El estado de la naturaleza

Campaña forestal de riesgo si las lluvias de junio no alivian la sequedad de los bosques

Los bomberos trabajan en el incendio de Vinebre.

Los bomberos trabajan en el incendio de Vinebre. / periodico

Guillem Sànchez

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Catalunya se prepara para una campaña forestal de riesgo alto de incendios. Si los episodios de lluvia que podrían caer durante el presente mes de junio no logran impedirlo, la Península Ibérica se convertirá otro verano más en un punto caliente de los mapas de riesgo. 

El 'conseller' de Interior, Miquel Buch, y la 'consellera' de Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació, Teresa Jordà, acudieron ayer miércoles al Parlament de Catalunya para subrayar que la tarea que espera a bomberos y agentes rurales durante los próximos meses será "complicada" aunque los niveles de peligro son algo menos preocupantes que en el pasado año, cuando se produjeron 233 fuegos.

Jordà explicó que la sequedad de campos y bosques, sin ser alarmante, podría convertirse en combustible si aprieta el calor a lo largo de las próximas semaas. Por su parte, Buch, fue incluso más cauteloso dado que "los efectos del cambio climático" convierten cualquier campaña forestal en un contexto mucho más imprevisible que en el pasado. Además, este verano los Bombers de la Generalitat no podrán concentrarse solo en la tarea del fuego porque todavía sigue inmerso en el combate a la emergencia de la pandemia. 

En el peor de los escenarios, Interior prevé una coyuntura "altamente compleja" con incendios de cereales alrededor de la verbena de Sant Joan y un pico de fuegos forestales a finales de julio, una situación que podría volverse "más favorable" si finalmente se producen tormentas a lo largo de todo este mes.

Durante la comisión en la cámara catalana, también se ha hecho balance de la campaña del pasado año, cuando se produjeron un total de 233 incendios forestales en Cataluña, que quemaron hasta 6.460 hectáreas, afectando especialmente a Lleida y las Terres de l’Ebre, pese a que en Barcelona y Girona el número fue mayor.

Según los datos de la Generalitat, once incendios fueron de más de diez hectáreas -el 4,7 %-, 23 fueron de entre una y diez hectáreas -el 9,9 %- y 199 afectaron a menos de una hectárea -el 85 %-.

Del total de 233 incendios, el 62 % fue por causas generadas por actividades humanas, un porcentaje inferior a la media del 88 % de los últimos 15 años, mientras que el 22 % fue intencionado, el 21 % debido a un accidente y el 19 %, por una negligencia.

Asimismo, el pasado año los Bomberos de la Generalitat llevaron a cabo 21.383 servicios durante la campaña de incendios, de los cuales 2.243 fueron en fuegos de vegetación agrícola, urbana o forestal, además de 3.286 intervenciones en servicios de movilidad y 4.352 en salvamentos.