PEDERASTÍA EN LAS ESCUELAS

La prescripción frena la investigación contra los Jesuitas por abusos

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J. G. Albalat

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Prescripción del delito por el transcurso del tiempo. Ese es el motivo por el que la jueza de Barcelona Silvia López Mejías ha desestimado la querella presentada por los hermanos  <strong>Jordi y Oriol de la Mata </strong>contra cuatro docentes y la orden de los Jesuitas por presuntamente haber silenciado los abusos sexuales que en el pasado habían cometidos religiosos en el colegio San Ignasi de Sarrià. Su caso salió a la luz en marzo del 2019 en una entrevista en EL PERIÓDICO. Después, aparecieron nuevas víctimas: un total de siete hombres y una mujer (alumnos y alumnas en los años 70 y 80) que fueron acosados por cuatro profesores religiosos.

La magistrada ha recogido en su resolución la tesis planteada por el abogado Cristóbal Martell, en nombre de la Fundación Jesuïtes Educación y ha dado carpetazo  al asunto rechazando la querella. La abogada de los hermanos De la Mata sostenía que el delito de omisión de perseguir actos delictivos del que se acusaba a  los docentes y a la orden religiosa no prescribía ya que, aunque los abusos sexuales sucedieran hace años y no podían juzgarse por ello como tal, quienes conocían que ocurrieron continuaban con la obligación de comunicarlo a las autoridades sin importar el tiempo transcurrido. “Es decir, el deber de denunciar, no se extinguía”, según la letrada.

La jueza, sin embargo, rechaza esta teoría y abraza la argumentación de los Jesuitas,  avalada por la fiscalía, de que no puede considerarse el delito de omisión de denunciar como permanente en el tiempo y, por lo tanto, los hechos están prescritos. “El deber de denunciar y promover la persecución de delitos se consuma en el instante en que se conoce el delito y no se actúa. Es decir, es un delito de mera inactividad y es entonces cuando se inicia el cómputo de prescripción”, detalla.

Más de cinco años

El auto esgrime que, según el relato de la querella,  el último delito contra la libertad sexual cometido sobre los hermanos De la Mata se perpetró y consumó en 1984, año de finalización de sus  estudios en la escuela Sant Ignasi. Desde esa fecha, han transcurrido “en exceso” el plazo de cinco años establecidos en el Código Penal para la prescripción.

Los hermanos de la Mata presentaron la querella contra los que fueron rector y jefe de estudios, dos profesores, un auxiliar y, como responsables civiles subsidiarios contra el colegio San Ignasi, la Compañía de Jesús y la Fundación Jesuïtes Educación.

Su acción se sostenía sobre dos indicios. El primero es el relato de unos de los querellantes, Jordi de la Mata. En en su denuncia policial explica que él informó a varios profesores del colegio sobre lo ocurrido y que la reacción de estos fue la de censurar esa revelación. El segundo es una grabación que De la Mata efectuó de una conversación telefónica con un directivo de los Jesuitas. Esta persona le reconoció que la organización tenía constancia desde hacía de la pederastia de Pere Sala, el profesor que abusó gravemente tanto de él como de su hermano durante años y que por esta razón se le apartó temporalmente de la enseñanza lectiva