REACCIÓN TRAS LAS MEDIDAS DE MOSCÚ

Coronavirus: Los chinos de Rusia, entre la sorpresa y la inquietud

La prohibición de entrada a los ciudadanos del país asiático vacía las ciudades rusas de turistas y crea graves problemas laborales en la franja más oriental

Mac Marginedas

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Eran, de lejos, los más ruidosos, los que más se hacían notar, entre los aluviones de visitantes que a diario recibe el<strong> Kremlin</strong>, el recinto fortificado de rojas murallas donde residía el zar durante sus estancias en Moscú y convertido en la principal atracción turística de Rusia. El veto del Gobierno ruso a la entrada de ciudadanos chinos, una medida calificada de "radical" por expertos rusos en migraciones, no solo va a hacer posible a partir de ahora culminar la visita al afamado lugar sin escuchar ese permanente murmullo de fondo que generaba con frecuencia la audiencia china, sino que también va a causar graves problemas al sector turístico local: el gigante asiático es el país que más turistas envía a su vecino del norte, con 1,47 millones de viajeros anuales.

Entre los numerosos estudiantes chinos que cursan estudios en universidades rusas cunde la inquietud y el desasosiego, al tiempo que sus líderes critican algunas de las decisiones adoptadas, aunque de forma sutil para evitarse problemas. Muchos residentes chinos piensan que ha sido "inhumano el momento" en que se anunció la medida, "ya entrada la noche en China, cuando la gente dormía", explica al diario 'Kommersant <strong>Fan Fei'</strong>, fundador de la principal plataforma que agrupa a los chinos que viven en Rusia. "Si alguno tenía que regresar [de sus vacaciones] inmediatamente, solo le quedaba la opción de ir [la noche del martes mismo] al aeropuerto con la esperanza de encontrar un avión y billetes. Era una tarea imposible", se queja el líder chino.

Visto el revuelo, el Gobierno ruso ha suavizado este miércoles su decisión: permitirá el acceso a su territorio a quienes viajen por motivos oficiales, laborales, humanitarios o de tránsito. Y Las medidas de control, que entrarán en vigor este jueves, no afectarán a las conexiones aéreas con Pekín, Shanghái, Cantón y Hong Kong.

Estudios "a distancia"

Los semestres educativos en las facultades rusas para los universitarios chinos han sido "aplazados", y desde el Ministerio de Educación y Ciencia se ha ordenado a todas las instituciones educativas rusas seguir los cursos "a distancia" con estos estudiantes. El propio Fan Fei se pregunta en qué plataforma podrá llevarse a cabo ese régimen de estudios "a distancia", si Facebook, YouTube, Whatsapp y "muchas otras no funcionan en China" debido a la censura.

Además, la prohibición va a generar graves problemas económicos en las regiones del Lejano Oriente ruso, que comparte una larga frontera común con China y donde sectores enteros de la economía dependen de los trabajadores de esta nacionalidad. Sin ir más lejos, en la denominada <strong>Región Autónoma Hebrea</strong>, un diminuto territorio de Siberia Oriental fronterizo con China, más de la mitad de los trabajadores del sector agrícola proceden del país vecino, lo que va a obligar a las autoridades locales a tener que buscar alternativas, en palabras de Galina Sokolova, vicepresidenta interina del Gobierno regional.

Una situación similar viven los constructores de dos hoteles en Vladivostok, a orillas del océano Pacífico, que requieren de 500 especialistas chinos para culminar las obras. "Buscamos variantes", ha reconocido una fuente próxima a la empresa. Ante el cariz que tomaba la epidemia, algunas compañías ya optaron en enero y principios de febrero por suspender las vacaciones de Año Nuevo chino por temor a que sus trabajadores no pudieran regresar.