Aluvión de peticiones para adoptar a 'Leo', el perro que sobrevivió al cuchillo de un parricida

'Leo' sí tiene quien le escriba. El perro que sobrevivió al parricidio de Vallobín (Oviedo), actualmente bajo la tutela de la ONG Mundo Vivo, está siendo objeto de un aluvión de peticiones de adopción. Unas propuestas que se dispararon después de que 'La Nueva España', rotativo de Prensa Ibérica, publicase la historia del can, que recibió cinco puñaladas el pasado 18 de diciembre, supuestamente al tratar de proteger a Nuria González del ataque mortal de su hijo, Vicente F. G.

“Nos está llamando mucha gente para interesarse por ‘Leo’ y para pedir su adopción”, revela Luis Bernardo, presidente de Mundo Vivo. La asociación, en cualquier caso, no va a precipitar los acontecimientos, y solo dará a 'Leo' en adopción una vez que el animal se haya restablecido por completo de las secuelas del crimen de Vallobín, un barrio ovetense. Y es que, aunque 'Leo' ya está prácticamente curado de las cuchilladas, las heridas que no se ven siguen sin estar restañadas.

'Leo', el perro que sobrevivió al cuchillo de un parricida, busca nuevo hogar

“El perrín está bastante roto emocionalmente, aunque estos días con nosotros ha mejorado mucho y ya se relaciona con los otros perros”, explica Marta Cueva, vicepresidenta de Mundo Vivo. Pese al alud de peticiones que la ONG está recibiendo, Cueto asegura que no se precipitarán: “El caso de ‘Leo’ es muy especial y tenemos que asegurarnos de que lo adopte también alguien especial, una persona buena y paciente, que pueda trabajar con él, por lo que haremos una selección exhaustiva”.

Disputa legal

Antes de afrontar la adopción, Mundo Vivo tiene que resolver un problema legal, ya que el chip de 'Leo' sigue a nombre de Vicente F. G., el parricida confeso de Vallobín. “No sabemos por qué no se le ha cambiado ya la titularidad”, insisten desde Mundo Vivo, que se llevaron al perro del albergue de animales “de forma totalmente legal”, aseguran, y tras lograr una cesión por parte del Ayuntamiento de Oviedo.

La clave de esta circunstancia reside en la disputa entre el nuevo gestor de la perrera, Juan Carlos González, y Mundo Vivo a cuenta de la custodia legal del animal. González sostiene que el perro debe retornar al albergue toda vez que “está inmerso en una disputa judicial y debe estar bajo custodia”, aunque reconoce que se pueden haber cometido errores en el proceso: “A un animal solo se le puede castrar si ya es propiedad del Ayuntamiento. Si ese perro fue esterilizado, como parece ser, es un fallo gordo en el procedimiento”. González asegura además que el abogado de Vicente F. G. “ya nos ha llamado para preguntar por qué tiene el perro otra persona”. Ayer, el representante legal de Vicente F. G., el abogado David Valdés-Isoba, desmintió que hubiese llamado a la perrera o que su representado estuviese interesado en el destino del can: “Mi cliente no ha pedido nada, y nunca hemos hablado del perro”.

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