historia de las pandemias

Operación Balmis: Cuando España impulsó la primera vacunación a escala global

Carlos IV puso en marcha en 1803 una gran operación sanitaria internacional para llevar la vacuna contra la viruela hasta el último confín del Imperio

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EFE

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Santa Cruz de Tenerife fue el primer puerto al que arribó en 1803 la expedición Balmis, la gran operación sanitaria internacional que impulsó España para llevar la vacuna contra la viruela hasta el último confín del Imperio, y en la ciudad canaria pasó un mes vacunando a miles de personas. 

Los datos de esa expedición, la primera operación internacional con carácter sanitario y humanitario, los rememora este lunes en un artículo publicado en la web del Museo de Naturaleza y Arqueología de Tenerife Conrado Rodríguez-Maffiotte, director del Instituto Canario de Bioantropología y del Museo Arqueológico de Tenerife. 

Rodríguez-Maffiote recuerda que el Ministerio de Defensa ha llamado "Operación Balmis contra el SARS-CoV-2" al despliegue de las Fuerzas Armadas para la lucha contra el SARS-CoV-2 responsable de la Covid-19, un homenaje a la Expedición Balmis o "Real Expedición Filantrópica de la Vacuna", que tuvo lugar entre 1803 y 1806.

¿Qué era esa expedición?. Pues ni más ni menos que la primera operación internacional con carácter sanitario y humanitario propuesta al rey Carlos IV por el médico y cirujano militar español Francisco Javier de Balmis y Berenguer con el fin de llevar la vacuna antivariólica (contra la viruela) hasta el último confín del Imperio Español para salvar cientos de miles de vidas, especialmente niños. 

Sería el propio Carlos IV quien la sufragaría, precisa Rodríguez-Maffiote, quien detalla que la vacuna había sido probada con éxito por Edward Jenner, médico rural inglés, en 1796, que publicó sus resultados dos años más tarde. 

Niños vacunados

Para que la vacuna resistiera el larguísimo viaje, Balmis llevó a un grupo de niños huérfanos menores de 10 años como reservorio, pues se les inoculó la vacuna para poder extraer el fluido de las pústulas que se formaban (en lo que se denominó "método seriado"). 

De este modo, podía ser inoculada a millares de personas residentes en los distintos territorios del Imperio Español. 

La expedición, a bordo del barco "María Pita", zarpó del puerto de La Coruña el 30 de noviembre de 1803 con Balmis (quien aprovecharía para hacer estudios sobre las plantas medicinales de las regiones que tocaban) a la cabeza y dos médicos auxiliares, dos practicantes, tres enfermeras y la rectora de la Casa de Expósitos de La Coruña, Isabel Zendal, quien sería la responsable de la atención y cuidado de los 22 niños que iban a bordo. 

Isabel Zendal está reconocida como la primera enfermera en una misión sanitaria internacional por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El primer puerto que tocó la citada expedición fue el de Santa Cruz de Tenerife, donde pasó un mes vacunando a miles de personas y desde donde el 6 de enero de 1804 partió hacia América. 

Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, todo el territorio conocido en aquel entonces como Nueva España que comprendía México, California y Texas, Filipinas, China y la isla de Santa Helena (aunque era británica admitió que se procediera a la vacunación de parte de su población), fueron las principales regiones donde se llevaría a cabo el procedimiento. 

Labor didáctica

La expedición llevaba 2.000 ejemplares del "Tratado práctico e histórico de la vacuna" del francés Moreau de Sarthe para distribuirlos a las diferentes comisiones de vacunación que se iban creando en cada lugar, y que así pudieran aprender y seguir ininterrumpidamente con el proceso de vacunación. 

Rodríguez-Maffiote apunta que la expedición Balmis fue "sin duda alguna el primero y unos de los mayores hitos de la historia" de la medicina preventiva y social y salud pública que ningún país haya llevado a cabo jamás "salvando la vida a millares de personas que sin ella hubieran muerto inexorablemente" aunque, lamenta, aún hoy "es desconocida por muchísima gente en nuestro país".