Activistas intentan meter un tronco en Territori para protestar por la ampliación de la C-32

Los manifestantes denuncian que "dentro de un año vence la concesión de la autopista", por lo que el proyecto de prolongarla se hace también para extender "la concesión"

Un grupo de activistas intenta entrar en la Conselleria de Territori con un tronco para protestar por la ampliación de la C-32

Un grupo de activistas intenta entrar en la Conselleria de Territori con un tronco para protestar por la ampliación de la C-32. / periodico

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Un grupo de activistas se han concentrado ante el Departament de Territori i Sostenibilitat de Barcelona para protestar contra la ampliación de la C-32.

Los manifestantes del movimiento Rebel·lió o Extinció han intentado entrar en el edificio con un tronco de árbol cortado que pretendían entregar al 'conseller' Damià Calvet, los restos forestales de la destrucción de los bosques que provocaría la ampliación de la infraestructura, pero los vigilantes de seguridad lo han impedido.

Después, se han concentrado a las puertas hasta que los han recibido técnicos del Departamento, a quien han pedido explicaciones sobre el proyecto. "Es absolutamente incoherente declarar la emergencia climática y continuar haciendo políticas que agravan el problema", ha dicho Jaume Osete, miembro de Rebel·lió o Extinció.

Era una acción coordinada con los miembros de SOS Costa BravaPreservem el Maresme y Aturem la C-32, que también han hecho una protesta en Tordera (Maresme) para denunciar el tercer proyecto informativo de la Generalitat para alargar la autopista C-32 entre esta localidad y Lloret.

Los manifestantes han elegido este viernes para protestar porque hace un año que el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) paró cautelarmente las obras.

Solo beneficia a "intereses privados"

Un año después, la Conselleria ha reactivado la ampliación de la C-32 con un nuevo estudio informativo y otro de impacto ambiental que, según Calvet, enmiendan los errores del anterior y que hicieron que el TSJC suspendiera cautelarmente el proyecto en dos ocasiones. Con los nuevos estudios, el Govern confía en poder sacar adelante esta infraestructura.

Las dos protestas exigen al Govern, por su parte, que anule el proyecto e invierta los 100 millones que cuesta en arreglar las carreteras existentes y el transporte público de la zona. La prolongación de la autopista, "además de destruir el territorio", solo beneficia a "intereses privados", en concreto a la empresa Abertis, según denuncia Osete. "Dentro de un año vence la concesión de la autopista, y el proyecto se hace para poder ampliar la concesión", añade.