'LEY DEL TUPER'

Los restaurantes catalanes tendrán envases biodegradables gratis para las sobras

La Ley sobre la reducción del desperdicio alimentario que ha aprobado por unanimidad este miércoles el Parlament incluye varias medidas para no tirar comida

Dos personas comiendo de tuper.

Dos personas comiendo de tuper. / periodico

Efe

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Los bares y restaurantes catalanes deberán ofrecer envases biodegradables sin coste adicional para que los clientes se puedan llevar a casa la comida que les sobre, a fin de evitar que se desperdicien los alimentos. Esta es una de las medidas que contiene la Ley sobre la reducción del desperdicio alimentario que ha aprobado por unanimidad este miércoles el Parlament.

"Esta no es la ley de los táperes", ha subrayado el diputado de PSC-Units Raúl Moreno, impulsor de la iniciativa, que ha destacado que, aunque esta sea la medida más vistosa para el día a día de los ciudadanos, se trata de una norma muy completa que incide en toda la cadena alimentaria.

En este sentido, la consellera de Agricultura, Ganadería, Pesa y Alimentación, Teresa Jordà, ha resaltado que una de las novedades que incorpora esta ley en comparación con sus homólogas europeas es que incluye disposiciones para luchar contra el desperdicio "en origen".

Cuatro años

Todos los grupos que han intervenido en el debate parlamentario que ha precedido a la votación han coincidido en resaltar el extenso trabajo que se ha hecho con entidades y expertos para redactar el articulado de la ley.

Y es que la norma verá la luz prácticamente cuatro años después de que los socialistas la registraran por primera vez: en 2017 su tramitación quedó interrumpida cuando se precipitó el final de la legislatura por la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya que siguió a la declaración unilateral de independencia.

Ahora, una vez aprobada la ley, el primer paso será dimensionar el problema, ya que en la actualidad no existe ningún registro preciso y actualizado sobre la cantidad de comida que se tira en Catalunya.

Uno de los pocos estudios disponibles, elaborado por la UAB y que data de 2010, estima que en Catalunya se desperdician 262.000 toneladas de alimentos cada año, unos 35 kilos por habitante, que en términos económicos corresponden a 840 millones de euros anuales.