territorio confinado

La Generalitat traslada a una niña de Igualada a un centro de menores de Barcelona

Control de los mossos en la confinada Igualada.

Control de los mossos en la confinada Igualada. / periodico

Elisenda Colell

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Una niña de 14 años ha saltado dos veces el confinamiento de la Conca d’Òdena (Anoia): la primera, cuando huyó de casa de su padre en Capellades para ir a Igualada, y la segunda, cuando fue trasladada para ingresar en un centro de menores de la Generalitat en Barcelona. Lo explica a este diario la educadora que la atendió al llegar al centro de acogida y que lamenta falta de información y de material de protección por parte de la Direcció General d’Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA). La Generalitat no niega los hechos, pero señala que la niña ha estado en aislamiento y por ahora no tiene síntomas del coronavirus. 

"En el centro no teníamos ni mascarillas, ni guantes, ni nada", describe M. A., educadora de un centro de menores de Barcelona que atiende a niñas desamparadas. En este contexto de falta de materiales, según su versión, la semana pasada llegó al centro una niña de 14 años. "Estaba muy asustada y traté de darle todo el apoyo que pude", cuenta A. Con este gesto, sin embargo, la educadora se puso en riesgo. "Al rato de hablar con ella, me contó que venía de Igualada, algo que no nos dijeron ni los Mossos, ni los educadores de traslados de la Generalitat, ni nadie", critica la educadora. La llegada de la niña se produjo el jueves 19 de marzo, cuando la Conca d’Òdena llevaba ya una semana confinada por el Govern.

A casa de una amiga

Según detalla la profesional, esta adolescente de 14 años, que vivía en Capellades con su padre, huyó hasta casa de una amiga en Igualada. Fue allí cuando un adulto contactó con los Mossos, y se activó el protocolo para proteger a la menor y trasladarla hasta un centro tutelado, siempre según el relato de la educadora. Fuentes de la Conselleria d’Afers Socials no niegan los hechos, pero matizan que la niña ya estaba pendiente de entrar en un centro de protección de menores, y que fue recogida por una comisaría de los Mossos de Barcelona. 

Desde el momento en que la menor verbalizó de dónde provenía, fue aislada dentro del centro de Barcelona. “Por lo que yo sé, le dejaban la comida en la puerta porque seguimos sin tener equipos de protección individual", critica la educadora. La Generalitat insiste en que la menor, a pesar de este aislamiento, no tiene sintomatología de covid-19.

Por su parte, la trabajadora relató los hechos a la cooperativa que gestiona el centro, fue visitada por un médico y le tramitaron la baja. "Me dijo que dejara de trabajar porque había estado con esa niña, es indignante que el Govern realice un traslado sin tener en cuenta los riesgos de los profesionales", lamenta la educadora. En cambio el Govern dice que los educadores que están de baja lo están porque "en su vida privada, fuera del centro, han estado en contacto con gente positiva de covid-19".