Guardia Civil y Policía realizan en Catalunya la mayor aprehensión de droga sintética de la historia

Cuando, en septiembre de 2019, un chalé de la localidad barcelonesa de Bigues i Riells empezó a atraer la atención de la Guardia Civil por la extraña forma de vida de sus propietarios, los agentes sospecharon que dentro habría una plantación indoor de marihuana. No imaginaban en ese momento que estaban iniciando la investigación del mayor golpe que se ha dado en España al tráfico de drogas sintéticas.

Agentes del instituto armado y de la Policía Nacional con base en Barcelona han culminado la operación Latrans-Girasol-Muhlberg, por la que se han intervenido, según datos del Ministerio del Interior, 827.000 pastillas de MDMA, 76 kilos de sulfato de anfetamina, 39,5 kilos de cristal, 217 kilos de anfetamina líquida, 310 de hachís, 89 de marihuana, 2.000 dosis de LSD y 1,65 kilos de cocaína rosa, además de cientos de litros de reactivos y componentes para cocinar estas drogas.

Es la mayor cantidad aprehendida en este país, y la segunda más grande en Europa. Solo en reactivos, la organización tenía potencial para fabricar 738 kilos de speed, o sulfato de anfetamina. En opinión del capitán de la Guardia Civil que ha comandado la operación, "se ha sacado de la calle una sustancia que supone un gravísimo perjuicio para la salud".

Así lo ha comentado en una rueda de prensa que los dos cuerpos policiales han convocado este viernes en Barcelona. Se refería al MDMA, o éxtasis, que con concentraciones de gran potencia llevaban, al parecer, años fabricando e Catalunya. Durante todo su tiempo de actividad, la red ha distribuido millones de dosis de éxtasis en España.

Pagos en hierba

La organización tenía al frente a dos "cocineros", y así los llamaban los investigadores por sus amplios conocimientos en la elaboración de droga sintética. Los ingredientes, anfetamina líquida sobre todo, les venían desde Holanda. Y una red de colaboradores, sobre todo en Andalucía en la segunda fase de esta operación, les apoyaba en la obtención de la moneda con la que pagaban los ingredientes: esta banda enviaba a Holanda marihuana y hachís de procedencia española, y recibía a cambio cristal y MDMA.

La hierba con la que pagaba la organización desmantelada, se comercializaba a su vez en Holanda y el Reino Unido. El pago se realizaba enviando y trayendo a Holanda máquinas industriales, como las empleadas para el procesamiento de aceites vegetales, de gran tonelaje. Bajo la apariencia de un envío comercial industrial estaba el transporte de la droga. En un falso fondo iban los cannabinoides y en el mismo bajo fondo, de vuelta, venían las drogas sintéticas. Hasta 400 kilos aprehendieron las Fuerzas de Seguridad en Irún (Guipúzcoa en noviembre, en la fase de la operación en la que decidieron cortar ese tráfico.

La sede central de este cártel era Barcelona, donde contaban con dos laboratorios, uno de los cuales hacía las veces de almacén principal. La droga se cargaba con destino a Barcelona ciudad, la costa catalana, Ibiza y Málaga en coches de alquiler y vehículos propios a los que dotaban de doble fondo. Para almacenajes secundarios, la red contaba con propiedades inmobiliarias "de alto valor", han indicado los responsables policiales de la operación, en los tres puntos de distribución.

Armas y software

La Policía ha comprobado que la red desmantelada había instalado en sus móviles sofisticadas aplicaciones de mensajería cifrada. Incluso los habían capacitado para borrar todos los datos de su memoria mediante un "botón del pánico" en cuanto fueran detenidos.

En octubre pasado fueron detenidos los dos cocineros. El estudio de sus antecedentes, por la información que enviaba la policía holandesa sobre pasadas detenciones por tráfico de éxtasis, confirmó a la policía española que se encontraban ante expertos en drogas sintéticas. En Noviembre fue golpeada la línea de aprovisionamiento con la operación de Irún.

Entre tanto, la cabeza de la organización decidió trasladarse a Andalucía, y dejar Bigues i Riells. El equipo conjunto de investigación se fue tras ellos desde Catalunya a Málaga. A finales del pasado mes de noviembre -Interior no especifica la fecha- fueron realizados diez registros, cinco de ellos simultáneos en diversas localidades de Málaga, Barcelona e Ibiza, que depararon nueve detenciones de miembros del escalón medio de la trama, y una clave, el líder, de nacionalidad holandesa.

En uno de estos registros, uno de los detenidos disparó a uno de los agentes intervinientes, sin conseguir herirlos. A la red se les han intervenido un revólver, la pistola semiautomática con que dispararon al policía, dos granadas de mortero y un machete.

Once detenidos

La multiplicidad de nacionalidades es una característica del grupo. Entre los once detenidos en total de la operación -ocho de ellos están en prisión- hay holandeses, colombianos, españoles, rumanos e italianos. La operación sigue abierta, advierten las fuentes cercanas a la investigación; falta por terminar de limpiar toda la red secundaria de colaboradores catalanes, baleares y andaluces de la organización, así como su red de colocación de las ganancias.

Este grupo tenía 23 cuentas bancarias a nombre de todos sus miembros, y controlaban la propiedad de 13 inmuebles en sus tres bases y en la ciudad de Sevilla, así como nueve vehículos, dos embrcaciones de recreo y 267.000 euros en las cuentas y en los chalés.

Coordinadas por el CITCO (Centro de Inteligencia contra e Terrorismo y el Crimen Organizado), han participado en esta operación agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Barcelona, del Equipo de Crimen Organizado del instituto en Málaga, del Grupo de Estupefacientes de Barcelona y de la Sección Central de Estupefacientes de la Policía Nacional.