CURSO 2020-21
Nueva normalidad escolar: ventanas abiertas, comer en clase y nada de aglomerarse en el patio
Olga Pereda
Periodista
Especialista en Educación de El Periódico. A los mandos de la sección 'Mamás y Papás' y del Club de Educación y Crianza. Te mando cada viernes una newsletter con contenidos clave para afrontar la maternidad y la paternidad. Escribo en la sección de Sociedad y tengo alergia a la pseudociencia.
Olga Pereda
Abrir un colegio en plena pandemia es «infinitamente más complejo que abrir un comercio», pero la ministra de Educación, Isabel Celaá insistió ayer en la necesidad de retomar la educación presencial para el curso 2020-21. En la nueva normalidad escolar se limitarán los contactos entre los alumnos, se podrá comer en el aula, se tendrán las ventanas casi siempre abiertas (si el tiempo lo permite) y se darán lecciones sobre el coronavirus. Eso, al menos, es lo que recomiendan los ministerios de Educación y Sanidad. Las competencias están transferidas, así que cada autonomía trazará su protocolo.
Celaá ha mantenido esta mañana una reunión telemática con todos los consejeros, a los que ha presentado un documento de 14 puntos. Solo Madrid (cuyos responsables autonómicos, del PP y Cs, no tienen sintonía alguna con el Gobierno de Pedro Sánchez) y Euskadi (que recalcó que ya están trabajando en su propia vuelta al cole) no quisieron firmar el escrito. Mientras, el conseller de Educació, Josep Bargalló, insistió en que el documento solo contiene «orientaciones genéricas no vinculadas normativamente». Efectivamente, los 14 puntos son muy globales. Entre otras cosas, destacan la necesidad de elaborar planes de inicio de curso y contingencia, así como la urgencia de reducir la brecha digital, disparada con la pandemia y la educación on line.
Mucho más concreto es el borrador elaborado por Educación (con la colaboración de Sanidad) a modo de guía para orientar a las autonomías de cara al inicio del curso. Catalunya, de hecho, ya está estudiando muchas de las medidas incluidas.
Entradas escalonadas
El texto destaca la conveniencia de realizar entradas y salidas escalonadas del centro. Los alumnos -en clases de máximo 20 alumnos hasta 4º de Primaria incluido- serán «grupos de convivencia estable» que podrán no respetar la distancia interpersonal de 1,5 metros pero deberán evitar la interacción con otros grupos y limitar al máximo el número de contactos. Estos grupos serán algo así como «una burbuja, una familia» con un solo docente de referencia. En declaraciones a la prensa, Celaá ha subrayado que la cifra de 20 alumnos por aula no es una modificación de las ratios legales (con un número más elevado de estudiantes) sino una «recomendación, un criterio de flexibilidad».
En las aulas a partir de 5º de Primaria, sí que se deberá respetar la distancia de un metro y medio entre pupitres. «En los casos excepcionales en que el centro no pudiera reubicar a todo su alumnado, se procederá a la coordinación con las entidades locales que pueden ofrecer espacios públicos municipales como bibliotecas, ludotecas, polideportivos o centros culturales, que garanticen la escolarización presencial», subraya el borrador de Educación.
El uso de mascarilla en profesores es voluntario hasta 4º de Primaria cuando esté con su «grupo estable de convivencia» y obligatorio cuando esté fuera de esa «burbuja» y no esté garantizada la distancia de 1,5 metros.
Las familias, por teléfono
Los centros educativos dirán adiós a las largas colas en secretaría para que padres y madres realicen gestiones administrativas. Educación insiste en dar prioridad a la comunicación mediante teléfono, email, mensajes o correo ordinario. Las familias podrán entrar al edificio escolar en caso de necesidad o indicación del profesorado, siempre cumpliendo las medidas de prevención y, en ningún caso, si presentan síntomas compatibles con la enfermedad covid-19.
Se abrirán las ventanas entre clase y clase y si las condiciones meteorológicas lo permiten, se mantenendrán abiertas el mayor tiempo posible. Los centros se limpiarán con esmero. Los aseos hasta tres veces al día.
Comedor
En cuanto al comedor, se podrán utilizar las propias aulas para comer, sirviendo la comida en carros con bandejas (a poder ser posible calientes) para que se mantengan los «grupos de convivencia estable». En el caso de los menores de 10 años, se organizarán el espacio del comedor y los horarios de forma que cada «burbuja» de alumnos tenga su turno y espacio propio para comer. Se podrán asimismo habilitar mamparas de material no poroso que compartimenten el espacio para que puedan compartirlo dos «grupos de convivencia estable». Para los mayores de 10 años, la disposición de las mesas y sillas en el comedor deberán respetar la distancia de 1,5 metros.
El patio
Los coles también deberán organizar el tiempo de recreo, aumentando los turnos del patio para que los grupos no se mezclen. El ministerio también quiere que los centros implementen actividades de educación para la salud que incluyan las medidas de prevención frente al coronavirus. El borrador subraya que cada mañana conviene realizar un recordatorio de las medidas básicas de higiene. Educación también propone que la pandemia entre de alguna u otra manera en los temarios.
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