CRISIS SANITARIA INTERNACIONAL

Viaje a la España sin coronavirus

Una imagen del pueblo de Ojén, en Málaga.

Una imagen del pueblo de Ojén, en Málaga. / periodico

Julia Camacho / Nacho Herrero / Josep Àngel Costa / Juanjo Jiménez

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Formentera, La GomeraEl Hierro y La Graciosa entrarán el lunes 4 de mayo directamente en la primera fase del desconfinamiento, que permite la apertura condicionada de comercios y establecimientos hoteleros y de restauración. Mientras que la más pequeña de las islas pitiusas y las tres canarias elegidas, por la menor incidencia de la pandemia, pasarán a la fase 1, otras áreas que tampoco registran nuevos casos de coronavirus desde hace 14 días seguirán en la fase 0. Es el caso de determinadas zonas de la Comunitat Valenciana y Andalucía, que como el resto de la península deben ceñirse, según el criterio del Gobierno, a una desescalada por provincias.

OJÉN, UNA ALDEA GALA EN MÁLAGA

"Igual es por el agua", bromean los vecinos de Ojén cuando se les pregunta por la fórmula que ha permitido resistir el embate del coronavirus. Este pequeño municipio malagueño (3.762 habitantes) enclavado en Sierra de las Nieves y su vecino Istán se han convertido en una suerte de aldea gala frente a la pandemia. En contraste, Málaga es la provincia andaluza con mayor número de infectados, 3.248 y 245 muertes.

La intensa vigilancia a la que Guardia Civil y Policía Local han sometido al pueblo ayuda a ese marcador de casos activos a cero, pero sin duda es la cercanía social de unos vecinos que se conocen y se cuidan entre ellos, explican, la que ha marcado la diferencia.

Es mediodía en la plaza de Andalucía, centro neurálgico del pueblo con el banco, la farmacia y la iglesia, y apenas cinco vecinos guardan una estricta cola para comprar el pan en la panadería La Voz. Josefina, su dueña, atiende desde la puerta y explica que el confinamiento se ha cumplido a rajatabla. Tanto que, cuenta, su madre aprovechó los primeros días para salir a dar paseos por la plaza "porque, decía", explica, "que no había nadie y no se iba a contagiar".

El marcador de casos activos del pueblo está a cero, mientras la provincia es la que más infectados tiene en Andalucía

"Tuvimos que amenazarla con llevarla a una residencia, y claro, como veía lo que estaba pasando y no quería morirse sola, nos hizo caso", recuerda entre risas. A la entrada del pueblo, Magdalena asegura desde la ventana de su cocina que ha salido dos veces en estos dos meses, "a hacer compra grande al súper y nada más".

"Da miedo el pueblo tan vacío"

"A partir de las dos de la tarde, una vez que terminan los 'mandados', no se escucha nada, da miedo el pueblo tan vacío", coinciden María, que vive junto al estanco, y Tania, barrendera en la zona junto al ambulatorio. Otra María, esta vez 'la de Correos', señala un repecho de la pared a tres metros de su casa y explica que, en las primeras semanas, se le ocurrió sentarse un rato, por variar la vista. "A los pocos minutos ya estaba la Guardia Civil diciéndome que mejor tomara el sol en la azotea, no fuera a ser que viniera el bicho y me cogiera", ríe. 

El 80% de sus vecinos son personas mayores, así que los más jóvenes se han volcado en ayudarles para que no salieran. Cada uno, a su manera. Gabriel, venezolano asentado en 'la isla' desde hace ocho meses, explica que pasea a sus hijos de uno en uno. "Este pueblo me ha ayudado mucho y la forma de agradecérselo es cuidándolos", explica.

