Crónicas de una Navidad pandémica
Feliz Navidad empañada desde Salamanca
Menos mal que hay algo que siempre permanece inamovible haya pandemia o un apocalipsis zombi: el menú de Nochebuena de tu madre
Ana Sánchez
Periodista
En vez de “¿cómo estás?”, a ella le preguntan “¿que has hecho qué?”. No sabe cocinar, pero sí tirar hachas. Si le haces una pregunta retórica, lo más probable es que la responda. Autora de ‘Barcelona increíble’ (Ediciones B).
Hacer la maleta, a estas alturas de pandemia, tiene un punto épico. Uno se siente un hobbit de El señor de los anillos a punto de hacer alguna heroicidad con mascarilla. Unos meses sin viajar y ya entras en el AVE con andares de Willy Fog. Te rebozas en gel, resoplas bajo la FFP2, miras el paisaje moviéndose por la ventanilla con más brillo en los ojos que Candy Candy. Este año no ha vuelto a casa por Navidad ni el chico del anuncio de El Almendro.
Yo intuyo que estoy cerca de casa cuando me parece ver a lo lejos a la princesa de Frozen. Si empiezas a echar de menos unas orejeras, justo cuando crees que la nariz se te va a desprender de la cara a lo iceberg, es que has llegado a Salamanca. El iPhone ya anuncia Navidad bajo cero. Nada, nada, te dirá tu madre, te pones tu “chambergo” (aquí es el nombre universal de los abrigos) y nos vamos a dar un paseo. La Navidad es menos Navidad si no te congelas de frío dando vueltas por la plaza mayor.
Hay dos cosas básicas que un salmantino recuerda instantáneamente justo antes de pisar la calle. Ya no eres Ana, sino “maja” o “mi niña”. Y solo hay tres sitios donde ir: “Paquí”, “pahí” y pallí”. Ahora sí. Te vas a dar una vuelta pahí. “¿Qué tal, maja?”. “¡Cuánto tiempo!”. Saludos con vaho, reencuentros ventilados. Feliz Navidad empañada. Sí, son malos tiempos para los gafotas, y más bajo cero.
Este año se ve más gente en las terrazas de Salamanca que en las del Caribe. Aunque esto parezca Siberia, siempre te encuentras a alguien esperando debajo del reloj de la plaza (el sitio universal para quedar). Caminas entre los puestos de turrón. Instagrameas el cartel de “chochos típicos de Salamanca” (en realidad son dulces sin rombos). Diez minutos caminando, ya va siendo hora de pararse a tomar un vino. Sueltas una lagrimilla cada vez que te dan un pincho gratis. Y, sí, claro, recuerdas los tiempos pre-toque de queda: cuando empezabas tomando el aperitivo y no pisabas por casa hasta las 6 de la mañana. “¿Nos vemos ni que sea de lejos?”, te preguntan por Whatsapp tus amigos. ¿O son allegados? Te encoges de hombros y cuentas burbujas. Te sientes más perdido que Sergio Ramos intentando pronunciar “Pfizer”.
Menos mal que hay algo que siempre permanece inamovible haya pandemia o un apocalipsis zombi: el menú de Nochebuena de tu madre. Nostalgia exprés. Recuerdos felices a bocados. Así que mandas como en los tiempos precovid ese selfi delante del plato de carabineros con su respectivo “aquí, sufriendo”. Alguien imita a Miguel Bosé. Vetas al Dúo Dinámico del Spotify. Que nooo, que no quiero más, mamá. ¿Habéis oído lo de las uvas en supositorio? Empieza la quiniela a ver con qué vestido informará Fernando Simón de los contagios el 31 de diciembre. ¡Venga, otra copita! Como dicen los memes, "hay vinos que mejoran con los años, pero este año ya solo mejora con vino".
Suscríbete para seguir leyendo
- Barcelona, “decepcionada” y “preocupada” por que la Generalitat anuncie una desalinizadora flotante en el puerto sin avisarle
- García-Castellón y Gadea dejarán sus plazas en la Audiencia Nacional y Pedraz sopesa hacerse con el juzgado del Tsunami, por Ernesto Ekaizer
- El invierno vuelve por Sant Jordi: los meteorólogos alertan del fenómeno que nos espera la próxima semana en Catalunya
- El presidente del PP de Esplugues coló durante años facturas personales como gastos del partido para pagarlas con dinero público
- Airbnb aconseja a los propietarios que no anuncien las piscinas en sus alojamientos turísticos
- Vuelve Moisés a Pasapalabra: el concursante desvela los problemas que sufrió en el pasado y por los que tuvo que abandonar el programa
- DANA a la vista: estas serán las zonas más afectadas
- Sumergir los pies en vinagre, la nueva tendencia que arrasa: estos son sus beneficios