CRISIS SANITARIA INTERNACIONAL

"Las farmacias somos la primera línea de fuego ante el coronavirus"

"Estamos al pie del cañón y no somos robots, somos personas", dice Aina Picornell

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Roger Pascual

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Por las mañanas Aina Picornell está en casa cuidando de sus dos hijos, Laia y Roger, y por la tarde va a la farmacia que abrió en Mataró hace un par de años. "Voy arrastrando cansancio. Me genera insomnio y ansiedad tener que ir a la farmacia y, como yo, todas las farmacéuticas, enfermeras, doctoras y cajeras".

El último mes la Farmacia Picornell ha tenido que hacer varios cambios por el coronavirus. Instaló un plástico frente al mostrador para evitar que pasaran las partículas y dejaron de tomar la tensión o hacer análisis para evitar contagios. Ha establecido turnos de cuatro por la mañana y cuatro por la tarde para que, en caso de contagio en alguno de los equipos, el otro pueda seguir ofreciendo el servicio. Puso marcas en el suelo cada dos metros para que los clientes mantengan la distancia de seguridad. Fomenta el pedido exprés, que la gente llame antes de ir para que cuando vaya a la establecimiento solo tenga que recogerlo y así pasar el menor tiempo en el local. 

1.500 mascarillas en 48 horas

"La primera semana fue muy fuerte. El viernes 13 de marzo fue una locura. Todos querían mascarillas, hidrogeles y termómetros. Teníamos que decirles que no teníamos mascarillas ni para nosotros. Cuando por fin conseguimos 1.500 se vendieron en 48 horas. Y eso que las racionábamos a un máximo de cinco por cliente".  Además de las mascarillas, lo más demandado ahora, también racionan los guantes.

Aina ha visto como ha evolucionado la actitud de los consumidores desde que se declaró el estado de alarma. "Hace un mes nadie estaba paranoico. Ahora todo el mundo va con guantes, mascarillas, algunos con gafas de buceo o bolsas en los pies. La gente está muy nerviosa y es muy difícil trabajar así. Las farmacias somos la primer línea de fuego ante el coronavirus: cuando alguien tiene dolor de cabeza o tos lo primero que hacen es venir aquí. Cuando están jodidos de verdad van al hospital".

"Me han ofrecido hacer test de coronavirus pero lo he rechazado; además, siendo por email, no sabes de dónde vienen ni la fiabilidad"

Los comerciales ya no aparecen con su catalógo de productos, sino que mandan las ofertas por correo electrónico. "Me han ofrecido hacer test de coronavirus pero lo he rechazado; además, siendo por email, no sabes de dónde vienen ni la fiabilidad", comenta antes de relatar la indignación que hubo en el colectivo cuando Fernando Simón descartó dotar a los farmacéuticos de equipos de protección al considerar que no eran grupo de riesgo. "Nos alteró mucho. Es como mandar a un bombero a hacer su trabajo en calzoncillos. Estamos al pie del cañón y no somos robots, somos personas".