HUIDO DESDE HACE OCHO AÑOS

Cae un fugitivo que ocultó su identidad a su pareja y su hija

El atracador mató de un tiro en la cabeza a un hombre en Tarragona ha sido detenido en una masía del Alt Penedès

Detenido en Barcelona uno de los fugitivos más buscados en España

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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Era uno de los fugitivos más buscados de España. Vivía escondido en una masía de difícil acceso en Castellví de la Marca (Alt Penedès), de la que solo salía unas horas al día. Durante muchos años, Ramón Morte González, de 46 años, se hizo pasar por otra persona, ocultando su identidad incluso a su pareja sentimental y a su hija. En una operación conjunta de los Mossos y la Policía Nacional ha sido detenido en La Múnia, una localidad próxima a su guarida. En el 2012 desapareció tras ser condenado a 25 años de prisión como autor de un homicidio cometido 10 años antes, cuando disparó en la cabeza a un empleado de una empresa de Tarragona durante un atraco.

Sus andanzas y maniobras como prófugo duró hasta el último suspiro. Cuando los agentes iban a registrar la masía donde vivía, aprovechó para escapar por la puerta trasera y esconderse en un bosque cercano. Tras un amplio dispositivo, que incluso contó con el apoyo de medios aéreos con cámaras térmicas, fue descubierto y arrestado en la población de la Múnia, donde esperaba a ser recogido por unos familiares para llevarlo a un lugar desconocido. El fugitivo ha vivido callando quien era, hasta tal punto que su pareja y su hija se sorprendieron al conocer su verdadera identidad y sus antecedentes violentos.

Morte había conseguido ocultarse durante años gracias a una rede de vínculos personales y familiares que le facilitaban su mantenimiento económico . Al atracador se le consideraba uno de los fugitivos más buscados por su larga trayectoria como huido de la justicia y los delitos que cometió. Tenía en vigor una orden de busca y captura e ingreso en prisión por homicidio doloso, además de otras reclamaciones más por robo con violencia.

Una escopeta de cañones recortados

La investigación que ha concluido con su captura comenzó en julio del 2017, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la vigencia de la reclamación judicial por la que se solicitaba colaboración para dar con su paradero. Una de esas órdenes de detención era por el atraco mortal de Tarragona. El 25 de julio del 2002, Morte y dos personas más sustrajeron un coche y con el rostro cubierto con pasamontañas y armados con una escopeta de cañones recortados y un revolver asaltaron una empresa de Tarragona. Durante el ataque, exigieron a los trabajadores que se tiraran al suelo mientras robaban el dinero. Cuando huían con el botín y antes de subir al vehículo, un hombre se abalanzó sobre uno de ellos, provocando la caída de ambos al suelo. Durante el forcejeo, el empleado logró despojar al ladrón del pasamontañas. Como respuesta, el fugitivo detenido le disparó en la cabeza con la escopeta de cañones recortados. La banda llegó a escapar.

Pasaron nueve años. Gracias a los avances en técnicas de investigación forense y las actuales herramientas con las que cuenta la policía, se introdujeron en el sistema las huellas recogidas en la inspección ocular y, en esta ocasión, sí que se pudo identificar a uno de los autores del atraco. Se analizó también de nuevo el pasamontaña y se logró extraer el ADN de otro de los asaltantes. De esta manera, se pudo precisar que la organización había cometido más de 79 atracos y habían matado a tres personas. Con estas pruebas se detuvo a los tres integrantes e la banda, que ingresaron en prisión. El ahora arrestado salió en libertad hasta la celebración del juicio y aprovechó esa circunstancia para huir y evitar cumplir la condena de 25 años de cárcel. Nunca más se le volvió a ver.

El fugitivo no figuraba como propietario de ningún inmueble o vehículo y tampoco tenía trabajo conocido, por lo que usaba a personas de su entorno para subsistir, con el objetivo pasar desapercibido y no dejar rastro. Avanzadas las pesquisas, los agentes tuvieron conocimiento de que algunos miembros de su entorno familiar eran dueños de algunas fincas en distintas localidades de la provincia de Barcelona. Tras realizar comprobaciones, los investigadores verificaron que la actual pareja del huido vivía en la masía de Castellví de la Marca.