TRAS LA PROHIBICIÓN DEL GOVERN

Los policías se vuelcan en asegurar el cierre de bares y restaurantes

Un policía habla con el empleado de un local de restauración para avisarle del cierre.

Un policía habla con el empleado de un local de restauración para avisarle del cierre. / periodico

Guillem Sànchez

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Los Mossos d'Esquadra han cerrado 322 locales de ocio nocturno en Catalunya que seguían abiertos después de las 0.00 horas de la madrugada del viernes al sábado incumpliendo la orden del Govern para contener la pandemia de coronavirus. Los agentes han clausurado en Girona más discotecas, salas de conciertos, bares y pubs que en ningún otro lugar del territorio: 122. Aunque las comarcas de Baix Llobregat y Garraf han acumulado casi la misma cifra: 120 establecimientos. En Catalunya el contagio ya supera el medio millar de afectados y han fallecido seis personas.  

Dentro del dispositivo ORIS, que incluye todos los aspectos relacionados con el virus y que afectan al funcionamiento de los Mossos –tanto de operativos como de consejos de prevención–, los agentes catalanes han seguido este sábado por la mañana asegurándose de que cafeterías y restaurantes respetaban el decreto y no levantaban la persiana. 

En Barcelona, esa tarea ha sido compartida con la Guardia Urbana, cuyos policías han recorrido la ciudad para informar a los 'despistados' que habían abierto de que tenían que cerrar inmediatamente. Cumplir con este mandamiento es algo que policías autonómica y municipal consideran prioritario, según fuentes consultadas por este diario, aunque, por el momento, las órdenes son mostrarse comprensivos y obligarlos a cerrar "sin sanciones" durante las primeras horas de "desconcierto". 

El Govern obliga a cerrar el servicio al público pero varios negocios mantienen abierto el local –con la zona comunitaria de sillas y mesas clausurada– y ofrecen comida para llevar. Cadenas como La Tagliatella acepta pedidos por teléfono. 

"Fumadores desesperados"

El cierre de restaurantes y cafeterías, lugares que cuentan con máquinas de tabaco, ha intensificado la venta en los estancos. "Los fumadores al ver que se aconseja el autoconfinamiento y que no habrá bares abiertos a los que bajar a comprar una cajetilla, están comprando todo el tabaco que pueden", explica una estanquera del Eixample. 

"Jamás había visto algo parecido. Se llevan cartones y cartones. Sobre todo de Camel y Winston, que son también los que más se venden normalmente", añade. El repunte en la demanda de tabaco ha colocado el suministro –este sí– en una situación un poco más comprometida. "El almacén está vacío y el próximo envío me llegaré el viernes, hasta entonces puedo hacer pedidos puntuales pero vienen de Madrid, por carretera, y dependerá un poco de como evolucione la movilidad", explicaba. "Los he visto comprar con desesperación, asustados de quedarse encerrados en casa y sin tabaco". 

Restaurantes de hoteles solo para clientes

Los restaurantes de los hoteles no están cerrados. Pero en el Hotel H10 Metropolitan, situado junto a la plaza de Catalunya, explican que el servicio es exclusivo para los clientes. A pesar de la gran debacle de reservas todavía quedan huéspedes que, sin bares ni restaurantes, solo pueden alimentarse en sus hoteles. 

Este sábado por la mañana, en Barcelona había poco tráfico pero una presencia notable de ciudadanos a pie por las aceras. Casi todos en dirección a supermercados y farmacias (y estancos) para llenar nevera. Las tiendas de ropa, por ejemplo, seguían abiertas aunque, según una de sus dueñas, muchas ganas de comprar vestidos no parecía tener la gente.