Contraste con Marbella

Agentes y funcionarios municipales se han brindado a hacerles la compra a muchos de ellos, y Josefina, de vuelta para su casa, le lleva el pan a más de uno, enganchando la barra diaria a una cuerda para que alguno no tuviera siquiera que bajar. "Muchos han apurado todo lo que se podía, estirando lo que tenían para no salir", aclara Lorena a la puerta del único supermercado del pueblo, un local pequeño que forzaba a muchos a acudir a hipermercados más conocidos y grandes en la cercana Marbella. Esta ciudad, a tan solo ocho kilómetros, registra 240 contagios y 14 defunciones, según los últimos datos oficiales. "También los que iban a trabajar allí nos traían a la vuelta lo que necesitábamos", añade la panadera.

El flujo con Marbella y el resto de la Costa del Sol ha sido intenso: camiones de mercancías, el cartero, los repartidores, los vecinos que trabajan allí… Pero nada, el virus no ha sido capaz de subir la carretera que une la costa con Ojén y adentrarse en sus empinadas calles. Noelia, de paseo con su hija por las afueras, atina a explicar que han sido los ertes o el teletrabajo los que han disminuido ese goteo de salidas y, por tanto, de exposición al contagio. "Lo mismo que nos aísla es lo que ahora parece habernos protegido", reflexiona Antonio.

Xàbia, una isla en la península

La Marina Alta solo tiene mar por uno de sus costados pero, además de ser una comarca de Alicante, es una isla. Una 'isla sanitaria'. Rodeado de zonas mucho más afectadas por el covid 19, el departamento de salud de Dénia, con el que comparte demarcación, tiene uno de los índices de contagio de coronavirus más bajos de la Comunitat Valenciana y de la península (apenas 204 positivos, con una población de 171.741 habitantes). Pero su desescalada, como la de otras muchas zonas, se verá retrasada con un criterio provincial estricto.

En el mercado de Xàbia, una de las poblaciones más grandes de este departamento, Pascual, medio en broma medio en serio, trata de colocar un barril de cerveza. Trabaja en una distribuidora de bebidas que abarca toda la comarca y llevan dos meses a base de leche y zumos.

"Cuanto antes se pueda abrir mejor", sentencia. Reconoce que les daría "vida" avanzar fases y que los bares y restaurantes pudieran empezar a abrir, aunque fueran las terrazas y al 30% de ocupación. Cada día cuenta para salvar negocios que se han quedado al pairo. 

Jose es pescatero y cuenta que en este municipio de más de 30.000 habitantes solo han muerto dos personas por la pandemia. "Si sanitariamente se puede manejar, sería fantástico poder arrancar; eso sí, el inicio ha de ser gradual porque no podemos volver a estropearlo todo", afirma.

Zonas de la comarca de la Marina Alta están en una situación óptima para retomar la actividad

El departamento sanitario de Dénia confirma que su situación es óptima. El gerente, Luis Carretero, explica que llevan más de dos semanas "sin ningún ingreso nuevo" por covid 19 y que solo les quedan seis pacientes en planta y uno en la uci, por lo que tienen 29 plazas libres, ya que duplicaron su capacidad hace unas semanas.

"El buen trabajo en la atención primaria ha sido clave", apunta. En cambio, el departamento sanitario ha encabezado en la comunidad el índice de contagio de los sanitarios, segun el sindicato de enfermería, que apunta que de los 200 positivos, cerca de 60 corresponden a profesionales.

Los desperfectos de 'Gloria'

La zona aún confía en poder salvar el verano con el turismo nacional, pero en toda esta zona, una de las grandes potencias turísticas de la costa mediterránea, tienen mucho trabajo por delante porque la crisis sanitaria paralizó la reconstrucción del litoral tras el devastador paso de la borrasca Gloria en enero. 

El alcalde de Xàbia, José Chulvi, reconoce que si la seguridad sanitaria lo permite "sería importante arrancar para poder encarar la temporada de verano con más garantías de recuperación económica". 

