UNA NIÑA DE 9 AÑOS

La justicia británica reconoce por primera vez la contaminación del aire como causa de una muerte

Una niña de 9 años fue víctima de la exposición a niveles de contaminación atmósferica prohibidos por la OMS

La pequeña hubo de ser hospitalizada en urgencias en una treintena de ocasiones coincidiendo con el aumento de dióxido de nitrógeno y partículas flotantes

The sun rises above the financial district of the City of London April 23  2011  Britain s Department for Environment  Food and Rural Affairs has issued a smog alert for England and Wales over the Easter weekend  due to high levels of ozone and particulates brought on by summer-like weather conditions      REUTERS Kieran Doherty (BRITAIN - Tags  CITYSCAPE ENVIRONMENT BUSINESS)

The sun rises above the financial district of the City of London April 23 2011 Britain s Department for Environment Food and Rural Affairs has issued a smog alert for England and Wales over the Easter weekend due to high levels of ozone and particulates brought on by summer-like weather conditions REUTERS Kieran Doherty (BRITAIN - Tags CITYSCAPE ENVIRONMENT BUSINESS) / REUTERS / KIERAN DOHERTY

Begoña Arce

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ella Adoo- Kissi- Debrah tenía 9 años cuando murió el 15 de febrero del 2013 de un ataque agudo de asma. Fue el último de una larga serie de ataques que habían obligado a hospitalizarla urgentemente en una treintena de ocasiones. Ahora, Ella se ha convertido en la primera persona en el Reino Unido en cuyo certificado de defunción figurará la contaminación atmosférica como causa de su fallecimiento.  La primera vez que el pésimo estado del aire en la capital británica se vincula directamente con una muerte.

Una investigación oficial, a cargo del forense judicial, Philip Barlow, llegó a la conclusión de que, “Ella murió a causa del asma, al que contribuyó una exposición excesiva al aire contaminado”. La niña vivía en Lewisham, un barrio en el sudeste de Londres, en una vivienda situada a menos de 30 metros de la Circular Sur, una gran arteria de circunvalación con un enorme tráfico. “En el curso de su enfermedad, entre el 2010 y el 2013, estuvo expuesta a niveles de dióxido de nitrógeno y partículas flotantes que superaban los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud”, señala Barlow.  La madre de la pequeña, Rosamund Adoo-Kissi-Debrah, “no fue informada de los riesgos para la salud” y por ello no tomó las medidas “que hubieran podido impedir su muerte”, como por ejemplo haberse trasladado a vivir a otra parte.  

La conclusión de la vista, que ha durado dos semanas en el Tribunal Forense del Sur de Londres, “es un hito”, según el profesor Gavin Shaddick, consejero del gobierno en temas de contaminación atmosférica.

 Viviendo al filo de la navaja

La madre, una profesora, llevaba años tratando de que se revisará la conclusión del forense en el 2014, dónde sólo se aludía a un síndrome respiratorio agudo, como causa del óbito. Ese informe se anuló en el 2019 tras la aportación de nuevos elementos científicos y el informe de Stephen Holgate, un especialista en contaminación del aire. Ella “estuvo viviendo al filo de la navaja” los meses antes de su muerte, ha declarado Holgate, quien notó “el vínculo contundente” entre las hospitalizaciones de Ella y el aumento de los niveles de dióxido de nitrógeno y las partículas flotantes, en las proximidades de su domicilio.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ve la decisión del tribunal como “un punto de inflexión” y la prueba de que “la contaminación del aire supone una crisis de salud pública sobre todo para nuestros niños”. Khan confía en que la investigación sirva para “impulsar medidas más tajantes” en la laucha por un aire más puro.

Suscríbete para seguir leyendo