ACUERDO PIONERO

1,1 millones de indemnización por un atropello que causó daño cerebral a un ciclista

Un vehículo arrolló al joven en Burgos cuando circulaba por un paso de peatones

Un juez ha reconocido una de las mayores indemnizaciones por lesiones en cerebro

Un agente de la Policia Local realiza controles de movilidad en Burgos.

Un agente de la Policia Local realiza controles de movilidad en Burgos. / TOMAS ALONSO / EUROPA PRESS

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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Estudiaba un ciclo medio de telecomunicaciones y amaba el deporte. Le gustaba correr, nadar, jugar al fútbol. En noviembre de 2016 su vida dio un giro radical. Un día de ese mes, tras asistir a un entrenamiento, fue arrollado cuando circulaba con su bicicleta en un paso de peatones de una calle de Burgos. El conductor que le atropelló superaba la velocidad permitida y no le dio tiempo a frenar. Desde entonces tiene problemas cognitivos que le afectan a la memoria, a la atención y a la concentración. Un juzgado de primera instancia le ha reconocido una de las mayores indemnizaciones por lesiones cerebrales en un accidente acordadas en España. El joven percibirá de la compañía aseguradora 1,1 millones de euros.

Tras el atropello, el joven fue ingresado de urgencias en un centro sanitario con un grave traumatismo craneoencefálico, además de con otras fracturas, y llegó a entrar en parada cardiorrespiratoria. Pasó por la uci y por varias operaciones, logrando, finalmente, salvar su vida, pero con graves consecuencias para su salud. Como parte de su recuperación, participó en programas de rehabilitación de varios centros de atención del daño cerebral. Por culpa de las lesiones tuvo que abandonar sus estudios y el deporte. Sus actividades de ocio y tiempo libre han quedado marcadas con un claro componente sedentario, pues la  dolencia que padece provoca alteraciones que dificultan seriamente su interacción social.

El abogado al que la familia del joven encargó en caso, Abelardo Moreno, especialista en daño cerebral y presidente de la Asociación Neurolegal, asegura que entre las principales secuelas de estas lesiones están en las neuropsicológicas y neuropsiquiátricas, las cuales plantean una “enorme dificultad para su valoración al ser invisibles”. Se trata, subraya, de daños cognitivos que afectan a la atención, la memoria, el aprendizaje, las funciones ejecutivas, así como altera la expresión de las emociones, necesidades e impulsos. Igualmente el daño cerebral provocó  una disminución en la capacidad de coordinar los movimientos y dificultad para mantener el equilibrio.

Valorar lo invisible

Esta invisibilidad da lugar, en muchas ocasiones, según este jurista, “a una infravaloración por falta de información de los operadores jurídicos que redunda en los derechos del afectado y su entorno familiar”. “El sistema judicial y administrativo debería contar con una guía definitiva de valoración sobre los múltiples tipos de patología que conlleva un daño cerebral”, precisa el letrado

La aseguradora del vehículo que causó el atropello sostenía que la víctima había concurrido al daño causado al cruzar montado en su bicicleta por el paso de peatones y ofertó a la familia 329.945 euros. Sin embargo, los padres no la aceptaron y, a través del abogado, interpuso una demanda en los juzgados de primera instancia de Burgos. No solo se realizaron por expertos peritaciones psicosociales y neurológicas, sino también se solicitaron informes de reconstrucción del atropello y se valoró cada una de las secuelas y las futuras necesidades de actuaciones médicas y de adaptación a la vida.

Tras dos años de batalla judicial en un asunto complejo como es el daño cerebral, un juicio de ocho horas en dos sesiones y antes de que se dictara sentencia el abogado de la familia del joven y el de la compañía de seguros llegaron a un acuerdo que, posteriormente, fue aprobado y homologado por el juzgado. La víctima percibirá 1,1 millones de euros, 770.054 euros más de lo que en un principio estaba dispuesto a pagar la aseguradora. “Esta es una cantidad con la que por lo menos se podrá garantizar una vida más digna, aunque nunca el dinero es lo suficiente para mitigar el grave daño sufrido, pero ayuda”, subraya Moreno.

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