EL NEGOCIO TECNOLÓGICO

TikTok, la avanzadilla china

Los expertos indican que las aplicaciones chinas cada vez serán más populares en el mundo

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Adrián Foncillas

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No solo el coronavirus nos empuja a un mundo insólito, también la aplicación más bajada en Estados Unidos es china. Se debate estos días si TikTok pasará a la historia como una curiosa anotación marginal o como la avanzadilla que retó la hegemonía tecnológica estadounidense. La inercia apunta a lo segundo y China suele desmentir a los escépticos: se duda hoy de que pueda diseñar aplicaciones de uso global como años atrás se dudaba de sus móviles. 

Cuatro de los cinco mayores unicornio del mundo (empresas 'start up') son chinos, según la prestigiosa publicación financiera 'Hurun'. Así etiqueta la doctrina a las tecnológicas que alcanzan mil millones de dólares sin salir a bolsa, lideran industrias emergentes, miden la salud económica presente y auscultan la futura. Ahí, además de TikTok, está Ant Group, el brazo de servicios financieros de AlibabaDidi Chuxing, el equivalente de Uber, Lufax Holding, una plataforma de préstamos y gestión de fondos, y en el último lugar, la compañía de Elon Musk. El epítome del emprendedor en Occidente resumió el cuadro. “China mola”, dijo en un discurso la semana pasada. “Su energía es enorme. Hay un montón de gente inteligente y que trabaja duro, mientras en Estados Unidos cada vez veo más autocomplacencia y privilegios”.  

'Hurun' también señala a Pekín como la capital global de los unicornios con 82 frente a los 55 de San Francisco. Sobre la primacía nacional existen discrepancias. Algunos listados se la conceden aún a Estados Unidos mientras otros certifican el sorpasso pero, unas decenas de unicornios arriba o abajo, queda claro que China es mucho más que la fábrica global. Superó el pasado año a Estados Unidos en solicitud de patentes, el último indicio de que se mueve más rápido que los clichés y los prejuicios al uso. 

Varios factores explican que China amontone 'start ups'. El más elemental es su milenario espíritu emprendedor. Los chinos, a diferencia de los japoneses, no ansían una nómina vitalicia en una gran corporación tras licenciarse sino capitanear su empresa. La mayoría de sus fundadores cuenta con varias iniciativas previas, lo que subraya su tozudez frente al fracaso. Influye también el empuje gubernamental, subrayado en el Plan Made in China 2025 que pretende el liderazgo global en aquel año en robótica, coches eléctricos, inteligencia artificial, biomedicina o equipamiento aeroespacial y oceánico. Pekín premia a sus emprendedores con políticas fiscales, estimula sinergias y los anima a que reduzcan la dependencia tecnológica externa, un proceso acelerado por la guerra comercial. Y, por último, ayuda una sociedad crecida en el boom tecnológico, tremendamente exigente, que abraza cualquier avance y desdeña a las empresas más holgazanas.  

Pekín favorece un ecosistema en el que florece el talento y los chinos son muy innovadores. No solo hablo de la tecnología o las aplicaciones de móvil, sino en un sentido más amplio. Forma parte de su cultura. En Occidente todo es más lento y fragmentado”, opina Martin Jacques, académico británico y autor del libro de referencia Cuando China gobierne el mundo. 

Alibaba, Baidu y Tencent

El mundo ya conoce los superunicornios o empresas que superan los 10 mil millones de dólares como Alibaba, Baidu o Tencent. Pero en su retaguardia se aprietan centenares de 'start ups', centradas aún en el mercado interno, y que protagonizarán antes o después la segunda ola. Más del 70 %, según Hurun, planean la salida al exterior. 

En la guerra tecnológica se dirime la cumbre que ocupa Estados Unidos. Su huella abruma. Amazon, Apple, Microsoft, Facebook o Google conforman la vida diaria de la población mundial. Pero compañías chinas como Alibaba, Huawei o Xiaomi ya compiten desacomplejadas en mercados exigentes. Muchas tecnológicas chinas crecieron protegidas por la censura que cerraba el mercado local a sus análogas occidentales. Pero, años después, han trascendido de aquellas copias a productos que perfeccionan al original.  

Tik Tok supera en poco a Youtube, Wechat es mil veces mejor que Whatsapp, Alibaba también es mejor que Amazon y los métodos de pago electrónico en China van años por delante de Paypal”, opina Jeffrey Towson, profesor de inversiones en la Escuela de Gestión Guanghua de la Universidad de Beijing. “Desde la perspectiva empresarial, compañías como Microsoft aún van por delante. Pero desde la perspectiva del consumidor, muchas aplicaciones chinas son mejores que las occidentales. China es ya un líder mundial”, continúa.  

A las tecnológicas chinas les sobran ganas y medios para extenderse por el mundo y Tiktok ya ha demostrado que poco separa los gustos del millenial shanghainés del neoyorquino. Falta por dilucidar si bastará para frenarlas ese neonacionalismo tecnológico de Trump que prohíbe cualquier producto exitoso chino apelando a la seguridad nacional, da igual que sea un operador de redes 5G o videos cortos de prepúberes bailando.  

“Lo que caracteriza el auge de las tecnológicas chinas es su velocidad. Nadie había oído hablar de ellas hace cinco años y hoy ya son imparables”, juzga Jacques. El proteccionismo que el experto califica de paranoia maccarthista perjudicará a las tecnológicas chinas a corto plazo pero aún serán más perniciosas para las estadounidenses al largo, privadas de la competencia que empuja al límite. “Si pones barreras, todo el mundo pierde. Nadie ganará, pero China quedará arriba al final porque es la más competitiva. Puedes dañar a los chinos pero ¿cómo vas a progresar tú?”, se pregunta.  

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