Nuevo estado de alarma

Los expertos abogan por el confinamiento en Catalunya

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Valentina Raffio / Juan José Fernández

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Los datos hablan claro. La segunda ola de la pandemia sigue creciendo en Catalunya, en España y, en general, en toda Europa. El informe de este lunes de la Conselleria de Salut habla de un riesgo de rebrote de 841 en el territorio; una cifra que desborda el umbral de gravedad con el que, hasta ahora, se ha medido la expansión del virus. El último informe suma 4.167 positivos más respecto al balance anterior. Y contabiliza 2.017 pacientes ingresados en hospitales, de los cuales 347 en una unidad de cuidados intensivos. 

Con todos estos indicadores en números rojos, la Generalitat estudia qué otras medidas aplicar para frenar el aumento exponencial de contagios. El confinamiento de fines de semana se postula, hoy por hoy, como una de las principales cartas sobre la mesa del Govern. La viabilidad de esta medida está siendo discutida por el comité de expertos del Procicat, por lo que su aplicación (o no) podría anunciarse en los próximos días. 

La 'consellera' de la Presidència, Meritxell Budó, ha explicado este lunes que se están estudiando diferentes escenarios para intentar frenar los contagios aunque, por ahora, se intentará evitar a toda costa un confinamiento generalizado como el de marzo. Sobre la aplicación de nuevas medidas bajo el recién aprobado estado de alarma, la portavoz del Govern ha lamentado las limitaciones que implica este paraguas jurídico para las autonomías.

La 'consellera' ha puesto como ejemplos que con el actual decreto de estado de alarma el Govern no puede decretar la obligatoriedad del teletrabajo ni decidir unilateralmente alguna medida que tenga en cuenta algún confinamiento domiciliario. En estos casos, según ha añadido, se necesitaría el permiso del TSJC o del Gobierno.

Los expertos piden de nuevo reducir la actividad social

Varios expertos se han posicionado a favor de esta medida como vía para reducir las interacciones sociales que pueden derivar en una mayor expansión del virus. Magda Campins, jefa de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, ha explicado que la aplicación de este tipo de restricciones pueden ser efectivas para frenar la curva de contagios, pero que es indispensable la colaboración ciudadana para que realmente tengan efecto. "No tenemos que interpretar estas medidas como una restricción puntual. Tenemos que entender que durante una temporada tenemos que salir solo para lo imprescindible", ha advertido este lunes la experta, en declaraciones al 'Matí de Catalunya Ràdio'.

En la misma línea se ha pronunciado el epidemiólogo Antoni Trilla, experto del Hospital Clínic y de la Universitat de Barcelona. "Tenemos margen para hacer cosas, pero este margen es cada vez más estrecho", ha defendido el salubrista en una entrevista matutina emitida por el 'Planta Baixa' de TV3. El experto también habla de las medidas "individuales" y "colectivas" como "una buena receta" para frenar los contagios. "Cada contacto es igual a un potencial contagio. Esto se consigue reduciendo la movilidad, minimizando los encuentros fuera de la burbuja familiar o reduciendo la presencialidad en las empresa, entre otros", ha sostenido el epidemiólogo.

También el virólogo y director del Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, Luis Enjuanes, ha abierto la puerta a un confinamiento domiciliario si los datos de contagios no mejoran. "Un confinamiento de 15 días o un mes no creo que sea suficiente para hacer bajar los números de manera significativa y que no vuelvan a remontar enseguida", ha opinado el virólogo, que no ha descartado "el confinamiento domiciliario si la cosa no se soluciona en un plazo de tiempo razonable".

Y ha advertido que vienen unos meses duros. "Probablemente esta Navidad el virus aún no se habrá atenuado suficiente. Ahora, con los espacios cerrados, si no mantenemos una disciplina extraordinaria, viene una época muy dura. La bajada de las temperaturas y estar en espacios más cerrados es mal asunto para los virus", ha advertido.

Según Enjuanes, "la pena ha sido que después de la primera ola, se hizo una apertura excesivamente rápida. Y ha explicado que "ha habido mutaciones del virus que han facilitado su diseminación".

