Morir sin familia ni funeral

Morir solos y despedir a distancia, sin funeral, algo insólito en nuestra cultura, también el coronavirus nos lo ha convertido en algo común. Los profesionales de la salud mental están a disposición de quien precise acompañamiento en esta difícil situación de la que la psicóloga especialista en duelo y pérdidas, coordinadora del grupo de trabajo de duelo del Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya, Begoña Elizalde, nos habla.

¿Cómo despedir sin funeral?

Que no lo podamos celebrar ahora no significa que no podamos hacerlo más tarde. Yo recomiendo, cuando todo esto acabe, que acabará, montar el ritual, con cenizas o sin ellas, y sea una celebración laica o religiosa. Recordar a la persona con la música que le gustaba, incluso con una comida en su restaurante favorito.

¿Es doble el duelo sin funeral? 

Por la excepcionalidad de esto, no se ha calibrado lo suficiente qué significa condenar a la gente a morir sola, y a la familia a no poderla despedir con sus seres queridos. El lugar de quien nos deja nunca lo ocupará nadie, pero el calor de la gente, los abrazos, nos ayudan a no sentirnos solos. Muertes inesperadas y enfermos que prefieren morir solos siempre hay. Pero las consecuencias psicológicas de esto están por ver. También para el personal sanitario que deben coger de la mano a los enfermos porque la ausencia familiar.

¿Cómo consolarse en la distancia?

Gracias a las tecnologías, podemos sentir el calor de los otros. Se pueden hacer video llamadas o llamadas de teléfono. En realidad, esto no varía mucho, en nuestra sociedad ya hace tiempo que perdimos la costumbre de visitar a familiares de difuntos.

Siempre nos quedará el ritual individiual 

Sí, en manos de la creatividad propia está servirse de velas, música… Cualquier cosa que hagamos estará bien. La tecnología también nos permite sugerir a otros hacer su propio ritual.

¿Nos ayudará este virus a vivir la muerte de modo más natural? 

Yo soy escéptica. Ojalá cualquier cosa que nos pase nos sirviese para algo. Del huracán Gloria ¿Quién se acuerda? ¿Hemos aprendido algo? Los seres humanos, una vez pasada la crisis de turno, volvemos al punto en el que estábamos. No creo que aprendamos ahora a vivir de cara a la muerte, pero seguro que sí habrá quien aprenda o viva de manera diferente a raíz de esto.

¿Cuál es la ventaja de vivir más de cara a la muerte? 

Sin obsesionarnos pensando en ella, pero integrarla con naturalidad en la vida. Seguramente viviremos con más intensidad, de manera más realista y con más conciencia de todo lo que podemos hacer.