MISA DE LA MERCÈ

Omella pide a los políticos unidad y que "trabajen por el bien de todos, no de unos pocos"

El arzobispo de Barcelona advierte contra "el demonio de la división" y contra los temas "que abren heridas"

El cardenal Omella, en un momento de la misa de la Mercè.

El cardenal Omella, en un momento de la misa de la Mercè. / periodico

Efe

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El presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, ha señalado este jueves durante la misa de la Mercè, que hay temas urgentes, como la pandemia, que solo se pueden resolver "todos unidos" y ha pedido a los políticos que desechen "toda ideología excluyente" y que "trabajen por el bien de todos, no de unos pocos".

En su homilía, Omella ha advertido de que "el demonio de la división anda merodeando por todas partes" y ha pedido apostar por la unidad: "No pongamos temas que abren heridas, que dividen, cuando hay temas mas urgentes que reclaman nuestra atención, que demandan una solución que podemos dar todos unidos y que sólo podemos dar todos unidos" ha insitido.

El cardenal ha presidido la ceremonia acompañado de los obispos de Terrassa y Sant Feliu de Llobregat en la Basílica de la Mercè ante un aforo de feligreses reducido por las medidas contra el contagio de covid-19. Entre las autoridades presentes estaban la 'consellera' de Presidència y portavoz del Govern, Meritxell Budó; el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni (PSC); el quinto teniente de alcalde, Albert Batlle (Units per Avançar) y concejales de todos los grupos municipales, excepto Barcelona en Comú.

Oración por los políticos

En el sermón, el arzobispo le ha pedido a la Virgen de la Mercè "la fuerza necesaria" para que "el demonio de la división, de la crítica, del recelo y de la sospecha, no haga mella en nosotros". Y ha tenido una mención especial para la clase gobernante: "Dales acierto en sus decisiones, para que promuevan la justicia, la paz y la libertad, la convivencia pacífica y fraterna". "Que en sus actuaciones tengan en cuenta, de manera especial, a los más pobres y necesitados. Que trabajen por el bien de todos y no de unos pocos. Que desechen toda ideología excluyente. Que sientan siempre tu protección y tu consuelo maternal", ha pedido en su oración.

El cardenal ha subrayado la importancia de comprometerse en un momento en que crece la pobreza y la desigualdad. "Es fácil hablar pero más difícil comprometerse", ha considerado el prelado, que ha revelado un secreto que le ha contado el papa Francisco: que el cardenal que ejerce de Limosnero del Vaticano, que atiende a los pobres, se alojó en un albergue de transeúntes, cuando fue enviado a uno de los países que están padeciendo más la crisis.