LA SEGUNDA OLEADA DEL VIRUS

Ayuso no cede e Illa le urge a tomar medidas inmediatas

El ministro Salvador Illa y el consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, con sus respectivos equipos, este 28 de septiembre en la sede del ministerio, en la capital.

El ministro Salvador Illa y el consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, con sus respectivos equipos, este 28 de septiembre en la sede del ministerio, en la capital. / periodico

Juanma Romero

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"No hay que tomárselo como un juego. Y no se está tomando el control de la pandemia, está incrementándose semana a semana. Cuando uno va al médico quiere que le digan la verdad. Y la verdad es que hay transmisión comunitaria e incremento de casos y fallecidos". El ministro Salvador Illa intentaba este lunes imprimir dramatismo a sus palabras. Convencer a una Comunidad de Madrid que no está dispuesta a ceder y a adoptar medidas más restrictivas para contener el covid-19.

Lo hacía en rueda de prensa en la Moncloa y tras reunirse con el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, sin que ambos acercaran posturas. El tiempo se agota y, si no hay acuerdo, el Gobierno está decidido a intervenir Madrid. Aún no ha fijado plazos, pero quiere esperar a la cita de hoy del Grupo Covid –el órgano de colaboración entre las dos administraciones que pactaron Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso hace una semana– para tomar una decisión si no rectifica.

El Gobierno mantiene que hay que actuar "con determinación" para "tomar el control" de la pandemia, y cree que hay que poner en marcha ya sus "recomendaciones" –extender el confinamiento perimetral a toda la capital y a los municipios con una incidencia acumulada superior a los 500 positivos por 100.000 habitantes, recortar aforos de terrazas al 50%, prohibir el consumo en barra y limitar la movilidad–. Si no se toma el control para "doblegar la curva" (al Gobierno no le basta con aplanarla, con prolongar la meseta), "habrá que tomar decisiones aún más duras", avisó el ministro. "Ya vamos tarde", urgió, retomando una frase que han repetido los epidemiólogos en los últimos días, cuando recalcaban que los pasos dados por la Comunidad de Madrid eran insuficientes para frenar el avance del virus. Illa mantuvo que el Ejecutivo no quiere "tutelar", que desea "ayudar". "Pedimos a la presidenta madrileña que se deje ayudar, que escuche y vea los datos como son", reclamó.

"No se está tomando el control de la pandemia y esto no es un juego. Si no se revisan las medidas, veremos"

Salvador Illa

— Ministro de Sanidad

Illa se pertrechó de eso, de datos, para avalar su argumentación: Madrid notificó 13.449 casos más desde el viernes (la mayor cifra en la segunda ola), 1.458 más que el fin de semana anterior, y 223 fallecidos en los últimos siete días (frente a 180). La región contabiliza el 40% de los contagios de toda España y su tasa de positividad es del 20,7%, el doble que la media nacional. La incidencia acumulada es de 775,13 casos por 100.000 habitantes, por los 290 del conjunto de España.

Ruiz Escudero, en una comparecencia posterior, reprochó a Sanidad que se fije solo en la situación epidemiológica, cuando también importa, dijo, la capacidad de diagnóstico, que ha aumentado en la región, y la presión asistencial, que sigue creciendo, pero a un ritmo menor, lo que probaría, para el Gobierno regional, que sus medidas sí están funcionando

¿Intervención?

El consejero enfatizó que se ha reducido el crecimiento del total de ingresados por covid (264 más en la última semana, por los 591 más de la semana anterior), que ha descendido, por primera vez desde julio, el número de nuevos ingresos en hospitales (2.594 entre el 21 y el 27 de septiembre frente a los 2.624 del 14 al 20) y que ha decaído el crecimiento de pacientes en UCI un 11%. Para el Gobierno, esas cifras significan que el ritmo de incremento no es tan alto, pero la curva no cae, tal y como expresó el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón. "No hay dificultades a nivel de hospitalización", argumentó. 

"No podemos aceptar imposiciones. Estamos dispuestos a colaborar, a escuchar "

Enrique Ruiz Escudero

— Consejero madrileño de Sanidad

Además, Ruiz Escudero reclamó la "definición técnica" de por qué se elige el umbral de 500 casos por 100.000 habitantes para el cierre perimetral (Madrid lo fija en 1.000 contagios), y exigió que se use en toda España. Illa recordó que Ayuso justo había pedido atender a las "especificidades" de Madrid –una alta densidad de población, elevada movilidad...–, que no se dan en otros puntos del país, y que por eso se montó el espacio de "colaboración reforzada" (el Grupo Covid). No es igual una alta incidencia en una población de mil vecinos, justificó, a una comunidad grande y muy conectada y en la que el virus se propaga sin "control". De ahí que no quepa comparar Navarra —la autonomía en la que se fija Madrid, que tiene ya una incidencia de 683,26— con la capital y su conurbación. 

Madrid está "dispuesto a colaborar, a escuchar", pero no a "aceptar imposiciones", subrayó el consejero. Las palabras indicaban que Ayuso no prevé recular y que la reunión del Grupo Covid de la tarde del martes resultará, salvo sorpresas, baldía. El Gobierno regional defiende sus medidas y las restricciones en solo 45 zonas básicas de salud y también que los criterios empleados por el ministerio sean "homogéneos" en toda España. 

Illa, en el 'Telediario 2' de TVE, insistió en que confía en que Ayuso "revise" su plan y siga sus recomendaciones, basadas en criterios "científicos" y no políticos. "Hay que actuar con determinación y rapidez", apremió. ¿Y si no ocurre, intervendrá el Gobierno? "Si no hay revisión, veremos", respondió, sin indicar en ningún caso qué fórmula concreta puede emplear el Ejecutivo (el decreto de nueva normalidad, la ley de salud pública de 2011 o incluso el estado de alarma).

La puerta a la toma del control está más que abierta. Aunque si se produce, se avecina tormenta. Ruiz Escudero apuntó que el Gabinete autonómico no contempla esa vía porque no hay "criterios" para hacerlo. "No se ha planteado y esa vía de la imposición sería difícil. Espero que [el Ejecutivo de Sánchez] no tenga ni la tentación de poder pensarlo", añadió, negando que la comunidad esté librando una "batalla ideológica". El consejero agregó que "en ningún momento" Illa le trasladó el plazo máximo para dar marcha atrás, o sea que no apreciaba la urgencia que él transmitió a los medios. Aunque Sanidad interviniera Madrid, si el Gobierno de Ayuso no colabora, la decisión podría tener dificultades de aplicación, puesto que la gestión asistencial seguiría estando en manos de la presidenta.