El primer día de salida de niños

Espectáculo de delfines en la playa de Creixell (Tarragona)

La falta de bañistas hace que los mamíferos marinos se aproximen a la costa en plena migración

Eduardo López Alonso

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Débora y sus hijas Clara y Helena (siete y nueve años) recordarán el primer día que salieron de casa tras 45 días de confinamiento por el coronavirus. El paseo junto a su casa en la playa de Creixell de Tarragona de este domingo culminó con la sorprendente visión de una familia de delfines cerca de la orilla. Con el mar en calma y la playa desierta los mamíferos marinos se están acercando a zonas poco profundas en esta zona de la Costa Daurada, caracterizada por una biodiversidad elevada, mayor de lo que la gente supone para una playa fundamentalmente arenosa.

Los delfines y las ballenas pasan frente a esta zona entre el puerto de Bará y Torredembarra de manera habitual, aunque normalmente a varios kilómetros de la costa. Pero los delfines jugaban este domingo entre el biotopo de posidonias y las olas de la orilla, en una zona de apenas cuatro metros de profundidad, sin asustarse por los gritos de júbilo que estallaban a escasos metros.

La razón de estos avistamientos se achaca a la tranquilidad de las playas durante el último mes, la falta de bañistas y pescadores, pero también a causa de las recientes lluvias. "Es época de migración de cetáceos y de delfines hacia el norte por la costa catalana, hasta el golfo de León", explica Sergi Pons, ambientólogo de la AMB. Resalta que los avistamientos son en esta época usuales en la zona de Garraf, pero que estos días son más habituales como consecuencia de las últimas lluvias. "Los ríos y torrentes han aportado sedimentos y nutrientes al litoral, lo que ha atraído animales a la costa", explica Pons. Además, ha mejorado la calidad del agua por la falta de emisiones, de bañistas y embarcaciones, añade.     

No es extraño que en esta zona de la costa catalana los avistamientos de fauna marina sean sorprendentes. Túnidos, tiburones, águilas de mar, barracudas y otras especies se acercan en días de calma a aguas someras para aprovisionarse con la variada fauna sedentaria o de paso de la zona. Pero ni los más ancianos del lugar recuerdan haber visto delfines saltar tan cerca de la orilla.