fauna salvaje en los alpes

El oso que provocó un terremoto político en Italia

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Irene Savio

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Su nombre en código es M49, aunque muchos lo llaman 'Papillon', en referencia a Henri Charrière, el famoso preso francés que en el siglo XX sobrevivió a las inhumanas cárceles de la Guayana francesa. M49 pesa 150 kilos, mide alrededor de dos metros de altura y, como reconocen también sus detractores, es "rápido, fuerte e inteligente". Tanto que recientemente incluso se deshizo del collar electrónico que le habían colocado para localizarlo. Toda una osadía para este oso pardo (Ursus arctos) del Trentino, en los Alpes italianos, que, desde hace un año y medio, está en el centro de una gran disputa entre los ecologistas, que lo ven como un héroe que busca libertad, y la administración provincial autonómica, que quiere que viva encerrado y alejado de su lugar de nacimiento.

Las últimas noticias de M49 son de apenas unas semanas, cuando el cuadrúpedo volvió a fugarse de la jaula de 60 metros de largo (en su parte más larga) en el que había sido recluido en abril pasado, y "donde fue castrado y vivía sedado con barbitúricos", como explica Massimo Vitturi, responsable de Animales Salvajes de la organización animalista LAV. "Es un oso pacífico, que nunca atacó a ningún ser humano, pero muy inteligente y que aborrece vivir confinado. Quiere ser libre. Tanto que logró escaparse de una celda con varillas de acero de 12 milímetros", añade Vitturi.

Ya el año pasado, tras una intensa búsqueda, M49 había sido capturado por orden de la administración provincial de Trento y recluido en un recinto electrificado con una valla de cuatro metros de altura en el parque Casteller, ubicado en una zona lejana de donde nació (en la parte occidental de esta provincia italiana). Pero, incluso así, el oso se escapó rápidamente, solo unas horas después de su apresamiento. Y desde entonces había desaparecido, para luego regresar a su hogar, suscitando la alegrías de los animalistas.

Y no solo de ellos. Porque entre sus defensores M49 ha siempre tenido, entonces como hoy, al propio ministro italiano del Ambiente, Sergio Costa, quien lo ha defendido ante la administración de Trento, en la actualidad gobernada por Maurizio Fugatti, del partido ultraderechista de la Liga.

"No tiene ningún sentido matarlo. No ha agredido nunca a nadie. Es solo un oso", ha vuelto a decir Costa, tras que Fugatti sugiriera que el plantígrado podría ser abatido si se resiste a la captura. "Deben reconocer la gran lección de M49 y dejarlo en paz vivir en libertad", escribieron, en una nota, las asociaciones animalistas, entre ellas WWF, LAC, LAV, ENPA, y LIVU. 

Un animal inteligente

Y es que los líos del M49 remiten a su inteligencia, según los animalistas. "Solo una vez tuvo un encuentro cercano con un hombre y se escapó. El verdadero problema es que M49 entendió que los ganaderos mantienen unas casetas en las montañas en las conservan quesos y productos a base de miel, que él suele robar", dice Vitturi. Una actividad que, de acuerdo con datos de las autoridades provinciales, provocó en el 2019 daños por 45.000, el 30% de las destrucciones provocadas por todos los osos que viven en esta provincia. De ahí que su última fuga provocara incluso la dimisión del técnico encargado de él. 

En verdad, el oso es un descendiente de un grupo introducido en la provincia como parte del proyecto europeo 'Life Ursus' de 1999, al que esta región participó cuando quedaban pocos ejemplares y se corría el riesgo de la extinción. Por ello, se importaron en las Dolomitas del Brenta ejemplares procedentes de Eslovenia, cuyos descendientes se pensaba que también iban a migrar a otras regiones italianas e incluso a Suiza y Austria. Pero esto último no pasó, pues los osos, que ahora son un centenar, ha preferido quedarse en esta zona.

Tanto que M49 no es el único con problemas. Otro es el caso de JJ4, una osa con tres cachorros que, a mitad de junio, atacó a dos cazadores tras que estos se salieran un sendero principal y le tiraran objetos en un momento de pánico. Un episodio que motivó la decisión de Fugatti de firmar una ordenanza ordenando que fuera abatida, lo en julio fue rechazado por el Tribunal Administrativo regional. "Esta osa es buena y debe ser perdonada", ya había declarado el veterinario Alessandro de Guelmi, quien en su momento participó en el proyecto de repoblación. Sin embargo, en los últimos días, otro ejemplar se volvió a poner en líos. Agredió un carabinero y por ello fue capturado.