CRISIS SOCIAL

Medio millón de catalanes han acudido a la Cruz Roja durante la pandemia

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Elisenda Colell

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"Sentía que me hundía. Llegué a un punto que no tenía leche ni pañales para mis hijos. He pasado las peores noches de mi vida", se sincera Mireia León, una madre de cuatro hijos que, a raíz de la pandemia mundial, perdió la mayoría de sus ingresos. Como ella, cerca de medio millón de catalanes han tenido que acudir a la Cruz Roja para poder salir a flote. Unos datos nunca vistos, que la entidad advierte que aún pueden empeorar más. Por ello, piden brío a las administraciones para que garanticen techo y alimentos a todas las familias. 

Desde marzo de 2020, hasta finales de agosto, fueron 485.863 personas, casi medio millón de catalanes, los que han necesitado el apoyo de la Cruz Roja para poder salir adelante. Una parte importante de ellos son personas que perdieron el empleo y necesitaron llenar la despensa para alimentar a sus familias, pero entre estas personas también se cuentan víctimas de violencia machista o personas que viven solas y requirieron la asistencia de voluntarios para poder alimentarse o comprar medicinas.

Los registros de la entidad muestran un repunte de los usuarios atendidos, que vivió su apogeo en el mes de mayo, cuando 10.378 personas acudieron de nuevo a las puertas de la entidad pidiendo ayuda. Una cifra que triplica los valores del año anterior. Más de la mitad de estos hogares son familias con hijos, y el 19% de los hogares tienen una mujer sola al cargo de varios menores. 

Es el caso de Mireia, que tuvo que encargarse de sus cuatro hijos, justo cuando su sueldo pasó de los 500 a los 200 euros al mes. "Trabajo de apoyo al servicio de la dependencia, y muchas personas mayores no querían que entráramos en sus casas. Perdí muchas horas de trabajo, y no podía buscar otras porque mis hijos me necesitaban en casa", recuerda. Sobretodo Ian, el menor, de 4 años, que descubrió enla situación en la que estaba su madre cuando pataleó por unos dulces. "Mi hija adolescente me dijo que si hacía falta ella rompía su hucha. Allí me desmoroné", reconoce la madre.

Los datos que presentó ayer la entidad social en rueda de prensa recogen historias como la de Mireia, e insisten en que la emergencia social derivada de la crisis sanitaria es abrumadora. "Es una situación extraordinaria que no nos habíamos encontrado nunca antes", expuso el presidente de la entidad en Catalunya, Josep Quitet. En parte, porque todas las delegaciones de esta entidad de ayuda humanitaria estaban en la misma situación, y no ha habido apoyos internacionales. 

Malas perspectivas

"Las perspectivas son malas, estos registros van a empeorar y debemos estar todos preparados", ha sentenciado el coordinador de la Cruz Roja en Catalunya, Enric Morist. Las perspectivas de la entidad son demoledoras, en parte porque calculan que muchas de las personas que están cobrando un ERTE caerán a las listas del paro, y porque muchas personas no han podido acceder a ayudas sociales, especialmente el Ingreso Mínimo Vital. "Hacemos un llamamiento a todas las administraciones para que hagan nuevos presupuestos para que podamos garantizar un techo y alimentación a todas las familias. No existe un plan B y la pandemia no va a desaparecer", ha insistido.

Mientras la Cruz Roja espera una respuesta de la Administración, la entidad se prepara para poder asumir la crisis social con fondos propios. Piden donativos a empresas y particulares, y han hecho un llamamiento a la "solidaridad". Durante el confinamiento, cerca de 200 empresas financiaron los más de 10 millones que ha invertido el ente.