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El papa emérito Benedicto XVI está "extremadamente frágil"

El papa Benedicto XVI, durante una misa, en diciembre del 2015

El papa Benedicto XVI, durante una misa, en diciembre del 2015 / periodico

Irene Savio

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Benedicto XVI, el Papa emérito alemán de 93 años que renunció al papado en el 2013, está gravemente enfermo, según ha publicado este lunes el medio alemán 'Neue Presse' citando declaraciones de Peter Seewald, uno de sus biógrafos. La noche del lunes, un portavoz del Vaticano desmintió los rumores que apuntan a un desenlace inminente. La noticia toma forma desde Alemania llega después que Joseph Ratzinger realizara un viaje de cinco días en junio a su paíspara despedirse de su hermano Georg, quien murió poco después. De hecho, de acuerdo con lo publicado por 'Neue Presse', habría sido justamente después de este traslado que el expapa habría contraído una enfermedad infecciosa en el rostro.

En concreto, Benedicto sufriría de erisipela, una enfermedad infecciosa que se caracteriza por hinchazón y placas rojizas, que causa un fuerte picazón y fuertes dolores. Es "es extremadamente frágil”, habría dicho Seewald. Además, su voz, en estos momentos, sería “apenas audible”, ha continuado el medio alemán, al explicar que Seewald obtuvo estas informaciones tras un encuentro con Benedicto XVI que se llevó a cabo el pasado sábado, al que también participó el secretario particular del antiguo obispo de Roma, Georg Gaenswein.

No obstante la enfermedad, Benedicto XVI se habría mostrado “optimista” y habría dicho que, si su estado de salud se lo permitirá, “es posible que retome la pluma", según ha recogido AFP. El periodista Seewald también ha explicado que el exPapa ya ha escrito su testamento y quiere que lo sepulten en la tumba de Juan Pablo II.

Rumores continuos

No sería la primera vez que la Santa Sede desmiente una noticia de este tipo. Desde que se convirtió en el primer Papa de la era moderna en renunciar a su cargo, los rumores sobre la salud del pontífice emérito se han multiplicado en varias ocasiones. En el 2018, se dijo que tenía una "enfermedad paralizante”; en el 2019, que había sufrido un ictus y, en marzo pasado, una cuenta de Twitter falsa difundió incluso que Benedicto había muerto, lo que ha obligado El Vaticano a múltiples desmentidos.

Benedicto XVI habita desde hace siete años en el monasterio Mater Ecclesiae, en una zona tranquila y apartada del Vaticano, donde es atendido por cuatro laicas de Comunión y Liberación, así como por el propio Gaenswein. Durante la pandemia, también se hizo una prueba para saber si había enfermado de covid-19, pero dio negativo. Aun así, de acuerdo con varias versiones, sus contactos con el exterior fueron notablemente reducidos para blindarlo, y evitar así que se expusiera, a su avanzada edad, a la peligrosa enfermedad. Dicho esto, en los últimos tiempos, Gaenswein insistió repetidas veces que Benedicto XVI es anciano pero todavía “muy lúcido”.