en busca de consenso

Gobierno y autonomías aplazan una semana el plan navideño ante la falta de acuerdo

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Manuel Vilaseró

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El intento de consensuar recomendaciones válidas para toda España de cara a las Navidades ha encallado en las discrepancias de varias comunidades. Gobierno y autonomías ni siquiera han llegado a debatir la propuesta del Ministerio de Sanidad que aconsejaba no celebrar reuniones de más de seis personas y ampliar hasta la 01:00 la movilidad nocturna en Nochebuena y Nochevieja. El departamento reformulará su propuesta y su titular, Salvador Illa, se ha mostrado confiado de que en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del próximo miércoles se pueda alcanzar el consenso.

La reunión no ha sido plácida. La mayoría de los consejeros autonómicos han criticado la filtración del borrador del documento ministerial antes de que pudiera debatirse en el Consejo. Especialmente encendida ha sido la queja del representante del País Vasco. Pero más allá de las cuestiones formales, el problema de fondo es que varias autonomías, entre ellas Madrid, quieren abrir más la mano para tener una Navidad lo más normal posible.  

Advertencia de Sánchez

Consciente de las discrepancias existentes, Pedro Sánchez ha advertido desde la cumbre hispano-italiana que se celebra en Palma de Mallorca, que el límite de seis personas en las reuniones "no es un capricho". "Es lo que nos ha dicho la ciencia. Sigamos las recomendaciones de la ciencia. No bajemos la guardia. Las cifras pueden volver a subir", ha añadido. El mensaje es que "mejoramos pero no tenemos que bajar la guardia", en palabras de Illa. 

Pero el calendario aprieta, los ciudadanos están planificando ya sus vacaciones navideñas y el riesgo de que cada comunidad tome las decisiones que crea convenientes por su cuenta es cada vez más alto. En las horas previas al Consejo Interterritorial de este miércoles,  cada autonomía ha ido haciendo públicas sus discrepancias y ha esbozado sus propios planes. La decisión sobre la movilidad entre las autonomías es una de las claves, ya que lo que haga cada una afecta al resto. 

Catalunya y Madrid

Catalunya ya había anunciado el martes que al margen de lo que decidiera el Consejo Interterritorial mantendría el toque de queda a las 22 horas durante todas las Navidades. Optaba por una restricción más dura que limitaría drásticamente las celebraciones de la Nochebuena y la Nochevieja, pero en cambio abría la mano para las comidas y reuniones familiares que podrían ser de hasta 10 personas. El confinamiento perimetral se levantará el 21 de diciembre

Madrid opta por las medidas más laxas. Prefiere demorar el inicio del toque de queda a la 1.30 horas en las dos fechas claves y ampliar las reuniones familaires y sociales a un máximo de 10 personas los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 y 6 de enero. El documento ministerial recomendaba que estas reuniones se limitaran en lo posible a los convivientes pero Madrid quiere permitir la participación de personas de hasta tres grupos de convivientes.

"El esfuerzo que han hecho los madrileños estos meses" en los que han bajado mucho los contagios "debe verse reconocido, la gente no quiere verse verse por 'skipe', sino encotrarse  con sus familiares", ha argumentado el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, que no espera tener que cerrar nuevamente los límites de la comunidad una vez pasada la semana del puente de la Constitución. 

El Ejecutivo presidido por Isabel Díaz Ayuso, plantea permitir las salidas de aquellos residentes de centros para mayores y personas con discapacidad a los que hayan detectado anticuerpos IgG en los últimos seis meses o que hayan tenido una PCR positiva en los últimos tres meses.

Los que no hayan desarrollado anticuerpos y no hayan pasado el coronavirus, también podrían salir del centro con la condición de permanecer en aislamiento a la vuelta y someterse a una prueba diagnóstica. Para aquellos residentes que "no estén en disposición de abandonar" los centros, la Comunidad de Madrid propone facilitar las comunicaciones telemáticas con sus familias en Navidad. 

El resto

Castilla y León, del mismo signo político pero con la tasa de contagios más alta de España, ha expresado su coincidencia con las propuesta del ministerio. Esta autonomía sí es partidaria de mantener su cierre perimetral en Navidad, valorando en su momento la posibilidad de abrir las provincias con mejores datos. También defiende que no se permita la asistencia a las campanadas de Fin de Año, con cabalgatas por la tele y comidas de trabajo de hasta seis personas.

Galicia baraja alternativas para personas sin convivientes y pedirá computar de manera diferente a los niños, mientras que Cantabria recomienda no organizar cenas ni encuentros entre personas que no sean convivientes. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha asegurado que las medidas para las fiestas podrán variar de las propuestas por el Gobierno, pero no se tomarán en la comunidad hasta mediados de diciembre, según la evolución de la pandemia. Su nivel de contagios no se ha estabilizado hasta fechas muchas recientes. 

El País Vasco opina que la "mayoría" de medidas de ese borrador ya están vigentes en su territorio, como las limitaciones de movilidad y horarios, la recomendación de no celebrar encuentros con personas no convivientes y la necesidad de llevar mascarilla y mantener la distancia de seguridad.

Las vacunas

El Consejo también ha abordado el análisis de la estrategia de vacunación frente a covid-19 que ayer aprobó el Consejo de Ministros. Un plan que prioriza a los 2,5 millones de internos y trabajadores sanitarios y sociosanitarios en residencias de personas mayores y con discapacidad para recibir las primeras inyecciones de la vacuna, aunque el Gobierno prevé que toda la población pueda acceder al fármaco a lo largo de 2021.

El Consejo ha acordado intensificar las conversaciones con las comunidades para que los criterios que éstas apliquen sean comunes en la línea del plan aprobado por el Ejecutivo.

La estrategia divide en tres las etapas de vacunación en función de la disponibilidad de las dosis: una primera "con un suministro muy limitado" entre enero y principios de a marzo y que iría a parar a este grupo, y posteriormente al resto de personal sanitario y sociosanitario y a las personas con discapacidad "que requieren intensas medidas de apoyo para desarrollar su vida (grandes dependientes no institucionalizados)".

La segunda etapa aumentará progresivamente la vacunación hasta junio, momento en el que empezará la tercera y última, aunque en ninguno de los dos casos especifica con qué grupos; no obstante, según indicó Illa, los 14 colectivos restantes "se darán a conocer oportunamente".

España aspira a conseguir 140 millones de dosis -que servirán para inmunizar a 80 millones de personas- de las distintas vacunas que negocia la Comisión Europea con siete farmacéuticas: hasta el momento ha cerrado seis contratos de compra anticipada con Astra-Zeneca/Oxford, Sanofi/GSK, Janssen, Pfizer/BioNTech y Moderna; además, espera firmarlo en breve con Curevac y Novavax.