El científico no recomienda "en absoluto" actos multitudinarios. "Me llevo las manos a la cabeza de determinados actos. Actos hechos con la cabeza sí, pero no tenemos ninguna necesidad de ir al fútbol", ha opinado Enjuanes que, sin embargo,  se ha mostrado partidario de reabrir bares y restaurantes: "Siempre es bueno dejar un pequeño nivel de actividad tomando precauciones: tener un restaurante abierto hasta horas prudentes, con poca gente y buena ventilación, mantendría un equilibrio", ha destacado.

Mal pronóstico para los próximos días

Hace ya semanas que los expertos hablan de un escenario de transmisión comunitaria en Catalunya. Esto, en la práctica, implica que es cada vez más difícil atajar la cadena de contagios y que, de seguir así, los casos seguirán aumentando exponencialmente. Este escenario, además, implica que los servicios sanitarios se irán cargando cada vez más y más de pacientes; tanto de enfermos por covid-19 como por otras patologías. Y es ahí donde vuelve a brotar el miedo a la saturación sanitaria. Los centros de atención primaria ya hablan de una avalancha de pacientes y de una preocupante falta de personal, recursos y espacios para atenderlos. Mientras, los hospitales catalanes triplican en dos semanas los ingresos por covid y ya ocupan un 40% de las camas de cuidados intensivos con pacientes infectados por coronavirus. 

El día 16 de octubre la Generalitat aplicó un nuevo paquete de restricciones extraordinarias para intentar reducir los contagios. La fórmula propuesta entonces preveía bares y restaurantes cerrados, limitaciones de aforo en los comercios y clases online en las universidades durante al menos 15 días. La evolución de los datos de esta semana, sobre todo a partir del viernes, será clave para saber si las medidas han logrado frenar la curva. Si los indicadores mejoran, significa que la actuación aplicada hasta ahora está funcionando. Pero si los números siguen en rojo, es probable que la estrategia para luchar contra este virus tenga que reformularse. Hoy por hoy el pronóstico es malo

Toque de queda

La versión catalana del estado de alarma se ha estrenado la noche de este domingo a las 22 horas y restringe cada día la circulación hasta las seis de la mañana. Es la franja horaria en la cual se podrá deambular por la vía pública en Catalunya solo para actividades imprescindibles, con absoluta preferencia para las personas que desempeñen servicios esenciales.

En la tarde del domingo, tras una reunión del Comité Ejecutivo de Crisis por el Covid-19 y el sistema de protección civil Procicat, y una vez publicado el decreto de nuevo estado de alarma en el BOE, explicaron las excepciones catalanas en comparecencia pública el conseller de Interior, Miquel SàmperEduard Sallent, comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, y Sergio Delgado, director general de Protecció Civil.

Insuficiente

Sàmper expresó el descontento de la Generalitat con el real decreto, subrayando que el toque de queda es una medida "necesaria pero insuficiente"Entre otras decisiones que el Govern no podrá tomar está la del confinamiento de municipios en horario diurno. Descontando medidas que ya había tomado, como la limitación del aforo al culto religioso o la del número de participantes en una reunión, a la Generalitat el decreto solo le deja la posibilidad -"no menor", matizó el 'conseller'- del confinamiento nocturno y de cerrar la comunidad autónoma. 

Pero la Generalitat pedía más, incluso la capacidad de ampliar el alcance de la suspensión de un derecho  fundamental como es la libre circulación: "La gravedad de la pandemia requiere un mecanismo ágil, a la altura del que tuvo el gobierno español en el mes de marzo -ha opinado Sàmper-. Esperábamos que lo que tuvo el Gobierno en marzo llegara a Catalunya y a todas las comunidades autónomas. Esto es caer en el mismo error de querer centralizar una actuación que consideramos que es insuficiente".

