LOS REBROTES EN CATALUNYA

El Govern desvincula el toque de queda de la posible reapertura de bares y restaurantes

La 'consellera' de Salut, Alba Vergés.

La 'consellera' de Salut, Alba Vergés. / periodico

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El Govern está ultimando los detalles del toque de queda que quiere aplicar en Catalunya en cuanto el Gobierno de Pedro Sánchez declare el estado de alarma. El Ejecutivo catalán se plantea aplicar un toque de queda nocturno que se prolongue de las 22.00 --en lugar de las 23.00-- a las 6.00 horas y prepara una batería de medidas complementarias para frenar la segunda ola de coronavirus que quiere poner en marcha cuanto antes sea posible.  En esta nueva fase, el Ejecutivo ha enfriado ahora la posibilidad de que la entrada en vigor del toque de queda suponga, al menos de forma inmediata, la reapertura de bares y restaurantes.

En paralelo, la 'consellera' de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha reconocido este sábado que la opción del confinamiento "está presente en los debates" del ejecutivo catalán y que es una posibilidad "que se pone encima de la mesa en función de cómo avancen los datos epidemiológicos". En declaraciones a RAC-1, Budó ha anticipado que, en caso de decretar este confinamiento domiciliario, las escuelas también deberían cerrar "con mucha probabilidad".

Por su parte, la 'consellera' de Salud, Alba Vergés, y el titular de Interior, Miquel Sàmper, han explicado este sábado, en declaraciones a Catalunya Ràdio, que esperan que el Gobierno apruebe cuanto antes el estado de alarma para que el toque de queda pueda entrar en marcha de manera inmediata. Una vez el Ejecutivo español apruebe el estado de alarma, el Govern reunirá al Procicat, que será el encargado de acordar el toque de queda nocturno, así como otras medidas.

Aunque todavía está pendiente de acabar de concretar, los 'consellers' han adelantado que el toque de queda podría iniciarse a las 22:00 o a las 23:00 horas, mientras que está claro que acabará a las 6:00 horas. "El horario (del toque de queda) aún no está establecido. Hay un borrador con las diez de la noche. Tenemos que hacer aquello que nos ayude a ver resultados. Los técnicos acabarán por determinar el horario", ha apuntado la 'consellera' Vergés.

La apertura de bares y restaurantes, en el aire

En todo caso, han subrayado que el toque de queda es una medida complementaria a las que se están tomando ahora y, en concreto, al cierre de bares y restaurantes, por lo que el Govern no se plantea, han dicho, reabrir ahora estos establecimientos ni siquiera de manera parcial. Esperará a tener datos para analizar el impacto del cierre de estos locales en la evolución de la pandemia, según apuntó ya el viernes la portavoz del Govern, Meritxell Budó, que prometió que "tan pronto como sea posible levantaremos las restricciones al sector".

En paralelo, Vergés ha señalado que el estado de alarma con la delegación de funciones en la Generalitat permitirá también al Govern llevar a cabo medidas ya puestas en marcha en marzo, como la contratación de estudiantes de último curso de medicina y enfermería para reforzar el trabajo en los centros de salud. En esta línea, ha subrayado: "Ya lo hicimos en marzo y fue muy bien. Ahora los centros de salud están tensionados y nos piden estas herramientas".

Además del toque de queda, el Procicat dará luz verde a una nueva batería de medidas para frenar los contagios del covid-19 que los 'consellers 'no han detallado pero que irán en la línea, según han señalado, de restringir aún más la movilidad de la población, aunque se descarta, de momento, los cierres perimetrales.

Por su parte, Miquel Sàmper ha señalado que las sanciones por saltarse el toque de queda nocturno podrían ir de los 300 a los 6.000 euros, en función de la gravedad, en los casos de que se produzca además desobediencia o reincidencia. E