Asesinada una mujer por su pareja en Toledo

Un coche de la Policía Nacional

Un coche de la Policía Nacional / periodico

P. M. / Agencias

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Mientras Vox sigue enredando la política española en torno a la necesidad de que los padres autoricen si sus hijos pueden asistir a charlas contra la violencia de género o de educación afectivo sexual igualitaria, el mes de enero va camino de convertirse en uno de los más trágicos, dado que un hombre asesinó la pasada madrugada, en La Puebla de Almoradiel (Toledo), a su pareja, Liliana M., de 43 años. Un crimen que, a falta de la confirmación oficial, eleva a cuatro las víctimas mortales en lo que va 2020.

La nueva víctima fue presuntamente apuñadada por su compañero sentimental, de 50 años, en la vivienda familiar, a las 0.25 del miércoles, mientras los dos hijos de la pareja permanecían en el interior del inmueble. Fue él el que llamó al 112 para informar del crimen, según detalló el delegado del Gobierno en la región, Francisco Tierraseca, tras el minuto de silencio institucional. Además, la hija de la pareja avisó a los vecinos de que sus padres, ambos de origen rumano, que se instalaron en el 2006 en la localidad toledana, estaban discutiendo y su padre amenazaba a su madre. 

Si bien, los servicios de emergencia que se trasladaron hasta la vivienda, así como agentes de la Guardia Civil y la policía local, no pudieron hacer nada para reanimarla a la víctima, sólo certificar su muerte. El delegado del Gobierno detalló que el fallecimiento se debió a que sufrió tres puñaladas con un cuchillo. El presunto asesino fue detenido y puesto a disposición judicial.

Sin denuncias previas

No consta que la víctima haya denunciado su situación, como tampoco pidieron ayuda ni alertaron a las autoridades las tres asesinadas en lo que llevamos de mes. Dos de ellas fallecieron en Catalunya y la otra también en Castilla La-Mancha. Y es que la desconfianza hacia la justicia, el miedo, la dependencia económica y sentimental de las víctimas hace que muchas sufran en silencio los malos tratos. Es uno de los motivos por el que la violencia machista es tan difícil de atajar.

“¿Cuándo va a parar esto”, se preguntó en Twitter la consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno de Castilla La-Mancha, Blanca Fernández, quien calificó el crimen de “horrendo”. Por su parte, la ministra de Igualdad, Irene Montero, aseveró que la sociedad no descansará hasta acabar con las violencias machistas. “Nos queremos vivas y no vamos a descansar hasta que nuestra sociedad acabe con las violencias machistas”, escribió en la red social.

El 'pin parental'

En la misma línea, la futura delegada del Gobierno contra esta lacra, Victoria Rosell, señaló: “Esto es insoportable. Ellos a sus ‘pin’ y a insultarnos, mientras el machismo mata”, en referencia a la polémica por el llamado ‘pin parental’ que exige Vox frente a las charlas complementarias en los centros educativos.