El responsable de Interior, no obstante, ha calificado de necesario el decreto, aunque, según ha explicado, "la Generalitat no puede tomar medidas como las que se han tomado en Italia, limitando toda actividad desde las seis de la tarde, o, por ejemplo, confinar en los fines de semana"; solo lo que ha bautizado como "confinamiento nocturno". En su opinión, el estado de alarma decretado debería haber sido más ambicioso y "con una cogobernanza real". 

La cultura, más tarde

La limitación horaria fijada por el Govern afecta a todos los establecimientos abiertos al público, que deberán dejar de aceptar clientes a las nueve de la noche, una hora antes del que se ha dado en llamar toque de queda. Pero la Generalitat catalana se ha reservado un margen para la Cultura, a la que permite un campo algo más ancho de excepción.

Lo ha explicado Delgado. El sentido general de las restricciones y sus excepciones es limitarse a "lo que es de urgencia e imprescindible, y está perfectamente justificado". Pero "las actividades culturales podrán cerrar a las 10 de la noche, teniendo sus asistentes el tiempo mínimo para poder volver a su domicilio", ha dicho el responsable de Protección Civil. 

Todas las actividades culturales que podrán disfrutar de este margen habrán de hacerlo con la mitad de su aforo, siempre con venta anticipada -por lo que conviene que el público se guarde su tiquet para mostrárselo a la fuerza pública si se lo requiere- y asientos predeterminados.

Esta excepción horaria de abrir hasta las 10 de la noche es para el cine, teatro y auditorios; "el resto de actividades abiertas al público finaliza a las 21 horas", ha explicado Delgado. 

Patrullas

Los Mossos y las policías locales vigilarán el cumplimiento del toque de queda en las calles y en el transporte público, que seguirá con su servicio ordinario y no modificará ni oferta ni horario, han aclarado los responsables de Interior.

"Lo que la noche de este domingo hará la policía es sobre todo informar -ha dicho el jefe operativo de los Mossos, Eduard Sallent-. A quien vean por la noche fuera de horario, le informarán de que debe volver a su casa. Esas personas en esta primera noche no serán denunciadas, pero sí las actividades que ya no se pueden hacer, comercios que no deben estar abiertos, botellones o reuniones de más de seis personas".

En la noche de este domingo, las patrullas policiales tendrán pues un papel, como ha dicho el 'conseller', "pedagógico y didáctico". A partir del lunes sí empezarán a sancionar por el toque de queda. La cuantía de las multas, ha explicado Sallent, se fija en el decreto ley 30/2020 de la Generalitat (una media de 300 euros). Los agentes denuncian la actividad que ven, para que "un órgano responsable" determine la cuantía de la infracción, según su gravedad y la reiteración, o por posible segundo motivo de denuncia, que es la desobediencia.

Sallent ha pedido a los ciudadanos que lleven encima "los documentos que nos faciliten el trabajo". O sea, una "declaración de autorresponsabilidad" que se puede bajar de la web de la Generalitat, un diagnóstico médico y/o un documento justificativo de la empresa para los empleados que no puedan teletrabajar.

Disuadir, no recaudar

El comisario Sallent ha insistido en la necesidad del control por parte de las fuerzas de seguridad: "Estas medidas salvan vidas. Estas medidas evitan muertes y el colapso de nuestro sistema sanitario".

El conseller de Interior ha querido dirigir un mensaje a la ciudadanía intentando calmar ánimos. Ha dicho, en primer lugar, que las sanciones que pueden caer a quienes violen el "confinamiento nocturno" no tienen "vocaciòn recaudatoria, pero sí disuasoria". Esta, ha declarado, "no es una medida coercitiva, es una medida indispensable. La pandemia, no solo en Catalunya ni en el Estado español, está avanzando de una manera incontrolable".

Y, de forma más directa, se ha dirigido a la ciudadanía para declarar más solemnemente: "La situación es crítica, el escenario es crítico; la vacuna no llega, el remedio tampoco. Por tanto, empatía total con sus sensaciones. Esperamos que seamos capaces de que esta segunda oleada que está entrando de forma tan violenta ustedes la padezcan lo menos posible".