ENTREVISTA

Remedios Zafra: "En cierta forma, 'habitamos' ya en las pantallas"

"Hay que aprovechar el actual zarandeo vital para pensar mejor un mundo que no era justo, igualitario ni bueno para todos", afirma la escritora, ensayista y científica titular en el Instituto de Filosofía del CSIC

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MONTSERRAT BALDOMÀ

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Escritora y ensayista, Remedios Zafra es científica titular en el Instituto de Filosofía del CSIC. Doctora en Arte y licenciada en Antropología Social y Cultural, Zafra ha participado en el ciclo de conversaciones 'Fuera de Eje' de Caixa Forum. La investigadora orienta su trabajo al estudio crítico de la cultura contemporánea, el feminismo, la creación y las políticas de la identidad en las redes.

-¿El confinamiento nos deja algún aspecto positivo?  

-Los confinamientos a lo largo de la historia han sido también grandes oportunidades para la concentración. En la literatura y en la ciencia existen numerosos ejemplos de obras y descubrimientos realizados cuando sus protagonistas estaban recluidos. El tiempo de lectura es siempre un tiempo ganado. Escritores encarcelados, poetas y religiosas que convertían su encierro en escritura íntima y reflexiva, y ahora que muchos miramos a la ciencia con esperanza no cabe olvidar las necesarias condiciones de tiempo, financiación y apoyo que necesitan, pero también de concentración. El ejemplo de Isaac Newton es muy revelador, porque huyendo de la epidemia de peste que asolaba varias ciudades inglesas en 1665 se confinó en la granja familiar. Esta reclusión permitió que avanzara en la teoría de la gravitación universal, el desarrollo de las bases de la mecánica clásica, la formalización del método de fluxiones, en el teorema del binomio y que contribuyera a poner de manifiesto la naturaleza física de los colores.

-Confinados, nos afanamos en hacer muchas cosas.  ¿El aburrimiento está infravalorado? 

En cierta forma sí. Sobrevaloramos la productividad y si no trabajamos tenemos la mala conciencia de estar perdiendo el tiempo. Incluso cuando en apariencia no trabajamos, muchos llevamos el trabajo a cuestas. La tecnología tiene mucho que ver en esta dificultad de desconexión, pero también una cultura que ha subestimado la necesidad de los tiempos vacíos, el descanso y, en gran medida también, el aburrimiento. Virginia Woolf sugería la importancia de holgazanear por las esquinas. Saturar la vida de tareas es la manera más eficaz de evitar pensar.

-¿Ha servido el confinamiento para que repensemos nuestra manera de vivir? 

Estamos en el vórtice de la tormenta, confundidos y desasosegados. Seguramente visto con distancia temporal estamos inmersos en un cambio cultural y humano importante como otros vividos con pandemias y crisis globales. Claro que aprenderemos y claro que estamos repensando nuestra manera de vivir. Lo que sin embargo a mí más me preocupa es si ese repensar se limitará a cambios epidérmicos que nos habituarán a vivir con mascarilla y más distanciados, o si seremos capaces de aprovechar el zarandeo vital de la época para pensar mejor un mundo que ni mucho menos era justo, igualitario ni bueno para todos.

-¿La pandemia nos ha hecho más adictos tecnológicos? 

-A quienes no lo eran, con seguridad sí. La pantalla ya no es el lugar de entretenimiento, sino el lugar donde trabajar, estudiar, comprar y contactar con otros. En cierta forma, habitamos ya en las pantallas.

-¿Marcará el covid-19 un antes y un después en la manera en qué tenemos de comunicarnos y de relacionarnos? ¿También de ligar?  

-La distancia y las mascarillas, el control en el número de personas dificulta el encuentro material y las formas afectivas de antes. Es interesante observar el aumento en la venta de juguetes eróticos y la normalización del sexo a distancia. Antropológicamente me parece muy sugerente observar cómo los humanos buscamos maneras de querernos y de materializar el deseo a través de pantallas y tecnología. Cambiaremos las formas de socializarnos y de relacionarnos equilibrando lo que queremos recuperar de antes con lo que habremos de cambiar para vivir más seguros.

-En esta sociedad hiperconectada, ¿somos más relacionales o más solitarios? 

-Es la ambivalencia de nuestro tiempo. Vivimos más aislados en nuestras casas conectadas pero sin embargo estamos hiperconectados con familia y amigos. Es una nueva socialidad hecha de multitud de solos conectados.

-Póngale un titular a lo que estamos viviendo. Y otro, a lo que está por venir.

-Ahora: "Acelerados por la hipervisibilidad hemos sido frenados por lo invisible". Y por venir: "El futuro humano mejorado se construye sobre la ciencia y los cuidados mutuos y no sobre la política de confrontación".

Un futuro de oportunidades

EL PERIÓDICO y Fundación La Caixa dan voz cada semana a los perfiles socialesculturales científicos que con su esfuerzo están creando una sociedad con más oportunidades para todos