CAMBIO DE POSTURA

Iglesias asegura ahora que sí habrá permisos retribuidos para padres cuyos hijos estén en cuarentena preventiva

Un niño, protegido con mascarilla, a las puertas de un colegio en Moralzarzal (Madrid).

Un niño, protegido con mascarilla, a las puertas de un colegio en Moralzarzal (Madrid). / periodico

Olga Pereda / Gabriel Ubieto

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Golpe de timón en el Gobierno de coalición. El vicepresidente del Ejecutivo, Pablo Iglesias, ha asegurado que sí habrá baja laboral remunerada para padres y madres cuyos hijos que no estén enfermos pero deban guardar cuarentena por positivos de coronavirus en su 'grupo burbuja' en el colegio. Así lo ha manifestado en una entrevista este miércoles en La Sexta, después de que la ministra portavoz, María Jesús Montero, descartara dicha posibilidad un día antes tras el Consejo de Ministros. En el caso de los alumnos más mayores, no se decretará cuarentena preventiva para toda el aula pero sí para los contactos estrechos del estudiante infectado.

Iglesias ha asegurado que los progenitores con niños en cuarentena pero sin positivo tendrán acceso a una baja laboral por incapacidad temporal, que consiste en un permiso retribuido con cargo a la Seguridad Social y por el que se percibe entre el 60% y el 75% del sueldo. También cubre a los trabajadores autónomos, aunque su retribución varía en función de los casos. Iglesias ha afirmado que es el Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz (compañera de grupo parlamentario de Iglesias), el encargado de ultimar dicho proyecto, aunque las competencias en incapacidades temporales son del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, liderado por José Luís Escriva (ministro independiente, propuesto por el PSOE). 

Fuentes consultadas de Seguridad Social han explicado que "el Gobierno está estudiando cubrir circunstancias que ahora no están cubiertas". No han precisado si la fórmula final será una baja por incapacidad temporal, que es la que le demandan patronal y sindicatos, o de otro tipo. También han matizado que en ese debate están participando diferentes ministerios (Educación, Sanidad, Trabajo e Inclusion) y que la decisión todavía no está tomada. 

Cambio de postura

En cualquier caso se trata de un nuevo cruce de versiones sobre una de las grandes incógnitas en la operación vuelta al colegio. El pasado martes la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, <strong>María Jesús Montero</strong>, despejó dudas sobre los permisos laborales que tendrán los progenitores cuyos hijos se infecten de coronavirus o deban permanecer en cuarentena preventiva. A pesar de que la titular de Educación, Isabel Celaá, anunció hace días una nueva fórmula para ayudar y cubrir económicamente a esos progenitores, Montero dejó claro que si un menor da positivo en la enfermedad, los padres -obligados a la cuarentena si conviven con el crío- tendrán derecho a una baja laboral, que tendrá criterio médico y formato de baja por incapacidad temporal. 

Ahora bien, Montero destacó que si el menor tiene que guardar cuarentena preventiva -por ejemplo, tras haber dado positivo un compañero de su mismo 'grupo burbuja' o por ser contacto estrecho en el caso de las aulas de los alumnos más mayores- la única solución que tienen los padres por parte del Gobierno es acogerse al plan Me Cuida, que permite la flexibilidad de la jornada laboral, incluso con una reducción del 100%, pero que conlleva también reducción salarial proporcional. Los autónomos no podrán acogerse a este plan, que fue creado para la negociación entre el trabajador y la emrpesa y que, en principio, iba a expirar el 22 de septiembre. El Gobierno, visto el desarrollo de la pandemia, ha decicido estirarlo más meses.

Ayudas autonómicas

Las ayudas a padres están en boca de los políticos desde que la vuelta al cole ha empezado a ser una realidad. El Govern del 'president' Torra reclamó hace días al Estado la puesta en marcha de una prestación especial que compense salarialmente a los progenitores que se vean obligados a solicitar una reducción de jornada o una excedencia. Una competencia que hasta ahora la Generalitat ha declinado ejercer aportando fondos propios, a diferencia de otras autonomías como País Vasco, Valencia o Galicia, donde tras el primer cierre de escuelas activaron sus propias ayudas a la conciliación para trabajadores que tuvieran que cuidar de un familiar debido a la emergencia del coronavirus.