La mediación se abre paso en los pleitos con jurado

La mediación se abre paso en la causas de jurado que se incoan en Barcelona por delitos no graves, como allanamiento de morada o amenazas condicionadas, gracias al impulso de la fiscalía. La fiscala coordinadora de este servicio en la provincia, Elena Contreras, explicó este lunes que en el 2018 y 2019 se han realizado siete mediaciones, un sistema, que en su opinión, debería incrementarse porque es beneficioso para las víctimas e, incluso, para el acusado. De esta manera, se puede conseguir, siempre que se reunan una serie de requisitos, una sentencia de conformidad y evitar la formación del un tribunal popular y la celebración del juicio de la forma convencional. De ahí, que se haya reclamado una ley que regule estos procedimientos a nivel general.

La mediación en el ámbito penal en delitos leves está muy extendida, pero no tanto cuando el pleito se tramita por la ley del jurado. La mayoría de las veces es a petición del fiscal, aunque cualquiera de las partes lo puede solicitar. Eso sí, la víctima debe estar de acuerdo para derivar el asunto a los equipos especializados con el aval del juez. Ni las acusaciones ni las defensas intervienen en este sistema. Sólo la víctima y el acusado.

Para llegar a un acuerdo, el imputado debe pedir perdón al perjudicado ("pero de verdad y en serio", precisa Contreras), lo que significa un reconocimiento de sus actos, y "comprometerse a hacer algo por la víctima o por la sociedad". Puede ser desde pagar una indemnización, comprometerse a no acercarse ni molestar a la afectada o trabajos en beneficio de la comunidad. "La víctima seguramente vivirá mucho más tranquila con este acuerdo y se facilita la rehabilitación del acusado", subraya la fiscala.

Conformidades y cambios legislativos

El número de sentencias de conformidad (acuerdo entre la acusación y la defensa) es importante en los pleitos por jurado, pero por delitos de menor rango, no en asesinatos u homicidios. De las 40 sentencias del jurado que se dictaron en el 2019 en Barcelona, la mitad fueron de conformidad, lo que permitió ahorrar tiempo, recursos y dinero. Y es que el procedimiento que permite la participación directa de los ciudadanos en la Administración de justicia es muy costoso. La fiscala ha calculado, a groso modo, que un juicio de jurado de una semana supone un desembolso de unos 6.000 euros, contando dietas, hoteles y traslados. Eso sin contar el tiempo dedicado por los profesionales del Derecho al asunto. La mayoría de los procesos del jurado incoados en los juzgados son por un delito como el allanamiento de morada que, si no es con violencia o intimidación, supone una pena de no ingreso en prisión.

El servicio de jurado de la  Fiscalía de Barcelona ha vuelto a solicitar como en los últimos cinco años la reforma de la ley del jurado para excluir determinados delitos, como, precisamente, el allanamiento, amenazas condicionadas y omisión del deber de socorro. En este sentido, tanto la Fiscalía General del Estado como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han reclamado esta modificación por los efectos de la pandemia del covid como una de las medidas para la agilización de la justicia. Otro de los avances de la fiscalía es lograr sentencias que contemple la perspectiva de género, como el desprecio a la condición sexual y la humillación a la víctima. En el 2019, se dictaron dos resoluciones de estas características.

La cifra de casos que incoa el servicio del jurado aumenta año a año: en el 2017 57; en el 2018 (a raíz de un acuerdo del Tribunal Supremo sobre competencias) , 77; y en el 2019; 107. El 95% de las sentencias son condenatorias. "El jurado, que cumple en España 25 años, refuerza el sistema democrático. Es un esfuerzo merece la pena", sostiene Contreras. Los procedimientos en trámite alcanzan los 234 asuntos.