El presidente de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, considera que el marco provincial "no es el adecuado" para su comunidad, cuya realidad cree que se acerca más a la organización de las comarcas y los departamentos de salud. "Se tiene que aplicar la cirugía fina para intentar resolver cuestiones que las fronteras provinciales no ayudan a resolver", apuntó.

Un plan propio

De hecho, la 'consellera' de Sanidad, Ana Barceló, presentó al Gobierno el plan propio de la Comunitat Valenciana, apoyado, explicó, "en informes epidemiológicos y técnicos". Basado en sus 24 departamentos sanitarios, también tenía en cuenta "cuestiones de movilidad o de situación socioeconómica".  La 'insularidad' no siempre es fácil. 

Formentera: incertidumbre ante el desconfinamiento

El sector empresarial de Formentera no vislumbra cuándo podrá retomar la actividad, pese a que el próximo lunes ya finalizan parte de las restricciones por el estado de alarma que, en el resto de España, no llegarán hasta el 11 de mayo. La isla balear desconoce aún las medidas de seguridad que se deberán cumplir o si será rentable abrir puertas.

Las terrazas podrán abrir solo hasta un 30% de la ocupación que tenían permitida normalmente, pero los clientes aún no podrán pedir ni consumir en el interior. "Es un paso importante, pero es difícil que con este 30% de las sillas un negocio pueda pagar al personal", advierte el presidente de la Petita i Mitjana Empresa (PIME)Pep Mayans. Por ello, reclama que los ertes se prolonguen en función de este porcentaje, "para que sigan cubriendo al 70% de la plantilla o a medida que los trabajadores se puedan ir reincorporando", subrayó.

La otra gran preocupación de la PIME es la incertidumbre que provoca la falta de un protocolo sanitario para saber a qué condiciones atenerse. "Los comercios o bares que quieran abrir el lunes, no saben si los dependientes y camareros deben llevar guantes o mascarillas o cómo distribuir las mesas", apunta.

El sector empresarial pide un protocolo sanitario claro para proteger a trabajadores y clientes

De igual manera, la restauración, que ahora solo puede trabajar para servir comida a domicilio, también espera indicaciones sobre cómo adaptar el local cuando pueda acoger a clientes, tal y como sería posible en Formentera a partir del 18 de mayo, según la programación del Gobierno.

Reclamación de directrices

Junto al sector empresarial, la presidenta del Consell de Formentera, Alejandra Ferrer, reclama los protocolos de Sanidad necesarios para que la actividad empresarial puede reiniciarse, y también que se amplíen los ertes para facilitar el mantenimiento de los puestos de trabajo. Esta es una de las peticiones que Ferrer planteó a la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, durante la reunión telemática que mantuvo con los representantes de los 'consells' insulares.

Por su parte, los alojamientos turísticos de la isla también pueden abrir a partir del lunes, una opción que ahora no tendría ninguna rentabilidad. "Hasta que el 22 de junio empiece la cuarta fase del desconfinamiento en toda España y pueda llegar turismo, no habrá ninguna demanda", recalca el presidente de los hoteleros, Vicent Tur.

"Los establecimientos que solo trabajan con turismo extranjero no podrán abrir", lamenta. Además de desconocerse cuándo y cómo se irán abriendo los puertos y aeropuertos, además de los precios de los viajes, el 60% de los visitantes de Formentera son de Italia, el país europeo más afectado por el coronavirus. "Pero los italianos son muy fieles. Muchos de ellos repiten año tras año y, si pueden, no van a renunciar a ello para pasar las vacaciones en su país", subraya.

Imagen de "seguridad"

A pesar de todas las dudas por despejar, los empresarios también destacan "la buena imagen de seguridad que proyecta la isla al salir antes que el resto del desconfinamiento, lo que demuestra que se han hecho las cosas bien", valora Mayans. Pero, a la espera de contar con garantías para reanudar la actividad empresarial, "en la práctica la vida de Formentera va ser como en invierno", admite.

