a las puertas de una nueva oleada del covid

La tercera oleada: los 21 días en los que nos jugamos la vida

El Govern confirma la marcha atrás en la desescalada y aplicará nuevas restricciones de movilidad, aforo y reuniones

El plan afecta sobre todo a la hostelería, que podrá abrir en dos franjas horarias y que tacha las medidas de "declaración de guerra"  

Terrazas en Gràcia, Barcelona

Terrazas en Gràcia, Barcelona / RICARD CUGAT

Valentina Raffio

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Hace ya una semana que los indicadores sobre el covid-19 en Catalunya empezaron a dibujar un preocupante repunte de casos. Así que este viernes, en vísperas de las vacaciones de Navidad, la Generalitat anunció un paso atrás en el plan de desescalada. A partir del lunes empiezan otros 21 días de restricciones, aunque menos severas de lo que los expertos hubieran deseado. Las restricciones afectan sobre todo al sector hostelero, que levantará la persiana con nuevas limitaciones horarias y de aforo.

"No será la Navidad que queríamos. Pero no vamos bien. Y ante la constatación del aumento de contagios, el Govern ha decidido actuar: hay que frenar el covid como sea. Cueste lo que cueste", expresó el presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, como preámbulo a las restricciones anunciadas este viernes.

A partir del 21 de diciembre y hasta el 11 de enero, con algunas excepciones para los días festivos, las restricciones de movilidad, aforo y reuniones se imponen en toda Catalunya. El objetivo, frenar el aumento de contagios que desde hace días esbozan un repunte en la curva de la pandemia.

Los datos hablan claro. Solo ayer se diagnosticaron 2.252 casos más de covid-19 en Catalunya. En la última semana, el balance fue de casi 10.000 personas infectadas. Estas cifras reflejan los contagios que se produjeron durante el puente de la Constitución. Como ya viene siendo habitual en estos meses de pandemia, los momentos de ocio suelen venir acompañados de un relajamiento de las medidas. Y es ahí donde el virus aprovecha para volver a brotar.

Tendencia ascendente

Así que hoy por hoy no preocupan tanto las cifras actuales, sino la tendencia ascendente que siguen. Algo que podría empeorar tras las fiestas de Navidad, cuando tendrán lugar más encuentros sociales de corta distancia. En EEUU, donde hace tan solo unas semanas se celebraban los tradicionales reencuentros de Acción de Gracias, se ha vuelto a superar un récord de contagios y muertos. El jueves se registraron 250.458 infecciones nuevas y 3.784 fallecidos por covid. Es el escenario que se intenta evitar en España, donde varias comunidades autónomas han endurecido las restricciones cara a estas fiestas.

El plan de Catalunya para frenar el aumento de contagios se centra sobre todo en el sector hostelero. A partir del lunes, bares y restaurantes solo podrán abrir para servir desayunos y almuerzos. La hostelería podrá subir la persiana en dos franjas horarias. Con limitaciones de aforo de un 30% en interior. Y con una normativa más estricta sobre el uso de mascarillas.

La hostelería catalana, un sector ya quemado tras meses de cierres y restricciones, se manifestó en contra de la decisión tomada por el Govern. El Gremi de Restauració de Barcelona tachó las medidas de "declaración de guerra". Y la patronal esgrimió que "el funcionamiento intermitente de los bares y restaurantes durante 4,5 horas al día es radicalmente inviable y equivale a un nuevo cierre». La hostelería no solo lamenta la dureza de las medidas. También reprocha la falta de ayudas a uno de los sectores más afectados por las restricciones.

Nadie esperaba una Navidad así. Pero la pandemia de covid-19 sigue perfilando un panorama preocupante en prácticamente todo el mundo. Alemania, Holanda, el Reino Unido, Francia e Italia también han anunciado estos días un endurecimiento de las medidas frente al virus. En Alemania, Angela Merkel anunció el cierre de todas las actividades no esenciales a partir de este miércoles y como mínimo hasta el 10 de enero. Allí, la previsión es que la mayoría de las medidas sigan vigentes hasta que se forje una inmunidad de grupo de entre el 60% y el 70% de la población.

Catalunya encara estas fechas con «medidas lo más quirúrgicas posibles, sin recurrir a decisiones extremas», señaló el vicepresidente Aragonès. La ‘consellera’ de Salut, Alba Vergés, admitió que su departamento había aconsejado actuaciones "más restrictivas", pero que el Govern debe "contemplar el equilibrio" entre emergencia sanitaria y economía.

El Ejecutivo catalán acordó mantener el toque de queda y el cierre perimetral de la autonomía. Con excepciones para los días más señalados, cuando se atrasará el toque de queda y podrán reunirse hasta 10 personas (de dos burbujas de convivencia) para los días festivos.

Un último esfuerzo

Hoy por hoy, con unos indicadores en rojo sobre la mesa, en el horizonte se vislumbra una tercera gran oleada de contagios que podría llegar en enero. Hace ya semanas que científicos y sanitarios piden al unísono un último esfuerzo para seguir a rajatabla las medidas de prevención frente al virus. El 27 de diciembre empezará la campaña de vacunación contra el covid. Y poco a poco se irá viendo la luz al final del túnel.