Cae una red de narcos de hachís que cruzaba el Mediterráneo en velero

La organización de traficantes pretendía hacerse un hueco en el mundo del narcotráfico y estaba dispuesta a asumir riesgos. "Por eso ha sido tan importante desarticularla antes de que se hiciera más potente. Suministraba en condiciones climatológicas que disuadían al resto y vendía a un precio reducido", explica el intendente Ramon Chacón, subjefe de la Divisió d'Investigació Criminal de los Mossos d'Esquadra. 

El plan de negocio estaba sustentado sobre una ruta nueva: adquirir hachís en puertos del mar de Alborán de Marruecos y trasladarlo navegando por el Mediterráneo oriental en veleros de 19 metros de eslora. Cruzando frente a las costas de Argel o Túnez para desembarcar en Libia, a la altura de Italia o Grecia, un punto que acercaba las rutas terrestres de Europa y abría las de Oriente Próximo. "Movían mucho hachís y lo hacían navegando contra oleajes de 3 y 4 metros", subraya Carlos Gavilanes, el jefe de la Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Catalunya. Usaban estas embarcaciones rápidas porque permiten cubrir largas distancias y almacenar una carga importante. Importante pero no cargar la bodega hasta el punto de comprometer su navegación, como hacían estos tripulantes. Las dos embarcaciones interceptadas llevaban casi 6.000 kilos de hachís cada una.

Tras abordar estos dos veleros, los policías activaron una ola de arrestos que acumuló 26 personas detenidas por formar parte de una estructura "horizontal y con solo tres jefes", detalla Chacón. Uno estaba en Argentona y era importante porque –originario de Marruecos– tenía los contactos que facilitaban al entramado la adquisición de hachís. El otro estaba en Tortosa y tenía experiencia en el tráfico de drogas porque, en paralelo, organizaba envíos de cocaína. El último era el de Valencia, fundamental para lograr las embarcaciones que se usarían para la ruta por el mar y también los marineros que las pilotarían. La tripulación debía tener cierta experiencia y ser osada porque navegaba durante temporales o partiendo bajo el cierre de puertos decretado por el estado de alarma. 

El operativo de detenciones se desarrolló en cuatro fases distintas. El 27 de marzo se practicaron los arrestos en Valencia, Cabanes (Castellón), Cambrils, Rubí y Argentona. Ese día cayeron los tres líderes, que ingresaron en prisión preventivamente. El 8, 14 y 21 de abril, en sucesivos dispositivos condicionados por la pandemia, la policía fue a buscar al resto de sospechosos en localidades valencianas y del sur de Catalunya. 

Las dos interceptaciones de los veleros han supuesto requisar un alijo de más de 11 toneladas de hachís, el más grande que consta en el histórico de la policía autonómica. Esa cantidad podría superar en el mercado negro un valor superior a los 50 millones de euros. 

Esta investigación arrancó en el 2018 y requirió la "estrecha colaboración" entre Mossos y Agencia Tributaria desde entonces dado que circunstancias como la presencia de buques de guerra en el Mediterráneo haciendo maniobras o la presión de la policía marroquí fueron obligando a retrasar los envíos con veleros que, al ser interceptados, permitieron desarticular la red. "Lo importante es que la estructura está desarbolada", concluyen.