AGLOMERACIONES EN LAS CALLES

Fiesta masiva en Vilafranca pese al repunte del covid

'Festa Major' de Vilafranca del Penedés donde no se guardan las distancias por el covid-19

Hoy en la 'Festa Major' de Vilafranca del Penedés, no se guardan las distancias por el covid-19. / periodico

Carmen Jané / Guillem Sànchez

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"Tan importante como tomar medidas es asegurarse de que se cumplan efectivamente". Esta afirmación pronunciada con mucho énfasis el pasado jueves por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, parece hecha a la medida de lo ocurrido ayer en Catalunya.  El mismo día en que entraba en vigor la prohibición de reuniones de más de 10 personas y la epidemia seguía al alza superando ya los 13.000 fallecidos, cientos de jóvenes celebraron la fiesta mayor de Vilafranca del Penedès con aglomeraciones y sin respetar la distancia de seguridad ni portar mascarillas. La Policía Local no intervino para hacer cumplir la normativa pese a que las fiestas habían sido suspendidas. 

Las autoridades solo reaccionaron cuando las imágenes llevaban varias horas escandalizando en las redes sociales. El Ayuntamiento de Vilafranca emitió a primera hora de la tarde un comunicado en que se limitaba a mostrar su "disconformidad" con "los actos multitudinarios" y llamaba a "la responsabilidad de todo el mundo para evitar cualquier situación que vaya en contra de las medidas de prevención del covid-19". Los Mossos d’Esquadra anunciaron horas más tarde que van a denunciar a los organizadores de estos actos.

Sin explicaciones

"Este año, vivimos unos días de fiesta mayor muy diferentes. La fiesta mayor ha sido suspendida, pero el sentimiento de fiesta está. Aun así, es importantísimo que actuemos con tino y responsabilidad ante la crisis sanitaria que estamos viviendo", añadía la nota oficial, sin explicar por qué sus fuerzas de seguridad no intervinieron para reconducir la situación.

No es que los participantes se escondieran. Recrearon los bailes típicos de la fiesta en la misma Plaça de la Vila, donde está el ayuntamiento, y en las estrechas calles adyacentes.

El consistorio había cancelado este año los actos masivos que hoy hubieran vivido su día grande, Sant Félix.  Bajo el lema La irrepetible decidió mantener actos en pequeños formatos y retransmitirlos por la televisión Penedès TV e internet.

Reacción tibia

Poco después del ayuntamiento reaccionó Quim Torra, en el mismo tono de regañina cariñosa y sin condenar explícitamente los hechos. "Sé la ilusión que hace la llegada de las fiestas mayores pero debo pediros que no olvidemos las medidas de seguridad, distancia y mascarilla», advirtió  en un tuit.

El alcalde de la localidad, Pere Regull, pertenece al JxCat. Quizás por ello, fue el vicepresidente de la Generalitat, el republicano Pere Aragonés, quien sí reclamó "a las autoridades locales todo el compromiso para erradicar focos innecesarios de contagio" en su tuit.

Regull pareció darse por aludido y una hora después advirtió en un mensaje grabado en vídeo que "se tomarán todas la medidas que sean necesarias para evitar la repetición» de los hechos como estos". 

Debido a su situación epidemiológica desfavorable, vinculada a la presencia de temporeros de la vid, Vilafranca fue precisamente una de las primeras poblaciones en las que se llevaron a cabo los cribados masivos con pruebas PCR.

Indicadores al alza

El caso es que la mayoría de los indicadores siguen alza, como viene ocurriendo en los últimos días. Con los 10 nuevos fallecidos notificados ayer por la Conselleria de Salut, la pandemia se ha llevado por delante ya a 13.004 personas. El riesgo de rebrote ha subido 2,86 puntos en comparación con el anterior informe y se sitúa ya en 197,51, una cifra que prácticamente dobla el techo de los 100 puntos que ya se considera un riesgo alto.

El número de nuevos positivos, 1.420, se mantuvo por encima de los mil por tercer día consecutivo. La velocidad de reproducción del covid (rt) ha disminuido una centésima y se ha situado en 1,12, es decir, que cada infectado contagia a un poco más de una persona de media.

Entrada en vigor

Las medidas destinadas a frenar este repunte de la segunda ola en Catalunya entraron en vigor también ayer tras ser validadas por el juez el pasado viernes. Las reuniones quedan limitadas a 10 personas, tanto en el ámbito público como en el privado. La restricciones incluyen a las terrazas, bares y restaurantes, donde las mesas o agrupaciones de mesas no podrán dar cabida a más de esas 10 personas. 

Estas limitaciones ya se habían adoptado en las áreas territoriales más afectadas por la pandemia. Más allá de la responsabilidad individual, corresponderá a las autoridades hacerlas cumplir