ALT URGELL EN DESESCALADA

La Cerdanya no hace negocio en la fase 1

El Café de la Plaça, esta mañana.

El Café de la Plaça, esta mañana. / periodico

Miquel Spa

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La Cerdanya se ha levantado esta mañana estrenando una Fase 1 del desconfinamiento de uso prácticamente interno, según publica Regió 7. Las ventajas que supone para la economía la mayor permisividad económica de esta fase no servirán para hacer caja en bares, restaurantes ni hoteles porque sus principales clientes están lejos de la comarca. Los únicos establecimientos que han levantado hoy la persiana son los que tienen una terraza suficientemente generosa como para justificar el trabajo de una o dos personas.

La economía en la Fase 1 en la Cerdanya se ha evidenciado en un equilibrio imposible porque requiere de muchos factores: tener una terraza grande, clientes locales, propietarios que puedan trabajar sin mucho margen de beneficio y que haga buen tiempo. Prácticamente imposible, según remarcaron representantes del sector.

A las ocho de la mañana, Josep Tubau ha abierto el histórico bar Snack de Bellver, conocido por tener una de las terrazas más grandes de la comarca, con unos 900 metros cuadrados. Con el comedor cerrado,el Snack ofrecerá a partir de este lunes desayunos y comidas. Cenas no porque las noches todavía son frías y la plantilla no está al completo.

Tubau ha argumentado que "hasta ahora la cosa no se ha presentando nada bien, y de cara al futuro, en agosto si sólo puedo hacer el 50% será muy poco, por lo que de momento tendré que ir confiando en la gente de aquí; hasta que no abran el túnel no haremos nada". La nueva fase sí ha servido para permitir a los grupos de amigos y conocidos reencontrarse en las terrazas.

Desayunos entre amigos

Unos de los primeros clientes eran Andrea Garrido, Albert Osa y Roc Codina, que desayunaban en una mesa con la normalidad de antes de la pandemia. Los tres amigos han apuntado que han querido aprovechar enseguida la nueva permisividad para reunirse y recuperar las sensaciones de estar juntos tomando cualquier cosa. Después, coincidieron en que "después volveremos a casa porque nos hemos quedado sin trabajo...".

El equilibrio económico en esta fase 1 no es factible para todos. Así lo remarca Pepita Colina del restaurante La Solana de Bolvir, otro de los establecimientos con terraza clásica para detenerse a comer a pie de la N-260. De momento la Solana no abrirá esta semana: "Con el tiempo que hará y sin poder aún sacar trabajadores del ERTE, lo veo muy difícil; tenemos muchos gastos entre el alquiler y el personal y, por tanto, veo precipitado abrir. En la terraza de la Solana hay sitio para unas 30 personas en un día soleado, pero entonces tendría la dificultad de tener que cocinar, estar en la barra y servir sola yendo arriba y abajo, una situación que no veo posible. A partir de la próxima semana, según como lo vea me lo plantearé...".

En el centro de Puigcerdà algunos establecimientos con terraza han decidido abrir porque cuentan con una clientela habitual local y el propietario ha preferido abrir para ir calentando el negocio. Es el caso de El Café de la Plaza, uno de los más populares de la plaça dels Herois. Su responsable, Francisco González Halcón, limpiaba y desinfectaba mesas a las ocho de la mañana con la esperanza de que este lunes sea el principio del retorno a la normalidad. Halcón explicó que "he abierto porque ya hacía días que tenía ganas y la gente de Puigcerdà también. Hasta ahora la abuela hecho comida para llevar, pero hoy es el primer día que abrimos los clientes, y no sabemos si será rentable. Según como vaya decidiremos qué hacemos. De momento la gente va viniendo. Ofrecemos desayunos, bocadillos y algún plato combinado y tapas todo el día".

Dos trabajadores

El Café de la plaza ha abierto con el propietario y su pareja como trabajadores, cuando generalmente tiene dos empleados más. A media de los clientes más habituales no han dejado pasar la oportunidad para retomar sus costumbres. Halcón espera que «en los próximos días todo vaya mucho mejor». En el otro lado de la plaza, el bar Nord-est redistribuía las tablas para cumplir la nueva normativa. Su responsable, Marta García, explicó que "he reabrierto el negocio con ganas de empezar una vivir un poco esta normalidad relativa, por tener como mínimo la sensación de trabajar un poco y dar vida al pueblo".

El Nord-est ofrece una terraza reducida y comidas para llevar. En las mesas de la plaza se puede comer con una carta también reducida durante el día. Los fines de semana aventurará a abrir para cenar, si hace bueno: "ahora estaremos aún más ligados al tiempo", remarcó.

Los hoteles no abrirán

Los hoteles de la comarca han vivido este cambio de fase en el desconfinamiento como si nada hubiera cambiado. De hecho, los hosteleros del Pirineo se ven con la paradoja de que tienen autorización legal para abrir pero sus clientes, la mayor parte de ellos catalanes, no tienen autorización para salir de su entorno geográfico. Esta situación es vista como una contradicción que les imposibilita reabrir los negocios. Tanto es así que este lunes los establecimientos hoteleros de la Cerdanya han mantenido el rótulo de cerrado. 

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