Desde el 1 de enero

Los permisos de paternidad de 16 semanas perpetúan el rol de "padre ayudante"

España da un paso histórico al igualar las bajas laborales de los dos progenitores tras el nacimiento de un bebé

Pero 85 organizaciones civiles piden eliminar las “trabas” que dificultan que los padres sean corresponsables al 100%

Josep Puigdefàbregas con uno de sus mellizos Artal, en su casa de Sant Celoni.

Josep Puigdefàbregas con uno de sus mellizos Artal, en su casa de Sant Celoni.

Patricia Martín

Patricia Martín

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Justo el 1 de enero han entrado en vigor los permisos de paternidad de 16 semanas, lo que supone un avance clave en igualdad y en derechos que era impensable hace solo unos años y que sitúa a España entre los países europeos más avanzados. De hecho, en poco tiempo el permiso ha pasado de una duración de cuatro semanas, en 2017, a equiparse completamente con el de maternidad, de forma que ambos progenitores puedan disponer de cuatro meses para el cuidado del bebé y las madres no se vea penalizadas en sus empleos, dado que los dos tendrán el mismo tipo de concesión laboral.

Los permisos serán intransferibles y pagados al 100%, como exigía el movimiento feminista

Además, el permiso es intransferible al otro progenitor y pagado al 100%, como exigía el movimiento feminista para que los padres no traspasen este tiempo a las madres ni se vean perjudicados en sus salarios y, por tanto, atraídos a no dejar sus empleos.

Si bien, el camino hasta aquí ha estado lleno de dificultades y aún se vislumbran piedras en el camino que pueden hacer que se perpetúe el rol de “la madre cuidadora y el padre ayudante”, según denuncia la Plataforma por los Permisos Iguales e Intransferibles por Nacimiento o Adopción (PPiiNA), integrada por 150 organizaciones y creada en 2005 con la única reivindicación de implantar en España los permisos de maternidad y paternidad igualitarios, un propósito revolucionario en aquella época.

En esta lucha, 85 organizaciones civiles se han unido a la PPiiNA a la hora de solicitar al Gobierno que elimine las "trampas" de la nueva normativa. La plataforma lleva meses denunciando que el texto presenta problemas, pero hasta ahora no ha conseguido avances, dado que fuentes del Gobierno les “vienen a decir” que esto “afecta a la organización de las empresas y hay que discutirlo en el diálogo social”, según explica María Pazos, coportavoz de la PPiiNA. 

"Las trampas"

El problema de la nueva equiparación, según señalan estas organizaciones, es que contiene “una letra pequeña” que puede “frustrar este paso histórico” y perpetuar “una desigualdad sibilina, al mismo tiempo que parece que se avanza”, según Pazos. Y es que el diseño contiene, a su juicio, dos “trampas”: en primer lugar, la simultaneidad forzosa de las seis primeras semanas, que puede provocar que en este periodo muchos hombres sean “simples ayudantes” en los cuidados y que las empresas “tiren de ellos porque saben que están también las madres” a cargo del bebé, aunque sea con teletrabajo o labores informales.

Y, en segundo lugar, la necesidad de que las empresas autoricen en qué fecha los progenitores pueden disfrutar a tiempo completo del resto del permiso (las otras 10 semanas). Además, si se disfruta de las 16 semanas seguidas, las compañías tienen que hacer una única comunicación a la Seguridad Social, pero si el permiso se fracciona, por cada tramo hay que emitir un certificado nuevo. “Si la empresa se niega, al trabajador le quedará poco margen”, sostiene Pazos.

Las entidades critican que sean las empresas las que tengan la última palabra sobre las últimas 10 semanas del permiso paterno

De esta forma, se impide que el padre pueda tomarse 14 semanas (las dos primeras es aconsejable que se realicen tras el parto mientras la madre se recupera) cuando el otro progenitor se incorpore a su trabajo, de forma que el bebé esté el máximo tiempo posible al cuidado de sus padres, si ambos trabajan. Asimismo, se dificulta que los hombres sean corresponsables de los cuidados al 100%.

La PPiiNA avisa de que si la sociedad se acostumbra a los permisos con el diseño actual, es muy difícil que se introduzcan cambios en el futuro. “Se pierde una oportunidad histórica”, denuncian.

La creación, en 2007

La creación de los permisos de paternidad se remonta a la ley de igualdad de 2007, que supuso la creación en España de una baja laboral para los nuevos padres como medida de apoyo a la conciliación, con una duración de dos semanas. Antes de este hito, los padres disponían de “dos días a cargo de la empresa, como si la llegada de un bebé fuera como una muerte o cambiarse de casa”, rememora la coportavoz de la PPiiNA.

A partir del reconocimiento legal que trajo consigo la ley, “todos los políticos decían que estaban de acuerdo en igualar los permisos, pero que su partido no lo apoyaría”, explica Pazos.

"Todos los políticos decían que estaban de acuerdo en igualar los permisos pero que su partido no lo apoyaría"

— María Pazos, coportavoz de la PPiiNA

Así fueron pasando los años y como no había avances, la PPiiNA elaboró, en 2011, una ley completa, lista para ser aprobada, que en un inicio apoyó el PSOE, IU y algunos minoritarios, pero de la que finalmente se descabalgó el primero. Un año después, la Izquierda Plural y otros partidos registraron la proposición de ley en el Congreso, pero nunca se admitió a trámite.

Las primeras ampliaciones

A partir de esa fecha, “se sucedieron los pronunciamientos a favor, pero el argumento era que no había dinero suficiente para ponerlo en marcha”. En marzo de 2016, en el acuerdo entre Pedro Sánchez y Albert Rivera, se recogía una ampliación de las 18 semanas entre los dos progenitores a 26, pero con una parte transferible del padre a la madre.

Y por fin el 1 de enero de 2017 entró en vigor la ampliación a cuatro semanas que contemplaba la ley de igualdad, pero que se había ido retrasando. Ese mismo mes, Podemos registró otra proposición de ley, cuyo contenido se ajustaba a la propuesta de la PPiiNA, pero que se quedó varada en el Congreso.

En 2017 los permisos se doblaron a cuatro semanas y al año siguiente se incrementaron en una semana más

Al año siguiente, el permiso se incrementó en una semana más, a partir del 5 de julio de 2018. Y tras la moción de censura, en el Congreso convivieron hasta tres propuestas diferentes de ampliación, del PSOE, Podemos y Cs. Finalmente, en marzo de 2019 y a través de un real decreto del Gobierno del PSOE se equipararon los permisos, con un calendario progresivo de aplicación: ocho semanas a partir de abril de 2019, 12 semanas en 2020 y 16 semanas en 2021.   

Suscríbete para seguir leyendo