PRIMERA ESCAPADA AL ÁMBITO RURAL

¡Que vienen los urbanitas!

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Carme Escales

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Apartamentos de segunda residencia, alojamientos turísticos rurales, hostales y campings vuelven a recibir a sus dueños, turistas y clientes con muchas ganas de dejar atrás tres meses ‘encerrados’ en la ciudad. En las comarcas pirenaicas, de costa e interior, esperan que la euforia por el desconfinamiento no lleve a los urbanitas a desentenderse de las medidas para evitar el contagio del covid-19.

En Barruera (Alta Ribagorça), Isabel Guillamón, que regenta los apartamentos La Peguera, ha colocado carteles con las normas. «Creo que vendrá mucha gente que será muy responsable, pero otros quizás confundan lo saludable de estos pueblos de montaña con menos habitantes con un menor riesgo de contagio y obvien mascarillas y gel», dice. En el porche de su oficina ha puesto códigos QR con información práctica sobre el románico del Vall de Boí y el Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici para acceder desde el móvil sin necesidad de tocar folletos. Sus primeros clientes llegan este viernes del Maresme y área de Barcelona.

Anuncio precipitado

Desde la Cerdanya, María Vigo de turismo rural Cal Francès, en el pueblo de All, confirma lo esperado: «los espacios más demandados son los alojamientos rurales independientes (ARI)», sin zonas comunes y para disfrutar en pareja, familia o grupo».

En el albergue y casa rural Ca l’Anton de Pujalt (Sort), «desde el anunció de entrada de Barcelona y Lleida en la fase tres a partir de este viernes, el teléfono empezó a sonar para reservar», explica Anna Miron. «Ha sido muy precipitado, tal vez el fin de semana llegue alguien, pero los primeros con reserva los esperamos a partir del lunes, para pasar Sant Joan», añade.

'Con muchas ganas esperamos a quien haya hecho bien el confinamiento, que venga y disfrute", expresa el alcalde de Vallfogona de Ripollès, Edu Ramo.

En Montardit de Baix, otro núcleo de Sort, Lídia Juanmartí ha empezado a recibir a sus primeros clientes en el camping L’Orri del Pallars, donde también tienen albergue y casa de colonias, apartamentos y casas rurales. «Teníamos listo para abrir el camping el 15 de marzo, por lo tanto, nuestros clientes fijos –unos 50- tienen muchas ganas de estrenar la temporada ahora», afirma. «El resto es imprevisible, ha sido un anuncio inesperado y además anuncian mal tiempo hasta el domingo», apunta Juanmartí desde el Pallars Sobirà, donde este fin de semana también arranca la temporada de rafting en el Noguera Pallaresa.

En Vallfogona de Ripollès, también se empiezan a abrir ya las ventanas de segundas residencias, una veintena en este precioso núcleo de 200 empadronados. «Con muchas ganas esperamos a quien haya hecho bien el confinamiento, que venga y disfrute», expresa el alcalde, Edu Ramo. «El sábado abrimos la piscina para 200 personas en el césped y 30 en el agua respetando plenamente las medidas de seguridad, y para Sant Joan tendremos hoguera».

Desde Tarragona, Joan Calvet, presidente de la Associació Apartaments Costa Daurada i Terres de l’Ebre, también lamentó que el anuncio de libre circulación entre regiones sanitarias haya sido tan repentino. Tampoco ayuda mucho que Sant Joan caiga justo en medio de la semana. Tal vez por ello, al menos hasta el jueves por la tarde se habían registrado muy pocas reservas de apartamentos. «Para julio y agosto ya estamos al 50 o 60%, pero se han flexibilizado tanto las políticas de cancelación que, ya veremos, pero de momento somos optimistas. Tenemos las playas abiertas, y el sector se ha preparado bien, con formación y material de seguridad».

También en l’Ametlla de Mar tienen las playas abiertas y son optimistas sobre la ocupación de este primer fin de semana, al menos de segundas residencias. «También tanto para julio como para agosto se empieza a tener bastantes reservas», dijo su alcalde Jordi Gaseni.

Algunos pueblos como Palau de Santa Eulàlia, en el Empordà, no verán llegar hoy a tantos segundos residentes porque ya están ahí. «Hasta un 80% de ellos vinieron a confinarse aquí», dice el alcalde, Xavier Camps. Pero reconoce que «todos han llevado muy bien el confinamiento en el pueblo». Este fin de semana acabará de llegar el otro 20%. Por primera vez en esta población habrá casales de verano, con 30 inscritos en julio y lo mismo en agosto, creando ocio y empleo.

Y en la cocina del restaurante del Hostal Santa Clara, de l'Estartit, en el Baix Empordà, los fogones y las ollas ya se preparan para sus primeros comensales de Barcelona y área metropolitana. Habitaciones listas para los primeros clientes de la nueva era post-covid.