control sanitario

El Segrià inicia en los pueblos con más temporeros un plan de choque anticovid-19

Un temporero trabajando en una finca de Aitona.

Un temporero trabajando en una finca de Aitona. / periodico

María Jesús Ibáñez

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El plan que la Conselleria de Salut está diseñando para tratar de controlar el avance del coronavirus en la comarca leridana del Segrià empieza a tener ya contenido y este mismo miércoles ha arrancado con sesiones de trabajo específicas en las localidades de Aitona y de Alcarràs, dos de los municipios que concentran más población temporerajornaleros desplazados a la zona con motivo de la campaña de la fruta. El plan de choque para estos dos pueblos implicará no solo a los trabajadores del sector sanitario sino también a agentes sociales, que tienen un papel clave en la detección y seguimiento de nuevos contagiados, y a fuerzas de seguridad.

Los últimos datos de Salut añaden este miércoles un nuevo brote (el décimoquinto ya) en una empresa hortofrutícola de la comarca y un nuevo paciente hospitalizado en la uci, de manera que el total de ingresados por covid-19 son 69 personas, nueve de ellas en estado crítico, ha explicado la gerente de la regiones sanitarias de Lleida y Alt Pirineu i Aran, Divina Farreny, que ha anunciado también una campaña intensiva de pruebas en las 33 residencias geriátricas de la comarca.

La 'consellera' de Salut, Alba Vergès, se ha referido esta tarde a la "compleja situación" de estos municipios en los que se recoge la fruta "porque en estos meses multiplican la población por tres". El hecho de que la mayoría de temporeros carezcan de un domicilio fijo dificulta el necesario confinamiento en caso de que den positivo de coronavirus. Por eso el Govern ha pedido a los municipios que cedan edificios públicos donde poder realizar los aislamientos temporales, ha explicado la 'consellera' de Presidència , Meritxell Budó, en una comparecencia a la que también ha asistido la 'consellera' de Agricultura, Teresa Jordà.

Jordà ha explicado que cada año en las comarcas de LLeida "se necesitan entre 35.000 y 38.000 personas para la campaña de recogida dela fruta dulce", pero que este verano, a causa de un temporal, la producción ha caído drásticamente "y sólo hacen falta unas 20.000". Visiblemente molesta, Jordà ha afirmado: "Ya basta de señalar al pagés por las condiciones de los temporeros, ya que la inmensa mayoría tienen los trabajadores bien contratados y cumplen con los protocolos".

Las tres 'conselleres' han coincidido en afirmar que el problema del Segrià, en el que se espera un importante aumento de contagios de coronavirus en las próximas semanas, es además de sanitario, social, y que por ello están trabajando juntos los departamentos de Treball, Afers Socials i Familia y Agricultuira, además de Salut, para abordarlo desde las distintas perspectivas. Todos ellos se coordinaran a través del recién constituido Procicat Lleida, una mesa de coordinación con representantes locales.

La población vulnerable -gente mayor y enferos crónicos- es en estos momentos el principal foco de preocupación de las autoridades sanitarias, Para ello se reforzará la plantilla de inspectores de seguimiento epidemiológico, hasta ahora compuesta por solo nueve personas. Se incorporarán 15 efectivos más, entre ellos especialistas que estaban asignados a otros cometidos, como los de salud laboral, para poder empezar a trabajar "a pie de calle".

Romper la cuarentena

Las medidas que se empiezan a aplicar serán ineficientes si "la ciudadanía no reduce también las interacciones sociales y la movilidad", ha alertado Farreny. La gerente de la región sanitaria ha admitido que la posibilidad de un confinamiento domiciliario es una opción que existe, que está sobre la mesa,  pero ha afirmado que "ahora mismo no se plantea". Lo que sí se podría hacer, ha planteado el alcalde de la capital, Miquel Pueyo, es habilitar algún mecanismo legal o juridico para "que las policías o los asistentes sociales puedan localizar y actuar en relación a personas que han dado positivo a coronavirus pero que se niegan a hacer la cuarentena".

En las próximas horas, además, se podrían empezar a derivar hacia fuera de Lleida (Igualada, Reus, Manresa o incluso el área metropolitana de Barcelona) a pacientes de comarcas limítrofes que requieran de hospitalización, para no saturar el hospital Arnau de Vilanova de Lleida, donde ya se han llenado la mitad de las 75 camas habilitadas para atender a este rebrote del coronavirus.

Salut sigue buscando, mientras, a una veintena de médicos y medio centenar de enfermeras especialistas en pacientes críticos y semicríticos para cubrir las actuales necesidades de personal sanitario, causadas, entre otras razones porque una parte del personal sanitario de Lleida se encuentra actualmente de vacaciones. "Este brote nos ha cogido a contrapié", ha admitido, por su parte, el gerente territoril del Institut Català de la Salut (ICS) en Lleida, Ramon Sentís.