Cáritas multiplica por nueve en un año las ayudas de alimentos, y triplica las de vivienda

"Hemos tenido que renunciar a atender todas las personas que nos han pedido ayuda", reconoce el presidente de la entidad, Salvador Busquets

"Tras la Guerra Civil, era habitual realquilar habitaciones en pisos compartidos. Ahora eso ha vuelto a repuntar, y nos preocupa", señala

Voluntarios del economato interparroquial gestionado por Caritas en la ciudad de Torrent (Valencia) preparan alimentos para familias afectadas por el covid.

Voluntarios del economato interparroquial gestionado por Caritas en la ciudad de Torrent (Valencia) preparan alimentos para familias afectadas por el covid. / Ana Escobar / Efe

Elisenda Colell

Elisenda Colell

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El colapso de la pobreza que ha emergido tras la pandemia del coronavirus impacta ya en las entidades sociales, hasta el punto de tener que decir no a algunas de las personas que llaman a las puertas para pedir ayuda. Al menos, esto es lo que le ha ocurrido a Cáritas en Barcelona, que ha superado con creces el número de hogares que podía abastecer. Lo ha reconocido este miércoles Salvador Busquets, el director de la oenegé, que ha pedido un esfuerzo adicional a las administraciones para detener, de una vez, la sangría de personas que no tienen cómo seguir adelante.

La evolución de los datos de la entidad en Barcelona da miedo. En 2019 eran 1.118 personas las que necesitaban que la entidad les ayudara en algo tan básico como comprar comida. A día de hoy, son más de 10.000, un aumento nueve veces mayor. Para poder pagar el alquiler, el año pasado recorrieron a ellos 3.021 personas. Hoy son 10.067, más del triple. Pero aún hay muchas más que necesitan este apoyo. "No hemos podido abastecer a todo el mundo que nos pide ayuda, no lo podemos asumir, y hemos tenido que priorizar por primera vez", ha contado el Busquets. Cáritas ha optado por atender aquellas familias más necesitadas, que están excluidas de cualquier ayuda social. Por otro lado, a aquellos que no han llegado, Cáritas ha ayudado a tramitar el Ingreso Mínimo Vital a más de 200 familias, de las cuales menos del 2% está hoy cobrando esta prestación.

O te infectas, o en el paro

De todos los hogares atendidos este año por la entidad, la mitad han perdido el empleo. Del resto, el 17% trabaja pero sin contrato. Es decir, que no se puede beneficiar ni de las bajas médicas, ni tampoco de las prestaciones de desempleo o de ERTE. "Estamos hablando de que el 70% de las personas que atendemos tienen una situación laboral precaria", ha señalado la responsable de incidencia de Cáritas en Catalunya, Míriam Feu. Es relevante el hecho de que el 69% de las familias atendidas por la entidad en la diócesis de Barcelona ha asumido más riesgos relacionados con la enfermedad del coronavirus para poder mantener el empleo, y que dice que si tuviera que hacer cuarentena se quedaría sin ingresos, y sin trabajo.

Volviendo a la posguerra

"Después de la Guerra Civil, era habitual que las personas, para poder tener un techo, optaran por realquilar habitaciones en pisos compartidos. Esta tendencia fue residual durante los años 80 y 90, pero ahora ha vuelto a repuntar, y nos preocupa", ha señalado Busquets. En 2019 Cáritas atendía cerca de 500 hogares que vivían en estas viviendas tan precarias. En enero del 2020 fueron 900. Y tras la pandemia el número se ha duplicado hasta las 1.600. Se ha triplicado en un año. "Necesitamos que las administraciones hagan políticas de vivienda asequible para estas personas, que puedan acceder a un alquiler social. La situación es grave", ha añadido Busquets, que cree que estos datos en una sociedad desarrollada como la nuestra tienen que hacer pensar a los gobernantes.

Abandono escolar

Otro de los temas que preocupa a Cáritas es la situación de los menores y la brecha digital. "El hecho de no poderse conectar a internet, de no tener ordenador, ha impactado directamente en su resultado académico, que ha bajado considerablemente. Este es un indicador grave de que la pobreza se transmite de generaciones. Debemos garantizar la igualdad de oportunidades", ha subrayado Feu. Entre los menores que atiende la entidad, Càritas calcula que 5.800 han sufrido el apagón digital, cerca del 25% de las familias con menores que ayudan. De estos, el 12% ha repetido curso y el 4% han abandonado los estudios.