Operación de la Guardia Civil

Desmantelada una red narco que cosechaba marihuana en nueve localidades de Barcelona y Tarragona

Operación de la Guardia Civil contra una red narco en Barcelona y Tarragona

Diversos momentos de los registros realizados por la Guardia Civil en chalés de nueve localidades de Barcelona y Tarragona para el desmantelamiento de una importante red narco. / GC

Juan José Fernández

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Alquilaban chalés o los ocupaban, pinchaban la luz, instalaban salas de cultivo de marihuana y organizaban guardias rotatorias de vigilantes serbios para evitar la curiosidad de los vecinos, las miradas de la policía o la tentación de otros narcos. Era la forma de actuar de una red criminal que la Guardia Civil da por desmantelada en las provincias de Barcelona y Tarragona.

El instituto armado ha comunicado este martes la culminación de la Operación Caribes, de un año de duración y con un resultado de 31 detenidos de nacionalidades española, británica, serbia, bosnia y croata en diversas localidades en las proximidades de la costa catalana. Once de ellos han ingresado en prisión. 

A todos los detenidos les imputan los investigadores delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y defraudación del fluido eléctrico. En la operación han sido desmanteladas 12 plantaciones indoor de marihuana, con la incautación de 12.600 plantas, 190 kilos de cogollos procesados y 50.000 euros en efectivo.

La operación Caribes, desarrollada en tres fases, ha implicado también la realización de 19 registros e n las localidades barcelonesas de Sant Pol de Mar, Canyelles y Olivella, y en las tarraconenses de Torredembarra, Tortosa, Valls, Pla de Manlleu, Segur y Cabra del Camp. En ninguno de los registros se han intervenido armas de fuego.

Guardas a sueldo

Un incendio que se declaró en el cableado eléctrico de uno de los chalés de la banda en Olivella en julio de 2019 puso sobre aviso a la Guardia Civil. Los bomberos comprobaron que el fuego tuvo su causa en una instalación eléctrica ilegal. Los cables no soportaron la fuerte demanda de kilowatios del sistema que habían montado.

Por ser Olivella el lugar de arranque de la operación, instruye el caso el Juzgado de Instrucción 2 de Vilanova i la Geltrú, al que diversos juzgados de Catalunya están enviando sus actuaciones. 

Un matrimonio mixto, ella serbia y él británico, dirigía la red y distribuía sus cosechas por toda Europa mediante discretos transportes terrestres. Su puesto de mando estaba en un chalé del término de Valls. La mujer, de 37 años, que había sido madre recientemente, es la verdadera jefa de la trama. Fuentes cercanas a la investigación le atribuyen un fuerte ascendiente sobre el grupo. Uno de sus empleados, serbio como ella, le hacía de chófer y guardaespaldas.

Para instalar sus plantaciones, escogían chalés de urbanizaciones apartadas y, si les era posible, con un solo acceso. Para el montaje de las huertas bajo techo de marihuana contaban con un equipo de electricistas y especialistas en refrigeración locales, de nacionalidad española, que han estado colaborando con la red.

Mucha luz y potentes sistemas de renovación del aire y eliminación de olores son clave en este tipo de plantaciones. En ese negocio ilegal, la luz se suele robar para evitar llamar la atención de las compañías eléctricas con un elevado consumo.

La banda contaba con fondos suficientes como para permitirse tener a sueldo a sus colaboradores, especialmente un grupo de serbios de confianza de la jefa, a los que pagaba el viaje a España y a los que rotaba periódicamente para que no se hicieran conocidos en la zona.

Fruto de una colaboración con la policía serbia, se ha averiguado que algunos de los guardas estaban siendo buscados desde hace tiempo en su país por diferentes delitos, entre ellos varios de narcotráfico, organización criminal, robo con violencia, falsedad y dos de homicidio, y habían logrado escapar a la acción de la justicia con documentación eslovena y croata falsas.