su incidencia acumulada en los últimos 14 días es de 374,14 por 100.000 habitantes, menos de la mitad que la de España.