También Ferrer quiso destacar que la elección de Formentera para esta primera fase de la desescalada supone un reconocimiento a la "responsabilidad individual y la colaboración colectiva de los ciudadanos, que han garantizado un buen aislamiento". En estos momentos, la isla cuenta con tres casos activos y siete acumulados, uno de ellos de un fallecido.

LA GRACIOSA, EL HIERRO Y LA GOMERA, CONTENCIÓN DE LIBRO

En La Graciosa residen poco más de 700 habitantes, que se conocen entre ellos con o sin mascarilla y que cerraron a cal y canto el puerto de Caleta de Sebo, única conexión con el exterior, cuando la pandemia mandó parar. Esta isla sin sombra se ha convertido así en uno de los lugares del mundo donde su ambulatorio ha tenido menos trabajo. 

Esta isla canaria no es España vaciada. No solo mantiene una población estable, sino en ligero aumento en los últimos años, que vive del alquiler de kayacs, bicicletas  -el medio de transporte rey en el lugar-, de los servicios de la reducida flota de taxis (todos ellos 4x4), de una decena de restaurantes con terrazas, de la discoteca y las excursiones marítimas.

El entorno natural de La Graciosa no requiere de transporte colectivo, ni de centros comerciales; en la isla las compras se llevan a casa en carretilla y el virus en principio no tiene futuro como tampoco tiene presente. Cero casos. 

Al otro extremo del mapa de la comunidad le sigue en positivos El Hierro. Cuatro casos. La isla del meridiano es la segunda menos poblada de Canarias, con 11.000 habitantes, y cuenta con un único puerto de entrada, el de La Estaca, a lo que se añade el aeropuerto de Los Cangrejos

Un pico de cuatro casos

En tiempos de coronavirus, su particular 'navegar' casi en solitario por el archipiélago canario, fuera de los circuitos del turismo de masas, le permite una contención de libro tras el primer contagiado por covid-19, detectado cinco días después de decretarse el estado de alarma. El pico se concretó en cuatro en total, sin ningún fallecimiento, y logrando desde esos primeros infectados redondear el significado literal del propio término cuarentena: cuarenta días completos sin reportar contagios. 

En El Hierro cuidan unos de otros, y se sabe quién entra y quién sale dado el reducido número de habitantes y de foráneos, lo que ilustra la pérdida de pernoctaciones en marzo: 1.852 entradas menos con respecto al mismo mes del pasado año. 

El primer caso de coronavirus en España se registró el 1 de febrero en La Gomera

A El Hierro le acompaña muy cerca en su ruta por el mar La Gomera, la tercera isla con menor número de contagios por coronavirus, con 10 casos positivos, lo que para una población de 21.503 personas supone un 0,047%, ninguno activo a día de hoy. 

La paradoja

Una situación que deriva en paradoja, ya que fue en La Gomera donde se sitúa el primer caso detectado en España. Fue el 1 de febrero, tras una prueba en el Hospital Nuestra Señora de Guadalupe a un turista alemán que tuvo que ser aislado en compañía de otros cuatro viajeros. Durante esos inicios de la pandemia en España, acapararon todos los titulares en el archipiélago. 

La Gomera cuenta con puerto, el de San Sebastián, su capital, y también con el último aeropuerto construido en Canarias. Aun así, sus dimensiones impiden la llegada de grandes aparatos, por lo que su gran conexión con el exterior la realiza a través del mar con el puerto de Los Cristianos, en Tenerife

Por su orografía, el transporte público terrestre es de complicada conexión, lo que a efectos de contagios elimina uno de los vectores más importantes para su propagación. 

La isla es meta turística de verdaderos amantes de los destinos exóticos, Colón aparte, cuya visita le regaló el apelativo de isla colombina. La más célebre de los últimos años es Angela Merkel, habitual de los senderos que recorren un patrimonio forestal único en el mundo, el del bosque de laurisilva del Parque Nacional de Garajonay.

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