medida drástica

Una residencia de ancianos de Lleida se blinda contra el coronavirus

Los trabajadores del centro geriátrico han cerrado permanentemente con los usuarios para frenar la entrada del virus

Una residencia de ancianos de Lleida se blinda contra el coronavirus

Una residencia de ancianos de Lleida se blinda contra el coronavirus / periodico

Acn

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El Centre Geriàtric de Lleida se ha blindado contra el coronavirus y desde el domingo 24 trabajadores están cerrados permanentemente con los 90 usuarios que viven en la residencia. Tal y como avanzó el diario 'Segre' este martes y ha confirmado la directora del centro, Carol Mitjana, a la ACN, esta medida "tajante" se ha adoptado para evitar las entradas y salidas de personal en el centro y no tener que sufrir constantemente en si alguien era portador del virus covid-19.  

Mitjana ha añadido que el viernes más de la mitad del equipo tomó la decisión de quedarse a vivir en la residencia mientras que una veintena más de trabajadores están confinados en su casa por si conviene relevar alguien. Por el momento, no tienen ningún caso positivo ni tampoco ningún residente con síntomas o aislado.

La directora ha explicado que cuando se decretó el estado de alarma ya se tomaron todas las precauciones posibles y ella misma fue la primera de confinarse en el centro. Se estableció un protocolo de seguridad muy "exhaustivo" y cambiaron el funcionamiento de los turnos que pasaron a ser de 3 días seguidos y 11 horas de duración. Asimismo, todo el equipo técnico pasó a ser equipo auxiliar de refuerzo a las auxiliares.

De este modo, durante tres días entraban las mismas personas en la residencia y se extremó la precaución. A medida que los días pasaban y la propagación del covid-19 también se hacía más extensiva a muchas residencias de gente de la tercera edad, el viernes se reunió el equipo directivo del Centre Geriàtric de Lleida y tomó la decisión, de acuerdo con el resto de trabajadores, de cerrar más de la mitad de la plantilla en la residencia. Mitjana ha asegurado que de esta manera se quiere evitar "la angustia" que suponía que cada mañana entrara gente de fuera en el centro sin saber si "éramos portadores o no del virus". 

El pasado domingo todo el equipo fue al centro con la maleta y ahora viven una sala que se ha adecuado para dormir. Solo hay una persona que accede a diario para la lavandería y con todas las medidas de seguridad pertinentes. Mitjana explica que ahora el personal ha pasado a "hacer de todo y ser un solo equipo", haciendo tareas diversas como fregar o atender a los usuarios. "Hemos hecho unión y fuerza entre todos", remarca, y también se trabaja con el mismo protocolo de seguridad que incluye la mascarilla, guantes y el gel. Todo ello pero, sin entrar y salir del centro.

Paralelamente, hay veinte personas más de la plantilla que han quedado confinadas en su casa por si conviene relevar alguno de los que está dentro. Mitjana asegura que no tiene constancia de que haya otra residencia de la zona que haya adoptado una medida tan drástica y ha querido agradecer a los trabajadores su predisposición ya que ha sido una "iniciativa propia". Finalmente, también ha destacado que usuarios y familias están muy "agradecidos" y colaboran con la situación "haciendo piña". El contacto con el exterior se mantiene diario mediante llamadas y envío de información a través del móvil.