DESINFORMACIÓN VIRAL

Así se organizan en redes los negacionistas del covid-19

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Carles Planas Bou

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La pandemia del coronavirus ha causado más de 28.971 muertos y casi 420.000 contagios tan solo en España, pero para un creciente grupo de personas esas cifras son un engaño que responde a supuestos “intereses oscuros”. En las últimas semanas estos variados círculos, que reúnen desde curanderos antivacunas a conspiracionistas de extrema derecha, han conseguido hacerse notar y trasladar sus mensajes de las redes a las calles.

Un claro ejemplo de ello fue la manifestación que, el 16 de agosto, reunió a más de 2.000 negacionistas de la crisis sanitaria en el centro de Madrid, sin mascarillas ni distancia social. ¿Cómo lograron llegar ahí? Mientras la Abogacía del Estado estudia un posible delito de desobediencia y contra la salud pública por una concentración que fue solicitada a la Delegación del Gobierno en Madrid por un grupo de particulares.

El escrito en el que se solicitaba el evento no mencionaba el rechazo a las mascarillas que terminó produciéndose, lo que contraviene la normativa y supone multas de hasta 100 euros. Sin embargo, en una de las webs que impulsaba la manifestación —aún abierta— se pedía a los convocados no llevarla para “predicar con el ejemplo”.

Más allá de las proclamas de Miguel Bosé, principal ‘influencer’ de la manifestación, varios colectivos se coordinaron para impulsarla. “Siguen la estrategia de Steve Bannon: crear cientos de cuentas y páginas en un entramado digital para amplificar sus mensajes”, explica Marcelino Madrigal, informático y experto en redes. El amalgama de personajes y grupos que están detrás de la protesta comparten su oposición a las medidas del Gobierno y abrazan pseudociencias orgánicas y variadas teorías de la conspiración. “Esta red de bulos global se basa en un método sentimental, si eres contrario al Gobierno vas a difundir todo lo que apoye esa causa, aunque sea contradictorio”, sostiene Julián Macías Tovar, activista contra la desinformación digital.

Pseudociencias y teorías de la conspiración

Uno de sus organizadores fue el profesor de yoga valenciano Fernando Vizcaíno Carles, responsable del canal de Youtube ‘Revelión en la Granja TV’ que con más de 30.000 seguidores fue cerrado recientemente por la plataforma por difundir bulos como que el covid-19 es una “farsa” para limitar las libertades. Desde entonces, ha reabierto otro canal de Youtube y otro de Telegram donde difunde este tipo de mensajes. Otra página web que gestiona, Cultivarsalud, asegura que el aceite de geranio puede frenar el coronavirus que está causando estragos en todo el mundo.

Otro de los canales de Youtube que impulsaron la protesta es ‘La Quinta Columna TV’, gestionado por Ricardo Delgado Martín y también bloqueado anteriormente por propagar mentiras como que los médicos están asesinado a pacientes de covid o que la vacuna contra la pandemia será un experimento para modificar el ADN. Ambos creen estar librando una batalla mundial para salvar a la humanidad de un complot.

En la protesta también participaron los instigadores de la cacerolada en la calle madrileña Núñez de Balboa, Resistencia Democrática de España (antes Movimiento Barrio Salamanca), un grupo anticomunista vinculado con Vox que repite las teorías de la conspiración propagadas por la ‘alt-right’ estadounidense y Donald Trump. Su autoproclamada líder, María Luisa Fernández, militó en el PP, es simpatizante de la formación ultraderechista y en sus vídeos dice que China, Irán y Venezuela han mezclado el Covid-19 con el VIH para provocar una tercera guerra mundial o culpa a las personas migrantes de traer enfermedades. En su web dice ser una “reconocida jurista” y “una de las mayores expertas en análisis de inteligencia y geopolítica”.

Madrigal insiste en que tras estos movimientos conspiranoicos también existen intereses económicos. Es el caso de Luis de Miguel Ortega, impulsor de la protesta de Madrid y abogado de la Fundación Terapias Naturales, un lobby de homeopatía que está impugnando judicialmente el uso de mascarillas.

En la protesta también participó el curandero catalán Josep Pàmies, que el día 19 organizó otra concentración en Sant Pere de Ribes (Barcelona), donde unas 200 personas se abrazaron y se dieron besos para demostrar que "no tienen miedo al virus". Pàmies ha sido denunciado por delitos contra la salud pública.

En la web de la manifestación se habla de un movimiento “sin ideologías ni banderas”. Sin embargo, hay puentes que vinculan esa defensa de la causa negacionista con varios partidos políticos. “Hay una estrategia definida para explotar teorías de la conspiración que ya existían antes”, señala Madrigal. Así lo ha hecho la fascista Democracia Nacional, el Partido Libertario (P-LIB) o Carlos Alberto Garcés, expresidente de Vox en Barcelona y vinculado a Somatemps —impulsora de Societat Civil Catalana— que a principios de agosto fundó el movimiento antivacunas M2020.

Los expertos consultados señalan que estos grupos pseudocientíficos existen desde hace años, pero que ahora, con la alarma generada por la pandemia, formaciones ultraderechistas utilizan sus argumentos para tratar de llegar a electores normalmente alejados de sus posiciones y relanzar un mensaje contra el Gobierno.

Bulos en Youtube y Telegram

La campaña para promocionar la concentración en la que terminaron participando más de 2.000 personas se gestó a través de las redes sociales, pero no de Twitter. Como explica el analista de redes Javier Barriuso, el eco de la protesta se creó especialmente en Youtube, “lugar de nacimiento” de múltiples canales de pseudociencia y conspiranoicos con miles de seguidores. Facebook y Telegram han servido para escampar estos bulos, mientras que, esta vez, en Twitter la mayoría de menciones fueron contra la protesta.

El canal Rafapal, otro de los que figuran como apoyos a la concentración, cuenta con más de 54.000 seguidores en Telegram, donde difunde bulos como que los vacunados de gripe mueren más por covid-19 que los no vacunados o que la pandemia es realmente un genocidio. En la lista también aparece Natalia Prego Cancelo, doctora vinculada a los medios de extrema derecha y a grupos conspiracionistas de países como Alemania y responsable de un canal de Youtube con casi 49.000 seguidores.

En mayor o menor grado, todos estos grupos coordinados beben de teorías de la conspiración importadas de Estados Unidos como QAnon que creen en implantación de un gobierno mundial en el que las élites utilizan la pandemia para controlar el cerebro de los ciudadanos a través de vacunas o la implantación del 5G y ante el cual llaman a la insurrección. Aunque en un principio también eran ridiculizados, tras varios ataques violentos el FBI ya los considera una potencial amenaza de terrorismo doméstico. El lunes, el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, insistía en llamarles “descerebrados”. Otros grupos ya preparan nuevas manifestaciones negacionistas para septiembre.

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