SANIDAD, AL LÍMITE

El epidemiólogo Antoni Trilla urge a aplazar las pruebas rutinarias

Los médicos catalanes reclaman una inyección de dinero en la sanidad pública, que está "más al límite" ante la epidemia

Mujer con mascarilla ante el Hospital Clínic de Barcelona.

Mujer con mascarilla ante el Hospital Clínic de Barcelona. / periodico

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El epidemiólogo y jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic de Barcelona Antoni Trilla ha pedido este miércoles a las autoridades que se aplacen las pruebas sanitarias de rutina y se refuerce el sistema público de salud ante la expansión del coronavirus.

En una entrevista en Radio 4, Trilla se ha mostrado partidario de aplazar para más adelante las pruebas rutinarias e incluso algunas operaciones no urgentes, para liberar a los profesionales sanitarios y que se puedan dedicar a los enfermos por coronavirus.

Sanidad "más al límite"

Con este posicionamiento, Trilla se suma a las peticiones que hizo el martes el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós, que también reclamó más dinero y recursos para el sistema sanitario público, como también ha solicitado el Consejo de Colegios de Médicos de Catalunya.

Padrós ha subrayado que los profesionales y los centros sanitarios necesitan más recursos y ha recordado que otros países, como Italia o Alemania, "han reforzado económicamente el sistema sanitario ante la presión y necesidades derivados de la epidemia COVID-19".

"Espero que el Estado español reaccione igualmente ante esta situación que está poniendo ya más al límite a nuestra sanidad", ha subrayado en un mensaje en Twitter.

Padrós también ha solicitado que se desprogramen las visitas y actividades asistenciales no urgentes para aliviar la presión de los centros sanitarios. 

Desde las 08.00 horas de este miércoles está reunido el Govern de Quim Torra para debatir nuevas medidas sanitarias y sociales de ámbito catalán, con el objetivo de afrontar la expansión del COVID-19, que ha infectado ya a 125 personas. En Catalunya, el virus ha causado la muerte de tres personas y que más de 400 profesionales sanitarios deban estar aislados en sus domicilios por haber estado en contacto con infectados.