Trágica explosión

El 'milagro' de la Virgen de la Paloma

El edificio que ha explotado en Madrid es vecino de una residencia de ancianos y un colegio

Una anciana es atendida en los alrededores del edificio que ha explotado en Madrid

Una anciana es atendida en los alrededores del edificio que ha explotado en Madrid / Sergio Pérez / Reuters

El Periódico

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El edificio de la calle Toledo número 98, en Madrid, que ha sido destrozado por una explosión de gas a primera hora de la tarde de este miércoles pertenece al Arzobispado de Madrid, que acoge en él varias plantas donde vivían sacerdotes de la vecina parroquia de San Pedro del Real, que está en la calle de detrás, la calle de La Paloma. El edifico acogía también despachos, un centro de acogida de Cáritas, ocho salas de reuniones y un salón, en una de las zonas más céntricas y típicas de la capital madrileña, la Puerta de Toledo y el barrio de La Latina.

La iglesia, un edificio único de 1912, acoge una de las imágenes más veneradas por los madrileños: la Virgen de la Paloma, en cuyo honor se celebran unas fiestas típicas el 15 de agosto que han dado lugar incluso a la más conocida de las zarzuelas españolas, 'La verbena de la Paloma'. En la parte de detrás del templo se encuentra el patio del colegio de La Salle, y contiguo la residencia de sacerdores y un centro parroquial, donde ha ocurrido la explosión. Ninguna de las dos entidades, pese a la magnitud del siniestro, han añadido más desgracias personales que las ocurridas en el edificio dañado.

El patio del colegio estaba desierto puesto que los escolares estaban en clase y no en el patio a esta hora, pese a que este miércoles habían vuelto a las aulas tras casi 10 días sin clase a consecuencia de la tormenta Filomena, que dejó una inusual nevada en Madrid capital y que obligó a cerrar los colegios. Precisamente el centro fue uno de los que recurrió a los padres y otros voluntarios para quitar la nieve y poder abrir este miércoles en buenas condiciones.

La dirección del centro ha informado en Twitter que están todos bien, tanto los alumnos como el personal del colegio. El patio, sin embargo, ha recibido buena parte de los cascotes de la explosión, en la que han volado las paredes de ladrillo de al menos cinco plantas del centro parroquial, incluida la zona superior de buhardillas. Y los niños, obviamente, se han asustado por el impacto de la explosión, que a algunos les ha sorprendido en el comedor del colegio.

También pegado al edifcio siniestrado por una medianera, está la residencia de ancianos Los Nogales La Paloma, donde viven unos 58 usuarios. La dirección ha optado por evacuarles y trasladarles al hotel que hay justo enfrente, el hotel Ganivet, un establecimiento de tres estrellas que estaba abierto pese a la pandemia, pero que ha visto rotos muchos de sus cristales.

Los bomberos y servicios de emergencias han ayudado en la evacuación de los ancianos del lugar a bares de la zona como medida preventiva. Los mayores van a ser dirigidos a una residencia cercana por parte del Samur Social. Emergencias Madrid confirma que no ha habido heridos entre los residentes del geriátrico ni entre los niños del colegio anexo, que también confirman que todos están ilesos salvo un pequeño con un rasguño, informa Europa Press.

Patrona de los Bomberos

La iglesia de la Paloma es el nombre popular que recibe la iglesia de la parroquia de San Pedro el Real, donde se acoge el cuadro de Nuestra Señora de la Soledad, conocido como Virgen de la Paloma. La imagen es precisamente la patrona de los Bomberos madrileños.

La iglesia actual, inaugurada en 1912, se alza sobre el solar de la primitiva capilla levantada a finales del siglo XVIII. Ésta fue derribada en el año 1896 y sustituida por un edificio de estilo neomudéjar, con algunos elementos neogóticos, según explica la web de Turismo de Madrid.

En 1978, el templo se reconstruyó y estableció una disposición de los bancos alrededor del altar central y de la pila bautismal, que la hace muy diferente a otras iglesias católicas. El edificio siniestrado, al que se accede por la calle de detrás, la calle Toledo, es el centro parroquial de esta iglesia, donde vivían varios sacerdotes, como el párroco de La Paloma.