Los hospitales extreman las medidas anticovid en los partos

La crisis causada por la pandemia ha obligado a los hospitales a adoptar medidas y cambios estructurales de forma inmediata y en tiempo récord. Los sanitarios han actuado con urgencia ante esta emergencia sanitaria con el objetivo de garantizar la seguridad de las personas a las que tratan, en este caso las embarazadas.

La Conselleria de Salut de la Generalitat ha elaborado una 'Guía de actuación frente a casos de infección por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en mujeres embarazadas y bebés', en la que se muestra cuáles son los hospitales de referencia para las pacientes que son positivas en covid. Asimismo da una visión a mujeres y profesionales de cómo actuar en estos casos. El objetivo de esta medida es "garantizar una respuesta rápida" en el supuesto de que hubiera complicaciones o, en el peor de los casos, la necesidad de un traslado a la uci, así como evitar traslados urgentes y la propagación del virus.

Algo que también ha cambiado es la estancia de las madres en los hospitales una vez dan a luz. Las madres covid negativo abandonan el hospital mucho más pronto, entre 12 y 24 horas después del parto, un plazo que en los casos de las cesáreas es de 24 a 48 horas. Y solo se permite una visita en la habitación de la madre antes de abandonar el centro.

Seguimiento pediátrico

Las comadronas de atención primaria realizan visitas a domicilio a las 24 horas, y entre las 48-72 horas para hacer el seguimiento de la madre y el bebé. Estas profesionales son también quienes hacen las visitas pediátricas no esenciales yendo a los domicilios durante los 15 primeros meses, siempre que sea posible.

Thais Eir es una comadrona que trabaja en el paritorio y en el servicio de puérperas del Hospital Donostia y en, el ámbito privado, en el Centro Maternalia, en Pamplona, donde realiza preparación al parto, ejercicio pre y post parto, consultas y también atiende partos en casa. Además de asistir constantes partos durante estos últimos meses, es muy activa en las redes. 

“La principal diferencia que noto es el contacto físico con las mujeres, quizá suene raro, pero estas últimas guardias he echado de menos no poder dar un abrazo a las mujeres a las que he acompañado. Además de esto, me resulta muy extraño no ver la cara y que no me vean a mi. Por lo demás, nuestro trabajo sigue siendo el mismo y tratamos de que no se note demasiado el cambio”, cuenta.

En estos momentos, desde el centro Maternalia realizan preparación con un método de hipnoparto de forma presencial y también a través de cursos online. “Podemos continuar con los cursos presenciales cumpliendo el aforo, algo que en el sistema público es más difícil. Mis compañeras matronas de la red pública, enseguida retomaron con toda su buena voluntad, antes de que se implantara por la dirección los cursos de preparación al parto de forma online”, señala la comadrona. 

A nivel personal comenta que ha pasado por muchas etapas, como la incertidumbre o el miedo. “Ahora mismo, estoy en un punto de aceptación de la situación en el que trato de dar lo mejor de mí en mi trabajo y disfrutar de ello, al igual que en mi vida personal, con respeto pero sin miedo, creo que hay que seguir viviendo. Mantenerme cerca de las mujeres en el centro durante toda la pandemia, sentir que así estaban más acompañadas y su agradecimiento por ello, nos ha ayudado mucho a sobrellevar todo esto. No tener miedo, cuidarse, mimarse, disfrutar del embarazo en esta situación que nos ha tocado, transformar, crear y buscar nuevas formas”, ilustra. 

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